The desire to be with you. [Yoonmin]✓

Confundido.

Después de un gran rato de charla entre Marck y Min, llegó Yeonjun felizmente a la oficina donde las risas no paraban entre ambos adultos.

—Oh, estás aquí Yeonjunnie— Dijo Marck.

—Señor su esposa y su hijo están aquí.—

—¿De verdad?— Preguntó Marck sorprendido, pues a esta hora Jimin tendría que estar en el colegio y su esposa tal vez con algunos pendientes, Yeonjun solo asintió.

—No sabía que tenía que agendar cita para estar un rato con mi esposo.— Entró Yejin tomando por sopresa a los tres hombres.

—Dichosos los ojos que te dejas volver a ver Yejin.— Saludó Min sonriendo.

—¡Ay dios!, Hace mucho que no te veo Min— Yejin lo había conocido tres años atrás y en cuanto lo conoció quedó encantada por la actitud del pálido joven. Ahora se veía más maduro y cambiado a comparación del jovencito que conoció anteriormente.

—Pero mira cuánto has crecido jovencito—

—¡Aaah!, Basta Yejin. No he cambiado mucho.—

—¿Cuándo regresaste?— Preguntó genuinamente.

—Hace un par de semanas— Respondió él apenado.

—Cariño, me sorprendió que vinieras— Habló Marck tomándola por los hombros.

—Lo siento cariño. Hoy tuve menos trabajo, me dirigía a casa pero aproveché que me queda de paso tu trabajo.— Respondió para darle un casto beso en los labios del rubio.

—Y a todo esto, ¿En dónde está Jiminnie?— Preguntó desconcertado. El joven no había entrado junto con Yejin y momentos atrás Yeonjun mencionó que habían llegado ambos.

—Cielo, ya no me digas — Sinceró la pelinegra.— Viene de un humor insoportable. Hace veinte minutos pasé por él al colegio, se sentía mal. Le compré un poco de fruta para que su estómago se asentara, pero en un descuido tiró toda la fruta encima del uniforme.— Min solo atinó a reír, ya se imaginaba al pobre jovencito hacer berrinche por su propio descuido.— En estos momentos está en el baño tratando de limpiarse...A veces hasta me aterra mi propio hijo.

—Si el muchacho es igual que tú, apuesto a que si da miedo Yejin— Añadió el pálido.

—¡Oye!, Yo no soy tan enojona.— Siseó

—Ah, ¿No?— Preguntó Min sonriendo con sorna.

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—¿Por qué siempre a mí?— Se preguntaba asi mismo

—Primero amanezco con un dolor terrible en mi estómago y luego fruta bañada en miel cae sobre mi chaleco. ¿Qué más dios?— Bufó molesto.

Después de hacer el intento de limpiarse salió apresurado del baño, pero no contó con que alguien justo estaba pasando por ahí causando que chocaran y que el menor cayera fuertemente al suelo.

—¡Aaah carajo!, Puede fijar- —No terminó de maldecir cuando miró al alto hombre enfrente de él estirando su mano hacia su dirección.

—Quien debería tener más cuidado eres tú.— Dijo este mirando con algo de burla al más bajo.

—Usted se cruzó en mi camino cuando yo iba de salida. No fuí yo el culpable.— Habló tomando la mano del contrario para levantarse.

—Nadie dijo que la tuvieras, solo deberías fijarte bien al caminar.—

—Como sea, muchas gracias. Con su permiso— El menor hizo una leve reverencia y salió corriendo de ahí.

—Pero que descuidado es— Susurró para sí mismo mientras sonreía.