A CHANGE FOR LOVE ♡WINRINA♡

Born Without A Heart

《WINTER》

El dolor en mi espalda es una maldita tortura, incluso el roce de la ropa con mi piel hace todo un reto que pueda caminar correctamente y no de señales de dolor. Es una molestia pero al menos no es mi rostro el que recibe toda su furia, bueno, la mayor parte del tiempo no lo es.

El aborrecible olor a alcohol barato me golpeó directamente en la cara cuando puse un pie dentro de casa. Es viernes, es normal que ya se encuentre bebiendo, siempre lo hace cuando llega el fin de semana y tiene dos días para descasar.

-Hasta que por fin te dignas a aparecer- Cerré la puerta lentamente. Odia el ruido cuando esta bebiendo y es mejor no provocarlo después de lo que ocurrió -¿Hiciste lo que te ordene?- Apreté los labios cuando vi las botellas vacías y las colillas de cigarrillo -Es un buen cliente. Si fuiste grosera, vidas te faltaran para escapar de mí.

Un escalofrió me recorrió el cuerpo cuando sus ojos rojos por la droga y el alcohol me miraron fijamente.

-Lo hice bien- Respondí, dando un paso más cerca de mi habitación y lejos de él.

-Si recibo aunque sea una queja de mis clientes, me las pagarás- Pasé saliva cuando alzó una botella y le dio un largo trago que terminó casi con la mitad -No sirves para nada más, así que esa es tu única forma de regresarme el dinero- Se carcajeo ruidosamente cuando me miró de arriba para abajo -Que seas bonita al menos sirve para algo.

Al tener la guitarra en mi espalda no me quedó de otra que abrazarme a mí misma. Con el temor instalándose en mis extremidades, impidiendo que huya.

La vida me dio otro golpe en todo el rostro cuando la botella se le resbaló de las manos y cayó al suelo, tirando todo el alcohol cuando el vidrio se partió en varios trozos. Después de ver lo que hizo, me miró como si yo fuera la culpable.

El miedo me impidió retroceder cuando se acercó y me tomó por los hombros, enterrando sus uñas en mi suéter.

-Estoy harto de ti- Hice una mueca por el dolor. Sus ojos rabiosos me doblegaron hasta casi caer de rodillas -Trabajó como mula para mantenerte y tú eres una inútil que me estorba en la vida.

Sus insultos son repetitivos. Él no tiene la capacidad para pensar en algo más ingenioso, por eso, es increíble que sigan haciéndome sentir tan mal.

Soy un estorbo en este mundo. Malditasea. Ya lo sé.

No valgo nada. Ya lo sé.

Cuando sus manos fueron a mi cuello, reaccioné abruptamente y me liberé de sus garras con un movimiento brusco que me hizo golpear la mano contra la pared. Con las últimas fuerzas que mis pies lograron reunir corrí todo lo que pude hasta mi habitación. Las manos me temblaron cuando intenté abrir la puerta y escuchar sus pasos acercándose no me ayudó mucho.

-¡Ven aquí, Minjeong! ¡No he terminado contigo!

Por una vez en la vida, alguien se apiado de mí y logré abrir a trompicones la puerta, cerré tan rápido como pude y le puse el seguro para impedir su ingreso.

Los golpes en la madera no tardaron en alterarme. Aterrada ante la idea de que pueda entrar, me recosté contra la puerta, golpeando la guitarra en el proceso. Me di una bofetada por haberlo hecho y rápidamente la quite de mi espalda para dejarla a un lado. Usé mi cuerpo como traba cuando los golpes se volvieron más fuertes y algunas botellas (seguramente vacías) se rompieron.

-¡Teníamos la vida perfecta y tú lo arruinaste todo!- Mi cuerpo se sacudió cuando golpeó fuertemente la puerta -¡Toma la responsabilidad, Minjeong! ¡Todo esto es tú culpa!