11

34 0 0
                                    

Libre de amores.

Analizó el ramo de flores frente a él, era precioso, al menos unas quince flores, entre ellas rosas, junto al ramo una nota, una nota de amor, reconocía la letra, estaba firmada, Harry Potter y un corazón mal dibujado, conocía a su pésima letra y sabía que lo más seguro habría intentado mejorarla Pero se rindió a mitad de la corta dedicatoria.

Era un ramo de flores perfecto, olía fresco y aún goteaban un poco de agua, estaban recién compradas, el color vivo de ellas también podía expresar lo frescas que estaban.

"Flores para el ladrón de mi corazón, cena a las 19.00 ;)" –Harry Potter <3

Corto, cursi y torpe.

No pudo evitarlo, sonrió levemente, se acercó un poco más para oler las flores e imaginar a Harry comprarlas, moría de amor por dentro.

–Que bellas.–No se había percatado de sus ojos cerrados hasta que sintió a Lavander hablar, la chica estaba parada frente a él con la mayor sonrisa que había visto. –¿De su pareja? Es un gran detalle.

–Es un bonito detalle, si, ¿Sucede algo? –La chica rio un poco, mientras que Draco dejaba las flores en uno de sus floreros de su oficina, sin duda daban un toque de vida y color a la fría oficina.

–Si, el señor Nott llamó, quiere hablar con su padre.–Decia emocionada.

Draco miró de reojo las flores antes de volver a enfocarse en lavander, el dilema con el señor Nott era gigante, se aproximaba una alianza, lo sabía, su padre y los Nott habían trabajado por qué sucediera, el que se aliaran significaba un gran crecimiento para ambos, pero ahora Draco no estaba seguro si acaso era lo mejor.

–Bien... Dile al señor Nott que se lo comunicaré a mi padre, y que la cita será dentro de lo pronto posible. –Draco volvió su vista a sus documentos.

Lavander se retiró.

El día debía continuar, pero Draco no dejaba de mirar la hora y lo tardoso que era llegar a las 7.

Harry lo esperaba como siempre en la salida, está vez con un ramo pequeño, sus mejillas se sonrojaron al ver el pequeño ramo de Narcisos en sus manos, era un gran detalle, amaba los Narcisos por su madre.

La cena fue como siempre, espectacular, los modales ensayados con torpeza de Harry le hacían siempre reír, la pobre etiqueta que olvidaba y las miradas avergonzadas por su parte cada que Harry le decía algo bonito, sin duda un ambiente perfecto para él.

Eran las nueve cuando ambos caminaban en dirección a su hogar tomados de las manos, era dulce, siempre lo dejaba en la puerta de hogar y despedía con un pequeño beso en sus labios, era todo de película.

Draco se sentía como un adolescente enamorado por primera vez.

Eso provocaba Harry.

Una vez dentro de su hogar se topa con sus padres en la entrada, estaban arreglados y molestos.

–Hasta que al fin llegas, no respondes las llamadas, no sabemos a dónde fuiste, y llegas todo extraño ¿Con quién andabas? –El ataque directo de su madre lo hace tambalear.–¿Y esas flores?

La mirada acusadora de ambos lo hace pensar rápido en una mentira blanca.

–Son para ti madre, Narcisos, tuve que hacer unas diligencias administrativas, solo un par de firmas irrelevantes que comprobar, y pase por fuera de una floreria cuando fui por un cafe, no pensé que me demoraria tanto.–El ojo de su madre lo analiza con cuidado unos segundos antes de sonreir y recibir las flores.

Mini Fics | Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora