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Pañal / Cólicos. 

A los cinco meses de edad, Emilian estaba atravesando una etapa difícil: la dentición

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A los cinco meses de edad, Emilian estaba atravesando una etapa difícil: la dentición.

Max y Checo se encontraban lidiando con las consecuencias de este proceso en su hijo. Emilian estaba irritable, con cólicos y sufriendo de diarrea, lo que había convertido esa ultima semana en insomnio para ellos dos, noches irritables para su bebé y lo peor de todos, los pañales.

Cuando Max estaba embarazado de Emilian habían hecho un trato, el se encargaría de traer al mundo al bebé más lindo del mundo y su marido se encargaría de todos los cambios de pañales durante el primer año de vida.

Checo había aceptado sin dudarlo, pero no pensó que pasaría por esta etapa de cólicos horribles, aunque esa noche, mientras intentaban calmar a Emilian, que lloraba inconsolablemente, Max y Sergio se miraron el uno al otro con preocupación y agotamiento.

Se encontraban en la habitación de su hijo, que estaba llena de juguetes motrices y pañales sucios, pero nada parecía aliviar el malestar de su hijo.

Sergio se encontraba cargando a su hijo mientras Max organizaba todo, recogiendo la basura e intentando poner un poco más fresco y organizado el cuarto.

—No puedo soportar verlo así amor, míralo, hasta ahora se calmó, mi pobre bebé —lloriqueo Sergio, sintiéndose impotente ante el sufrimiento de Emilian.

Max suspiró, sintiéndose igualmente abrumado por la situación pero sabia que era una etapa, los millones de libros que leyó en su embarazo lo habían informado y aunque estaba informado, era muy diferente verlo en su hijito.

—Creo que solo podemos seguir intentando calmarlo y brindarle nuestro amor. Esta etapa pasará y ahora que se durmió, deberías de colocarlo en la cuna, miremos si descansa así sea una hora, tendré lista su leche.

Sergio arrullo un poco más a Emilian, siempre que lo veía encontraba cosas diferentes, las primeras semanas se parecía demasiado a Max, su piel clara, su cabello que paso de ser oscuro a rubio y nuevamente se opacó, esa misma nariz y la forma de su boquita. Pero ahora era un mini Checo, su piel se volvió un poco trigueña, su cabello ahora era de un lindo café con algunas ondulaciones, sus ojos eran un poco claros, y lo que más amaba Max, sus pequitas, antes no se notaban, pero ahora tiene pequeñas manchas por toda su carita las cuales Max amaba besar y que hacía reír a Emilian.

Con cuidado coloco a Emilian en su cuna, el bebé revoloteo un poco antes de suspirar y quedarse quito.

Igualito a su padre, pensó Sergio.

Duraron una semana más así, con Checo haciéndole masajes en su pancita de bebé para que los cólicos bajaran y Max sacando a la calle las bombas de su hijo.

Ellos nunca pensaron que un bebé podía hacer del cuerpo tanto. 

Sweet August. [CHESTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora