Mis Niñeros.

🔥CAPITULO 17🔥

SIN EDITAR.

Esté capítulo será dedicado a una personita muy especial, JULS, chamita espero que te recuperes pronto, te mando todo mi apoyo dónde sea que la estés peleando y no traumes doctoras.

Muchos saludos y fuerzas.

🤒<<{Auguste}>>🤒

Llegamos a casa y me río de mi amigo, lleva a la pitufa montada sobre él con las piernas rodeando sus caderas y la cubre de las nalgas hacia abajo con una chaqueta.

¿Por qué? Por qué se mojaron.

Paulette: No te rías.

Auguste: No lo hago de ti pitufa, lo hago de él.

Paulette: Sí me avergüenzo antes de llegar a la habitación, no cuenten con que haremos algo.

Me callo la boca y abro la puerta para que entren, lo hacen, lo primero que nos chocamos al entrar es a Théo con LucLuc dormido en brazos.

Ve cómo estamos y el rostro sonrojado de nuestra mujer.

Théo: Cuidenla como se merece, beba en la semana te quiero en mi oficina.

Paulette: Adrien y André me dijeron que vaya a la de ellos.

Théo: Cuando termines ahí te vas a la mía beba, no era pregunta.

Le da un casto beso y se va sacando al niño de la casa.

Théo: No hay nadie en la casa aprovechen.

Lionel: Joder, genial.

Suelta la chaqueta y comienza a besar a nuestra mujer mientras va hacia mi habitación.

Entramos y cierro con seguro por las dudas, cuando me doy vuelta mi pitufa está de pie desnuda y mi amigo apreciando su cuerpo con una carpa en sus pantalones mojados.

Auguste: Eres la cosita más hermosa que haya visto pitufa.

Lionel: ¿Cómo quieres hacerlo dulzura?

Nos mira con decisión mientras se muerde el labio inferior, sus preciosos ojos azul grisáceos repasan nuestras erecciones marcadas en la ropa.

Paulette: Los quiero a los dos… adentro —si ya sentía que mi corazón se había detenido con sus siguientes palabras definitivamente me morí— de mi coño.

No digo nada, mientras Lionel la besa yo me saco la ropa hasta que estoy completamente desnudo al igual que ella, me acerco y la beso mientras mi amigo se saca la ropa.

Paso mis manos por todo su cuerpo disfrutando del tacto de su tersa piel, adentrando mi lengua en su boca en una guerra de lengua que ninguno queremos perder.

Me va haciendo caminar hacia atrás mientras nos besamos, hasta que mis pies se chocan con la cama y me empuja para que caiga sobre ella.

Se inclina hacia adelante y pasa su lengua por mi polla haciéndola brincar.

Auguste: Mierda…

Una electricidad me recorrió la espina dorsal cuando su lengua hizo contacto con mi polla.

Me hace acostarme bien antes de montarse sobre mí dándome la espalda, me mira sobre su hombro antes de bajar sobre mi polla.

Siento cada puto centimetro de mi polla ser tragado por su calor y estrechez.

Auguste: Oh…

Aquí no va a entrar otra polla, es imposible.

Es tan estrecha y caliente, que dudo mucho que una segunda polla entre, su interior traga mi polla perfectamente bien e incluso hasta dolorosamente un poco.

Lionel se arrodilla en la cama cuando mi pitufa termina acostada sobre mi pecho para dejarle una mejor entrada.

Se masajea la polla algunas veces antes de ubicarse y con una tortuosa y delirante lentitud entra estirando su carne con cada centímetro de su polla.

El calor se vuelve absolutamente consumidor y me tiene apretando la mandíbula haciendo mi mayor esfuerzo por no correrme en este momento.

Lionel: Oh… mierda…

Auguste: Es tan… tan… caliente…

Juntos sacamos ambas pollas hasta la mitad antes de volver a meterlas completamente, una sensación de agonizante placer me envuelve el cuerpo entero, mi mente deja de ir todo pensamiento coherente que alguna vez haya tenido.

Lo único que puedo pensar es más, más placer y lo consigo mientras más embestidas profundas le damos.

Lo hacemos una y otra vez, sintiendo como su caliente interior nos come por completo.

Paulette: ¡Ah!

Mis manos van a sus pechos mientras nuestras embestidas no cesan, tironeó los pezones y los aprieto con desespero.

Auguste: Ah… joder, sí…

Sus manos sacan las mías de sus pechos mientras gime con fuerza al igual que nosotros y las guía hasta su cuello.

Paulette: Hazlo…. Por favor…

Lo hago, la ahorcó con una de mis manos mientras Lionel se inclinaba para morder y besar sus pechos.

Auguste: Oh... Sí… Joder…

Seguimos embistiendo, su coño se contrae tanto que empezamos a sentir que expulsará una de nuestras pollas, pero no podemos hacer más que seguir embistiendo cuando la punta de nuestro placer está tan cerca.

Embestimos una y otra vez mientras la ahorcaba y Lionel se comía sus pechos.

Paulette: ¡AH!

Un chorro salió de ella por alrededor de nuestras pollas mientras nosotros seguíamos embistiendo sin parar, una, dos, diez veces más hasta que un segundo y mucho más fuerte chorro sale de ella al mismo tiempo que el nuestro llena su interior.

Auguste: Joder… sí… mierda sí…

Saco mi mano de su cuello, no quiero matarla.