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El secreto de Albus.

No podía evitar caminar por todos lados o si se quedaba quieto en un lugar era inevitable que su pierna no empezará a sacudirse como loca, estaba completamente ansioso, Albus, su hijo de enmedio traería a alguien a casa, eso era algo completamente nuevo ya que ni siquiera James quien era su hijo mayor habia llevado oficialmente a alguien asi que esto era una experiencia totalmente nueva, miro el reloj, aún quedaba una hora para que el tren llegara.

-Nunca nos hablo de nadie, y todas las semanas les mandamos cartas a los tres.- Exclamó agitando sus manos en desespero, sentada tomando una taza de café estaba su ex esposa quien parecía divertida con la situación y mejor neutralizada que él. -¿Si quiera sabemos quienes son sus padres? ¿Cómo es que James y Lily no dijeron algo? ¿Y si es mala influencia?

-Albus siempre ha sido reservado, lo sabes, James y Lily debieron ser sobornados por Albus, siempre han sido una coalición fuerte cuando se trata de ir contra nosotros, tú no lo entiendes, Pero es algo natural entre hermanos. -Harry tenía rostros de querer arrancarse los pelos de la cabeza con las manos. -Debes relajarte, hablas de Albus, de los tres es quien tiene mayor sentido del peligro, por Merlin, ya casi tiene 16.

-Es un bebé, un niño.- Decidió que no torturaria más a Ginny con su impaciencia por lo tanto dejo la cocina y se encamino a su patio, un cigarro le vendría bien.

-¡Me preocuparía más de Lily! Esa pequeña es muy adelantada...

Ginny no ayudaba a su ansiedad para nada, así que decidió solo sentarse en una de sus bancas del jardín y encender ese cigarro.

Cada uno de sus hijos era un mundo distinto, James era una copia de Sirius, siempre recibía cartas de Mcgonagall por su culpa, ya fuese por alguna broma o rebelión, sus cartas siempre eran un desastre, era un muchacho astuto, pero no siempre ocupaba bien esa astucia.

Lily, su única hija y la menor, era, preciosa, y... Manipuladora, Ginny no bromeaba cuando decían que en realidad era adelantada a su edad, James sufría mucho las consecuencias, amaba a sus hijos, Pero Lily sacaba provecho de lo lento que podía ser James.
Y que Ginny probablemente sabía más sobre la vida de su pequeña en Hogwarts de lo que le contaba a él.

Y Albus... Él era callado, siempre pensando antes de actuar, era sumamente inteligente y tranquilo tanto como sus genes lo permiten, a diferencia de sus hermanos quienes eran dos remolinos Albus era quieto, nunca hablaban de sus sentimientos o de sus vivencias, la última vez que hablaron de esa manera fue tras su ceremonia de selección, siendo el primer Potter en generaciones en ser seleccionado en Slytherin y eso le trajo muchas inseguridades en especial porque estaba rodeado de Gryffindors, menos mal habían logrado controlar la situación y Albus ganó un gran apoyo por parte de su familia, en especial de Teddy quien lo aconsejo y acompaño.

Tras ese primer año Albus era alguien nuevo, no había notado cuando fue que su hijo dejo de ser ese pequeño niño tímido que se escondía detrás de su madre cada que alguien nuevo se acercaba a ser ese muchacho tan educado y maduro que desconocía, y ahora, ese pequeño traía una pareja de la que no sabía nada.

Ya había agotado dos cigarros cuando Ginny salió de la casa.

-Lily dice que primero pasarán a dejar unas cosas en la casa de esta persona misteriosa, y luego tomarán la red flu. -Ginny se sentó a su lado mirando el cenicero con una ceja levantada. - Pensé que lo habías dejado.

Harry rodó los ojos cruzando sus brazos.

-No pude.- No necesitaba que lo regañaran ahora.

-Debes relajarte, siempre que te pones así las cosas terminan mal, Albus por fin trae a alguien a casa, y eso es bueno, confia en nosotros, no podemos estropearlo o si no nunca más le interesaremos. - Lo sabía, era parte de sus problemas, Pero no podía evitarlo, para él ellos siempre serían sus bebés.

Mini Fics | Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora