El opulento dormitorio de Jennie era un santuario de lujo, una encarnación de la elegancia y la comodidad. La habitación exudaba sofisticación con sus muebles ricamente decorados, cortinas de seda que ondeaban suavemente con la brisa y un candelabro que emitía un brillo cálido y acogedor. Las paredes estaban adornadas con exquisitas obras de arte, y lujosas alfombras acunaban sus pasos mientras se movía.
Sentada en su amplio escritorio de estudio, las yemas de los dedos de Jennie se deslizaron por la superficie lisa de su computadora portátil. A su alrededor había estantes llenos de libros cuidadosamente ordenados y premios académicos que brillaban en la suave luz ambiental. Una bandeja de bocadillos gourmet estaba cerca, al alcance de la mano.
Al otro lado de la ciudad, la modesta habitación de Lisa contrastaba fuertemente. La tenue luz de la lámpara luchaba por penetrar los rincones de la habitación, proyectando sombras alargadas sobre las paredes lisas. Una sola ventana pequeña revelaba un atisbo del cielo nocturno, y un escritorio desgastado estaba repleto de libros de texto y cuadernos. Lisa se sentó encorvada sobre su escritorio, con el ceño fruncido por la concentración.
Jennie tomó un sorbo de su vaso de cristal de agua con gas y miró alrededor de su santuario. Todo estaba arreglado meticulosamente, un testimonio de su comodidad y privilegio. Sin embargo, mientras miraba la pantalla de su computadora portátil, sus pensamientos se desviaron hacia el encuentro con Lisa.
Mientras tanto, los ojos cansados de Lisa escanearon las páginas de su libro de texto, su determinación brillando a través del cansancio. La habitación podría haber carecido de opulencia, pero mantuvo una tranquila perseverancia. El sonido de la risa de la calle abajo le recordó la energía vibrante del mundo fuera de su ventana.
Mientras Jennie escribía en su computadora portátil, su mirada fue capturada momentáneamente por una fotografía enmarcada de ella y sus amigos. El recuerdo de su encuentro con Lisa tiró de sus pensamientos, recordándole las marcadas diferencias que separaban sus vidas.
Lisa se frotó las sienes, tratando de concentrarse en las palabras frente a ella. De vez en cuando le echaba un vistazo al viejo reloj de pared, un recordatorio constante del paso de las horas. Suspiró, sus aspiraciones mezclándose con el cansancio que se asentaba en sus huesos.
Jennie se recostó en su silla, sus pensamientos en conflicto. Estaba rodeada de privilegios y eso le gustaba.
En la habitación de Lisa, un suave golpe en la puerta interrumpió su concentración. Su hermano mayor, Jacob, estaba allí de pie, con una pequeña sonrisa en su rostro.
Jacob: "Hola, hermana. Solo quería ver cómo estabas. ¿Necesitas algo?"
Lisa: (sonriendo) "Gracias, Jacob. Estoy bien. Solo trato de terminar esta tarea".
Jacob: "Estás trabajando duro. Sigue así".
Cuando Jacob se fue, la sonrisa de Lisa permaneció. Puede que su familia no tuviera mucho, pero el amor y el apoyo que compartían significaba todo.
De vuelta en la habitación de Jennie, cerró su computadora portátil con un suspiro. El encanto de su lujoso entorno no podía ahogar por completo la inquietud que sentía por el marcado contraste entre su mundo y el de Lisa.
La noche transcurrió, cada uno en su mundo, rodeado de sus circunstancias. Sin embargo, cuando la luna arrojó su resplandor sobre la ciudad, se formó un hilo de conexión que les recordó que incluso en sus diferencias, ambos navegaban por sus caminos en un mundo lleno de desafíos y aspiraciones.
------------------------------------------------------------------
Al dia siguiente después de la escuela, Jennie se encontró sentada con sus amigas, Rose e Irene, en su lugar habitual en el patio de la escuela. El cálido sol de la tarde arrojaba un suave resplandor sobre la escena mientras charlaban y reían.
ESTÁS LEYENDO
¡¿Convertirte en Jennie King?!
RomanceEn el glamoroso mundo de Elite High School, dos chicas de orígenes muy diferentes encuentran que sus vidas se entrelazan de maneras inesperadas. Jennie King, la abeja reina de la escuela, parece tenerlo todo: riqueza, popularidad y una vida aparente...