Humiliation

652 61 3
                                    

Lisa se miró en el espejo de cuerpo entero que colgaba en la pared de su habitación. Su reflejo devolvió una mirada decidida, un contraste con los ojos dudosos que solía tener. Su cabello rojo, una vez brillante y lleno de vida, ahora parecía una sombra de su antigua yo. Esa antigua Lisa era demasiado confiada, demasiado ingenua, siempre creyendo en lo mejor de las personas.

Con una respiración profunda, tomó la botella de tinte negro que había comprado en la tienda de belleza. El color era intenso, casi absorbente, un símbolo perfecto de la transformación que estaba a punto de emprender. Era un cambio que había estado considerando durante un tiempo, pero nunca antes había tenido el coraje de realizar.

Aplicó el tinte, mecha por mecha, con una precisión meticulosa. Con cada trazo de la brocha, observaba cómo su antiguo yo desaparecía bajo la oscuridad del tinte. Cuando terminó, se quedó un momento mirando su reflejo. Ya no era la misma Lisa, la chica de cabello rojo que siempre sonreía a pesar de todo.

El corazón de Lisa latía con fuerza en su pecho. Jennie, su amiga de toda la vida, no la había invitado a la fiesta. Eso la había dolido profundamente. ¿Había hecho algo malo? ¿Había dicho algo que hubiera ofendido a Jennie? Las preguntas giraban en su cabeza, aumentando su ansiedad.

Luego, se dirigió a su armario y sacó el vestido de lentejuelas que había estado guardando para una ocasión especial. Era un vestido que brillaba bajo la luz, capturando cada rayo y reflejándolo en un arco iris de colores. Se lo puso y se volvió a mirar en el espejo.

El vestido, junto con su nuevo cabello negro, la transformó. Ya no era la Lisa que todos conocían. Era más fuerte, más segura. Estaba lista para enfrentar lo que viniera, sin importar cuán desafiante pudiera ser.

Así que, con una última mirada a su reflejo, salió de su casa y se dirigió a la fiesta, decidida a enfrentarse a Katy, una persona que no era su amiga pero que había tenido una gran influencia en su vida. Y, tal vez, encontraría respuestas sobre Jennie. No importaba lo que Katy o Jennie le lanzaran, Lisa estaba lista para enfrentarlo.

------------------------------------------------------------------

La fiesta en la casa de Jennie estaba en pleno apogeo. La música, proveniente de un DJ contratado especialmente para la ocasión, retumbaba en las paredes, haciendo vibrar el suelo bajo los pies de los invitados. La risa y el bullicio llenaban el aire, creando una atmósfera de alegría y diversión. Los invitados, un colorido mosaico de personalidades y estilos, bailaban y charlaban, disfrutando de la noche.

En un rincón, un grupo de amigos se reía mientras jugaba a un juego de mesa. El juego, uno de esos complicados con muchas piezas y reglas, se había convertido en el centro de la diversión. Las risas se intensificaban con cada jugada absurda, y las bromas volaban por todo el lugar, creando un ambiente de camaradería y diversión.

En la cocina, Jennie y algunos amigos se encontraban alrededor de la isla de granito, preparando cócteles y bocadillos. La risa y las bromas se mezclaban con el sonido de las bebidas siendo mezcladas y las patatas fritas siendo mordidas. Cada nueva creación culinaria era recibida con aplausos y risas, y la cocina se había convertido en un centro de actividad y diversión.

En la sala de estar, un grupo de personas se había reunido alrededor del gran piano de cola. Un chico con una voz increíble estaba cantando, su voz resonando en la sala y atrayendo a más personas. Otro chico, con una habilidad impresionante en el piano, acompañaba la canción, sus dedos volando sobre las teclas. Los demás se unían en el coro, creando una melodía encantadora que llenaba la habitación y atraía a más personas a unirse.

En el jardín, algunos invitados disfrutaban del aire fresco de la noche. Algunos estaban sentados alrededor de la hoguera, sus rostros iluminados por el fuego mientras compartían historias y risas. Otros estaban tumbados en las hamacas, mirando las estrellas y disfrutando de la tranquilidad de la noche, un contraste bienvenido con el bullicio del interior.

¡¿Convertirte en Jennie King?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora