Mini Fics | Drarry

02

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EL CLON
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Severus no era especialmente alguien sentimental, su primer y único amor se había ido de su lado por sus errores, nunca pudo perdonarse perder a Lily, por lo tanto Severus se había acostumbrado a una vida solitaria, no se dejaba sentir nada por nadie, pero cuando se hizo amigo de Narcissa, una vez que Lucius los presentó, supo que su vida iba a cambiar de alguna forma, un sentimiento se alojó extraño en su pecho, lo ignoro entonces, pero después de años sumido en su solitaria vida, llegó Draco, Narcissa había insistido en que asistiera a la espera del parto, ya que ella y Lucius habían decidido que Severus sería el padrino de ese pequeño niño.

Una vez Draco nació, Severus entró a ver al recién nacido junto a Lucius unos días después, Narcissa insistió en que lo tomará en brazos y saludará a su ahijado, cuando el pequeño cuerpo del niño fue depositado en sus brazos algo lo hipnotizó, el niño se quejaba entre sus brazos algo incómodo, arrugaba su nariz y botaba baba por su boca, Severus se lamentó de no saber como tomarlo de la forma correcta para que no llorara, el bebé con mejillas rojas y cabellos dorados tras un par de segundos moviéndose logró encontrara una posición cómoda relajándose entre aquellos brazos, abrió sus ojos grises chocando con los oscuros de Severus, el bebé se rió extendiendo su mano hacia uno de los cabellos negros del adulto divertido de tocarlo y entenderlo en sus gordas manos.

-Draco, conoce a tu padrino, Severus Snape.-El bebé balbuceo tirando del cabello negro con algo de fuerza. -Es...hermoso ¿no?

Severus vio a Narcissa y no pudo evitar asentir, ese pequeño niño con apenas unos días de vida había logrado despertar algo en su pecho que no creyó que algún día alguien sería capaz de mover de nuevo.

-Bienvenido Draco.

Simplemente ese bebé había robado su corazón, Narcissa y Lucius no habían podido darle un mejor regalo que ser el padrino de esa criatura que se veía tan indefensa.

Pero eso no significaba que él hubiera cambiado su personalidad al completo, Severus siguió siendo el mismo Severus de siempre, solo que ahora tenía un compañero de por vida que lo seguía a todos lados aún cuando a penas sabía caminar, al inicio Draco lloraba por horas hasta que Severus lo cargaba y lo llevaba con él al laboratorio, y solo tocaba lo que Severus le acercaba para tocar, cuando aprendió a Gatear Severus tuvo que darse el cuidado de siempre mirar a sus pies, pues Draco no paraba de gatear y lo hacía rápido a todos lados, esa etapa para Severus fue un verdadero dolor de cabeza, ya que en una ocasión distraídamente había pisado uno de los deditos del bebé, el accidente no había pasado a mayores, pero para el pelinegro había sido casi como aplicarle un Crucio al bebé. Para cuando Draco aprendió a caminar realmente no había sido mucho martirio para él, más bien había sido un dolor de cabeza para Lucius, pues la entretención de Draco para gastar sus energías básicamente era perseguir a la pavos albinos y cuando se cansaba de perseguirlos estos lo perseguían a él, a veces Severus se sentaba con Narcissa en el jardín solamente para ver cómo un gordito niño rubio huía de una manada de pavos albinos.

Uno de sus recuerdos favoritos era cuando Draco regresó de sus compras en el callejón Diagon, el chico estaba demasiado emocionado, entró a su casa vistiendo la túnica negra de hogwarts y jugando con su varita, aún no lo controlaba en su totalidad, por lo que uno que otro jarrón o cuadro explotaron, Severus se sentó en uno de sus sillones dejando las galletas en la pequeña mesa mientras que Draco solo corría a todos lados.

-¿Está genial, no? -El rubio se detuvo enfrente de él extendiendo su capa y dando vueltas divertido. -¿Me veo guapo, padrino?

-No seas engreído, niño malcriado.-Gruño Severus tomando una galleta y un libro.