La profecía de los doce

33-Un nuevo inicio

Una semana transcurrió, los doce se iban recuperando lentamente de sus heridas, algunos más rápido que otros, sin embargo mientras ellos luchaban una fiera batalla por sus vidas, el mundo comenzaba a cambiar bruscamente. La noticia de "Los doce" y la revelación de la historia perdida, impacto a la ciudad de Naki y pronto llegó a todas partes del mundo, aquellos que ya sabían la verdad salieron de todas partes alzando la voz, incluso gente del bajo mundo donde aquella historia no había nadie que no supiera apoyaron la verdad.

La guardia civil perdió a la mitad de sus hombres, y paso a quedar a cargo de Michael, igualmente el decidió hacerse cargo de los doce, para apoyarlos en su nueva misión y servirle como aquella guía que el "Señor" no pudo ser,  la familia del "Señor" fue repudiada, y tuvieron que marcharse, así mismo, en apenas una semana el mundo entero estaba en espera de la recuperación de los doce.

—Agnis ¿Estás lista para irte del hospital? — Cosme pregunto ayudando a la chica a llevar su bolso.

—No tienes que hacer eso, Cosme, me has ayudado mucho durante toda la recuperación — sonrió la chica sacudiendo la cabeza de un lado a otro —. Realmente me gustaría quedarme, para acompañar a Leinali.

Agnis echo la cortina que separaba su cama de la otra dejando expuesta a Leinali, aún dormida.

—¡No te preocupes, Leinali se pondrá bien pronto, voy a acompañarla todo el tiempo! — exclamó Cosme caminando hasta la puerta.

Agnis se quedó mirando a su amiga, la cual se encontraba vendada de pies a cabeza, su estado le preocupaba terriblemente, pero trataba de disimular para no angustiarla, durante su estancia en el hospital siempre trato de estar animada y contarle chistes, a pesar de que ella misma ni siquiera podía caminar bien.

—Ten cuidado, tus piernas aún no están del todo bien — dijo Cosme procurando que Agnis tuviera el mayor cuidado al caminar.

—Ya lo sé, seré cuidadosa, Cosme — suspiro nuevamente acostumbrada a ver a Cosme tan alterado y preocupado como le es habitual.

—Vendré a visitarte pronto — Agnis murmuro, cerrando la puerta de la habitación.

—Virga también está aquí — explico Cosme acercándose a una de las habitaciones y tocando lentamente —. Perdió la audición temporalmente, pero ya la está recuperando.

Elliot abrió la puerta con una sonrisa, y al pasar se fijaron que Virga tenía algunos vendajes, estaba descansando en la cama con una sonrisa.

Cosme hizo una seña para saludarla, la cual Agnis imitó.

—A Virga le alegra que ya te hayan dado de alta — exclamó Elliot.

—Yo sé que pronto a ti también te darán de alta, Virga — exclamó Agnis sonriente y mostrándole el dedo pulgar alzado.

Finalmente salieron del hospital, dónde Licia, Eriko y Satoshi los esperaban con un cartel que la felicitaba por su recuperación, Licia tenía aún varias vendas en su cuerpo y una que otra herida, así mismo con Eriko, Satoshi era el único que no parecía tan lastimado.

—¡Vaya! Muchas gracias — exclamó con ganas de dar saltitos y bailar, pero tratando de calmarse, pues debía ser gentil con sus movimientos.

—Finalmente estás bien, Agnis — exclamó Satoshi con una sonrisa amable —. Pronto estaremos todos de nuevo.

Agnis asintió emocionada.