Dalias | Flor que representa impulsividad, pasión y está flor es conocida por ser la flor de la traición.
Lissie
Pase toda la mañana horneando y en la tarde tome un ligero descanso, ya habían llegado varios pedidos, no eran tantos pero eran suficientes para tenerme devastada, si sigo a este paso terminaré odiando los panecillos.
Después de escuchar todo el día las canciones alocadas que Lena había puesto ya me dolía la cabeza.
—Estoy leyendo bajale a esa música. —ordene enfadada.
Lena solo me miró mal y se sento enfadada en el sofá junto a mi y no le quedó otra que quitar su pesada musica que no me dejaba leer, no necesitaba completo silencio para leer pero el ruido de esa música debería ser ilegal.
—Gracias. —le dije a Lena cuando quitó la música y me acomode mejor en el sofá para leer.
—¿Estan listos los pedidos? —preguntó Lena.
—Si, en un momento voy a entregarlos.
—¿Pero que hoy no quedabas con Javier?
Abrí los ojos y aparte un poco el libro, lo había olvidado, entre hornear tanto y ponerme a leer había apartado todos mis pensamientos.
Me levanté y fui directo a mi habitación para darme un baño, deje mi libro y las plumas que ocupaba para anotar en él sobre mi mesita de noche donde siempre tengo el libro que leo recientemente.
Mire el reloj y no era tan tarde, tenía tiempo de entregar los pedidos , claro, después de arreglarme para salir con Javi. Estuve toda la noche anterior muy emocionada no sé cómo se me pudo haber olvidado.
Me apresure y me coloque unos pantalones ajustados, un suéter con flores bordadas muy bonitas que yo misma borde y mis converse viejas de siempre y claro no podían faltar los aretes de margaritas que siempre me colocaba.
Baje las escaleras al instante de que termine de arreglarme el cabello y tome en un bolso las cajitas con pastelitos dentro que eran nada más que los pedidos, me acomode la bolsa sobre el hombro y abrí la puerta.
Y para mí sorpresa ahí estaba Javier.
—Hola mi florecilla.
—Hola Javi. —respondi.
El me dedico una linda sonrisa y miro mi bolsa con pastelitos con una ceja enarcada.
—¿Repartiendo pedidos?
—Mmm... Si.
Javier me miró y se apoyo en el marco de la puerta mirándome fijamente.
—Dejame adivinar, —dijo con una media sonrisa —, que se te ha olvidado lo de hoy, ¿Cierto?
—Si... P-pero perdón, deja entregar esto y nos vamos. —dije poniéndome roja.
—No te preocupes mi florecilla, te ayudare a entregarlos.
—¿En serio?
—Por supuesto, vamos o esos pasteles no se entregarán solos—dijo giñando un ojo por lo cual no se cómo no me desmaye al verlo.
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Mi Corazón De Peonia
RomanceLissie y Javier dos estudiantes nuevos de preparatoria se encuentran y se terminan enamorando poco a poco pero por obras del famoso destino se separan por un tiempo pero harán lo que sea para verse de nuevo. Y...¿ Qué será lo que nos quieren decir...