𝒔𝒆𝒊𝒔 !

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Dante tomó el borde del escritorio de Carlisle, debía ser fuerte, no podía decepcionarlo. Fingía tomar aire para que humanamente pudiera entrar en razón. Abajo, en la entrada de la casa de los Cullen, estaba el cartero quien insistía en tocar la puerta para entregar un paquete.
Dante se preguntaba que estaría haciendo Alice para no llegar a su rescate ¿Tenía que tomar una decisión? Demonios, claro que quería matar a ese inocente cartero ¿Porqué tardaban tanto?

Aunque sus ojos ya eran completamente dorados, su garganta quemaba y sus colmillos ahora le daban comezón. Intensas  y pesadas nubes comenzaban a rodear la casa de los Cullen al igual que los truenos comenzaban a escucharse.

O tal vez era una prueba, si podía recibir el paquete con éxito sin tocarle un solo cabello al cartero, Carlisle lo premiará, desde que se había transformado el mayor no lo había tocado más que tiernamente y le daba muchísima vergüenza pedirle más. Esos pensamientos lo distrajeron un poco del olor tan agradable del cartero.

La lluvia comenzó a soltarse, estaba algo suave, como el breve estado en el que estaba, pensando en como Carlisle lo tocaría si se portaba bien. La lluvia arrasó con fuerza cuando el timbre volvió a sonar, el cartero era demasiado insistente.

Con las piernas pesadas fue bajando cada escalón de la casa, el camino era demasiado corto para su gusto, pero aun así, podía sentir que el barandal de manera de la casa se rompería bajo su mano, sino es que ya estaba roto. Llegó hasta los últimos escalones y miró a la puerta, una puerta espaciosa, una cortina cubría la ventana de la puerta, a contraluz se veía la silueta del cartero husmeando la casa desde afuera. Su mano temblorosa giró el picaporte y lentamente abrió la puerta dejando un pequeño espacio para azomar sus ojos dorado.

—¡A-ah! discúlpeme señor, vengo a entregar un paquete a la señorita Alice Cullen...— con fuerza dobló el picaporte de metal. Dante no era agresivo, pero juraba que si veía a la nombrada sus nuevos instintos asesinos actuarían.

—N-no se encuentra...

—¡No importa! ¿Usted es familiar?— su mente y su ira se calmó, la interrogativa de que contestar le vino, aun no sabía que papel jugaría en la familia, no hasta que se mudaran e iniciaran una nueva vida, según Carlisle.

—Soy... Soy su tío— dijo recordando los oscuros cabellos de Esme, al parecer ahora era su hermano menor.

—¡Perfecto! ¿Puede firmar aquí?— cerró sus ojos y pasó saliva, detrás de la puerta era más seguro. Sus manos temblaron el duro picaporte de metal ahora solo era una delgada pieza comprimida ¿Cómo haría para abrir la puerta, acercar su mano a la pluma y la carpeta, firmar y despedir al hombre con tanta naturalidad sin brincarle encima? —¡AH!— el hombre gritó, Dante abrió la puerta con alarma, por un instante creyó haber mordido al hombre sin que lo supiera, pero en su vista, el delgado hombre tomaba su pecho mientras reía, ¿Porque se reía? —Disculpe, ese trueno fue bastante fuerte— Dante quedó mudo, ¿Hubo un trueno? con una sonrisa, el hombre le acercaba la pluma y el papel.

Con manos aun temblorosas lo tomó, sintió el calor de la mano contraria señalarle el lugar de la firma, el azabache apretó la mandíbula, ¿Cómo es que firmaría? ¿Como Dante? Dante estaba muerto. Sin mirar mucho, garabateo lo que su mano pudo y se lo extendió al hombre —¡Oh! el nombre también por favor— los ahora ojos negros lo miraron con furia. Regresó el papel a su cercanía, y escribió ahora con fuerza  》Dante Cullen《 , aunque era "hermano" de Esme, no conocía su apellido, sin embargo, al leer su nuevo nombre, lo hizo sentir muy bien —Perfecto, muchas gracias señor— dijo después de darle de nuevo el papel, quien con aire despreocupado lo metió a su maletín. Se giró a la lluvia que ahora era más suave —Por cierto— la intensidad de la lluvia volvió a aumentar —siento que lo he visto antes...— Dante se puso rígido —tiene un parecido con el hijo del señor Swan... ¡jaja! pero usted está vivo.

¹𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔  ✧ ཻུ۪۪˗ˏˋ៚┋𝖼𝖺𝗋𝗅𝗂𝗌𝗅𝖾 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora