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1, 2, 3. ¡Las traes!

Su pecho se movía agitado debido al esfuerzo de correr, temia que su respiración fuera lo suficientemente fuerte como para llamar su atención, así que con cuidado se asomo por la pared delatando así como Harry lo buscaba detrás de unos viejos muebles del salón, rió un poco ante la vista de un frustrado Potter.

-Sea dónde estés te encontraré- Grito Harry con un tono divertido.

Draco rio despacio, y al notar como se acercaba a su lugar oculto decidió moverse con cuidado e intentar salir del viejo salón, eso termino por llamar la atención del moreno.

-¡Te vi, eres mío Malfoy! - Ambos corrieron fuera del salón entre risas, Harry perseguía a Draco por los grandes pasillos iluminados llenos de alumnos de Hogwarts.

-¡No me alcanzarás! -Entonces giro hacia el gran salón.


-¡Malfoy! -Canto Harry con un tono alegre. -Sal de dónde estés Draco.

El rubio cubría su boca y nariz aterrado, si Harry lo encontraba era el fin de todo.

Siempre gustaron de jugar a las traes, era divertido... Pero ahora no lo era.

Se inclino un poco notando a Harry patear unos pupitres, estaba enojado, lo sabía, noto su varita preparada para apuntar en cualquier segundo, su rostro arrugado del disgusto colocando atención al mínimo ruido.

-Vamos Draco... Sabes que te encontraré, siempre lo hago.- Rió burlesco el moreno volviendo a patear un pupitre.

Mientras que el rubio podía sentir como una lágrima temerosa caía de sus ojos.

-¡Te atrapé! -Grito Harry tomando la cintura del desprevenido rubio quien se dejó abrazar entre grandes risas antes de caer al pasto mojado aún abrazados.

El moreno sin soltar a Draco se coloco encima de él juntando sus narices, aún reían, pero sus respiraciones estaban más tranquilas luego de la maratón que recorrieron por todo Hogwarts.

- Tú las traes.- Grito divertido antes de soltar al rubio y echarse a correr.

Draco en cambio se tomó un segundo en el pasto mirando las nubes del cielo, estaba radiante ese día, a penas con brisa, era un día hermoso.




-¡Dejame!- Grito al sentir como Harry rozaba su mano intentando alcanzarlo.

Ambos corrían por los pasillos destruidos llenos de cadáveres y más gente peleando de Hogwarts, había estallado la guerra, y ninguno estaba en el mismo bando.

Draco luchaba por qué nada lo golpeara, ya fuera un escombro o un hechizo, incluso que Harry no lo atrapará, estaba asustado, tenía miedo de lo que era capaz el moreno, lo había visto, era poderoso, y resentido.

-No sirve de nada que huyas como en los viejos tiempos bebé, este juego es de una sola partida. -Gritaba un poco a la distancia, gracias a que una pared se había derrumbado separando un par de metros, eso le daba ventaja.

Así que doblo por el gran comedor.



-Te amo, ¿Lo sabes?

Luego de un largo juego gozaban de descansar con un vaso de agua en los comedores donde Dobby era quien los recibía gustoso con una garra y un par de galletas caseras.

-Lo sé, y yo te amo más.- Tomo la mano de Harry con cariño.

Era apenas su cuarto año, el inicio, pronto llegarían las escuelas extranjeras para el torneo de los tres magos donde Draco esperaba que Harry no estuviese involucrado.

Este parecía ser un año tranquilo.
Y esperaba que se mantuviera así.





-Te atrapé.-Antes era dulce el agarre en su cintura, hoy era con odio y dolía como lo lanzaba al suelo con aquella fuerza que desconocia, su cuerpo hizo un ruido sordo en el pasto, se había golpeado la cabeza.

Todo dolía.

Harry lo miraba desde arriba, pisando su muñeca izquierda dejando ver aquella mancha negra que le había traído tantos problemas desde aquel verano cuando cursaban quinto año, aquella marca habia destrozado su vida entera, le habia arrebatado todo lo que mas quería, a sus padres, su hogar, sus amigos... Y a Harry.

Una varita se alzó frente a Draco, cerro sus ojos con fuerza esperando el golpe de algún hechizo.

-¿Porqué? - El apretón en su muñeca aumento notablemente.

Draco se obligó a abrir sus ojos encontrándose con las dos esmeraldas brillosas más valiosas de su vida empuñando aún esa arma mágica contra él con el mayor dolor y odio que este podría tener.

-¿Por qué me traicionaste de esa manera? -El tono de Harry sonaba doloroso.

-No tenía opción... Él me iba a matar.-Su voz tembló.

-Si tenías opción, lo sabes, yo te hubiese ayudado, ¡Yo hubiese hecho hasta lo imposible para salvarte si me lo hubieras pedido! -Draco estaba cansado, habían discutido eso mil veces, nunca llegaron a nada, su mano se adormecía por el corte de circulación que el apretón del pie le causaba. -¡Yo te amaba!

-¿Y luego qué, Harry? El señor tenebroso habría ido tras mis padres y no me lo hubiera perdonado nunca. -Suspiro- Y no me vengas con que el Viejo hubiese podido ayudar... Él solo usaba a la gente con su manipulación... Yo no era una pieza que le sirviera.

El apretón desapareció, y el moreno se quitó de encima sentándose a un lado.

Draco miraba el cielo oscuro manchado por los humos del incendio que provenía del estadio.
Estaba hermoso como el cielo siempre había sido.

-Te habría ayudado...-Harry lo miraba con dolor. -Pase estos años tratando de alcanzarte, Pero siempre has sido tan escurridizo.

-Nada cambiará lo que hice ¿Lo sabes, no? Tu misión es matarme, hazlo ahora o volveré a huir... -Harry levanto su varita nuevamente, el rubio en un pequeño intento tocó la punta de su zapato manchado. - Tú las traes por cierto.

Siempre amo el color verde por que era el color de su casa, y también porque era el color de los ojos de Harry, y ahora era el color que le quitaba la vida... Pensó que el color en los ojos de Harry era muy similar al Avada kedavra... Brillaban similar.

Pero el color en los ojos de Harry siempre sería su verde favorito.

Mini Fics | Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora