𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐;

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Todo había pasado tan rápido, por la carretera del bosque.

Solo vio una luz rápida cayendo frente a el, el sonido que emitió lo había dejado sordo, el rayo había caído en la carretera frente a el, que iba manejando su auto.

Una corriente lo estremeció haciendo que bruscamente moviera el volante buscando estabilidad. Entre la sordera escucho el sonido de las llantas derrapando.

Ya no podía controlar el auto, iba a entrar al bosque, cerro sus ojos y agarró fuertemente el juguete de policía dentro de su suéter.

Las ultimas dos personas que vio fue al rubio de ojos dorados y a su pequeño hermano; antes de que todo se volviese negro.

Las ultimas dos personas que vio fue al rubio de ojos dorados y a su pequeño hermano; antes de que todo se volviese negro

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"—No, tu no vayas, Jasper—" lo detuvo la vampiresa menor, cosa que Edward afirmó al haber leído su mente. A ese punto, el mayor de los Cullen ya había salido disparado a la casa del azabache.

Los hijos del doctor, principalmente Edward, Rosalie y Emett, junto a Esme, se iban a ir en coches, era mucho mejor que ir a pie, como lo hizo Carlisle. Para no levantar sospechas y por si se necesitaba alguna ayuda material.

"—Tienen que ir a la carretera principal de salida, si llegan a tiempo...—" la angustia de Alice podía sentirse a mil kilómetros y la impotencia de igual manera al no poder acompañarlos, ya que aun era nueva vegetariana y Jasper más.

"—Rosalie, Emett, vayan a la casa del humano, sigan el aroma de papá, mamá y yo iremos a la carretera, esperemos y no sea demasiado tarde—" Edward rápidamente demandó, llamando a los mayores aún como mamá y papá, el plan se puso en marcha, aun nerviosos por lo que pudiese pasar, sin Alice era un poco difícil saber que decisión tomar.

Carlisle por su parte ya había llegado a la casa de su compañero, abierta de par en par, lo busco por todas partes, se dio cuenta de que el coche no estaba. En ese momento llegaron dos de sus hijos y lo subieron al coche.

Estaba ansioso, a pesar de ser una persona con extrema calma y paciencia, en ese momento no lo era y sus hijos quedaron impactados por eso.

"—Alice nos dijo que fuéramos a la salida de Alaska—" Rosalie se adelantó a decir mientras manejaba hacia dicho lugar.

"—Gracias, Rosalie, Emmett—" agradeció el doctor aun preocupado, ¿que era lo que había pasado? aun recordaba la noche anterior, el se veía feliz y relajado ¿por que ahora se quería ir?

Aunque se había dado cuenta que las cosas de los padres de Dante y las de Charlie ya no estaban, solo las del azabache ¿Se habían ido de casa? ¿Lo habían abandonado? La preocupación aumentó, no quería ni imaginar que era lo que había sentido su compañero con ese abandono, de una u otra manera su pequeña familia se había vuelto un espacio cada vez más seguro para él, y el hecho de que ahora se habían ido de su vida, de un día a otro, seguramente lo habían puesto mal e inestable.

Un sonido estruendoso interrumpió sus pensamientos, se acercaba una tormenta y por lo que había escuchado, los truenos estaban cayendo muy cerca.

En la carretera lograron ver el otro auto de la familia, por lo que se estacionaron detrás de este.
Carslisle logró oler el aroma de su compañero, por lo que no lo pensó dos veces el salir del coche y avanzar hacia donde provenía, La sangre se mezcló entre su olor dulce, haciendo que fuera más rápido.

Cuando llegó, se sintió débil, como si algo estuviera oprimiendo su pecho. Lo vio.

Tendido sobre el suelo del bosque, con la sangre saliendo de su cabeza y estomago, con Esme y Edward a cada lado suyo tratando de retener la sangre de manera olímpica. Rosalie y Emmett preferían ver desde lejos.

"—Probablemente ya es muy tarde, lo siento—" dijo Esme sosteniendo la cabeza del humano.

"—Lo... salvaré...—" como si reaccionara, el Cullen mayor empezó tratar de salvar la vida y alma del amor de su vida.

"—Tienes que convertirlo... vi las visiones de Alice—" dijo Edward mirando a su padre con expresiones caídas "—Lo vi, y no quiero que sufras de esa manera,

> no lo mereces... mereces la felicidad—"

La expresión llena de angustia cayo en el rostro de su amado, desde un principio el no quería verlo sufrir una vida de vampiro. Pero aun era joven, tenía muchas cosas que hacer aun, proyectos que terminar y experiencias que vivir.
Seria egoísta de su parte, y lo aceptaba, no quería una vida en la que el muchacho no estuviera en ella. Pero tenía miedo, miedo a un posible rechazo después de la transformación.

Miró hacia enfrente de el, Esme lo miraba comprensiva y amable, dándole todo su apoyo.

Lo tomó entre sus brazos para llevarlo a casa y poder hacerlo ahí, en camino hacia todo lo posible por mantenerlo con pulso, recostado en su regazo en los asientos traseros, con Edward conduciendo a toda velocidad posible.

Fueron los primeros en llegar a casa, Alice y Jasper no estaban, era algo predecible, el mayor escuchó el pulso ir disminuyendo cada vez más, no llegaría a su habitación, se encaminó a la sala más cercana, la biblioteca.

Sentado en el piso y con el cuerpo moribundo de su compañero en su regazo, acercó el rostro a su cuello, oliendo su esencia, sus labios temblaron y las escasas lagrimas querían salir de sus ojos dorados.

Abrió la boca y enterró sus dientes, inyectándole su ponzoña, abrazó su cuerpo como alternativa de auto control por su sangre.

Una reacción del cuerpo del azabache alertó al medico, había despertado repentinamente, por el dolor, ya que comenzó a gritar.

Por parte de Dante, se sentía en el infierno, jamás creyó en eso, pero ahora lo dudaba, todo su cuerpo se estremecía, sentía que el fuego corría por las venas de su cuerpo y al final de cada espasmo ardía, ardía demasiado.

Pero, como cuando era niño, Dante había llegado a un punto neutral, no sentía nada, era como si algo se rompía de nuevo. La tormenta afuera había aumentado más, tan fuerte como aquella noche, hace 13 años.

Pero la diferencia de esa vez, es que ante sus ojos, apareció él, el hermoso ángel que le decía palabras bonitas y lo hacia sentir seguro.

Carlisle Cullen, lo miraba preocupado, tenía su mano entre las suyas frías y las besaba.

"—Todo estará bien...—" escuchó su aterciopelada voz como si estuviese lejos y con eco; pero lograba entenderlo.

A pesar de la ensoñación de estar en los brazos del amor de su vida, recordó lo que había pasado, y tenia miedo.

"—Ellos... se fueron, yo... estoy solo...—" la voz quebrada salió de sus lastimados labios por lo nervios.

"—No, ya no estas solo, Dante, ya estoy contigo—" trató de decírselo con la voz más dulce y no cortada que pudo, sonriendole de manera tranquilizadora. Paso su mano por su mejilla, frente, cejas y cabello, con la esperanza de tranquilizarlo.

"—Eso... eso es muy bueno... Carlisle—" dejó caer su cabeza sobre el cuerpo del mayor.

Y de nuevo, todo volvió a ser negro para Dante, con la diferencia, de que ahora estaba mucho más tranquilo.

¹𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔  ✧ ཻུ۪۪˗ˏˋ៚┋𝖼𝖺𝗋𝗅𝗂𝗌𝗅𝖾 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora