Sweet August. [CHESTAPPEN]

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Ultrasonido

El viento helado soplaba en las calles de Londres mientras Max caminaba junto a Lewis y Sebastian hacia el clínica. Se abrazaba a su abrigo, tratando de mantenerse abrigado. A pesar del frío, su corazón estaba lleno de emoción y nerviosismo.

Lewis rompió el silencio y le sonrió a Max. —¿Estás listo para ver a tu pequeño bebé, Max?—

Max asintió con una sonrisa tímida. —Sí, estoy emocionado, pero también un poco asustado. Nunca había venido sin Checo.—

La cita coincidió con una reunión importante que Checo no pudo cancelar, y además, era un fin de semana de carrera, lo que hizo que algunos de sus amigos no pudieran acompañarlo y tuviera que recurrir al extremo de pedirle a Lewis que lo acompañara, y a pesar de que él ya se había retirado en sus épocas de adversarios tuvieron demasiados roces, pero el tipo parecía ignorar todo eso con el fin de poder llevarse bien con el esposo de quien consideraba uno de sus mejores amigos.

—No te preocupes, amigo—, dijo Sebastian mientras le daba una palmadita en la espalda. —Estaremos contigo en cualquier momento y si te sientes mal, ese bolso de Lewis parece lo suficiente resistente para una carga—

Con Sebastian fue una cosa diferente, lo acompaño solo porque los otros chicos quisieran asegurar que Max y Lewis no se fueran a pelear por el mínimo roce, ninguno confiaba en esos dos.

Soltando una risa Max miro de Seb a Lewis quien había puesto los ojos en blanco por el comentario —Gracias, chicos. De verdad no me gusta venir solo, todo me hace poner demasiado nervioso para mi gusto—, dijo Max.

Era finales de febrero en Londres. Max y Checo habían decidido pasar el resto del embarazo allí y aunque sus planes eran que el bebé naciera en Mexico lo hablaron con otros familiares y al final terminaron escogiendo a Londres como el lugar de nacimiento para el bebé. Aunque Max extrañaba su hogar en México, allí tenia una paz que estaba seguro en ningún lugar podría conseguir.

Entraron a la clínica y se dirigieron a la sala de espera. Max se sentó nerviosamente y jugueteó con sus dedos mientras esperaban su turno. Sebastian se acerco a la recepción para confirmar su llegada y se sentó junto con el.

El tiempo en la sala de espera parecía interminable para Max, pero finalmente llegó su turno. Lewis y Sebastian lo acompañaron hasta la oficia de la doctora, asegurándose de que se sintiera lo más tranquilo posible lo cual Max agradecía.

La auxiliar le sonrió cálidamente a Max mientras lo hacia preguntas de rutina y tomaba su presión y signos vitales. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba ver como si fuera por primera vez a su pequeño bebé en la pantalla.

Había tenido con esta 5 citas prenatales, y en todas siempre estaba tan nervioso como si fuera la primera vez, el hecho de su bebé tuviera algo mal siempre lo ponía a mil.