Suk Ji
Recuesto el cuerpo de Seji en la bañera, su cuerpo se tensa por el agua fría, sus uñas se clavan alrededor de mi brazo haciendo que gruña, pero lo resisto porque la temperatura de su cuerpo necesita ser bajada lo antes posible.
—Resiste un poco —lo ayudo a quitarse la ropa sin ninguna perversión de por medio, evito a toda costa tocar más de la cuenta —, necesito bajarte la temperatura —se relaja soportando el frio, deshaciéndose del agarre en mi brazo que duele por las recientes heridas de sus uñas.
—Es muy frío —tiembla y sus dientes rechinan por su mandíbula tensa.
Le doy un baño rápido sabiendo que tampoco es bueno que este mucho tiempo dentro del agua fría, sus labios tiemblan y lo ayudo a salir de la bañera sintiendo que ya es suficiente, su cuerpo está helado, tomo una toalla de las que siempre hay cuando se quedan en una de las habitaciones del hotel. Lo arropo y de la misma manera lo cargo acostándolo sobre la cama olvidando por completo el hecho de que estaba drogado hasta que mi mirada baja a su entrepierna que a pesar del agua fría está erecto y necesitado por atención.
—Duele —murmura muy bajo, pero logro escuchar.
<<Debe dolerle mucho>>
Hablo para mí mismo, regreso la mirada a su rostro que comienza a tomar color por la calefacción del cuarto. Voy por otra toalla para secar su cuerpo que aún sigue temblando, paso por sus piernas largas y delgadas, subo a su abdomen y debo morderme la lengua para no pedirle que me monte. Termino de secarlo, pido a Seo Hwanque baje una parada de ropa cómoda y lo deje en la puerta, no quiero que vea a Seji en este estado y mucho menos desnudo porque lo va a malinterpretar y lo que menos quiero es tener que explicarle que fue drogado y lo vine trayendo a una habitación donde lo desnudé para darle un baño de agua fría luego de haberlo masturbado.
<<Mejor digo que tuvimos sexo>>
Es mil veces mejor decir eso a decir que está drogado, la situación está en mi contra.
El celular vibra dentro del bolsillo del pantalón, observo el mensaje de Seo Hwaninformándome que ya está la ropa afuera y que no lo moleste porque ya se va a dormir, sonrío y salgo para tomar la ropa.
—Suk Ji —lo escucho susurrar, mi mirada se queda en un lugar fijo de su cuerpo donde su mano sube y baja masturbándose lentamente.
—¿Te sigue doliendo? —pregunto preocupado, tuvo un orgasmo y no debería doler, al menos no tanto como se queja.
—Ven...por favor —la necesidad de su voz hace que mis pies se muevan inconscientemente hasta él, su respiración es pesada, su pecho sube y baja mientras el sudor hace que brille con la luz de la habitación, la toalla que cubría la desnudez de su cuerpo se encuentra por algún lado de la habitación menos en él.
No soy capaz de retirar la mano cuando la coloca sobre su miembro pidiendo de manera silenciosa que sea yo quién lo masturbe, no veo lo malo o al menos eso creo con tal de ayudar a que el dolor disminuya. Lo escucho gemir moviendo su cadera de manera involuntaria por la masturbación que le estoy dando, su pene crece hasta que creo que debe doler más que antes.
—Suk Ji —gime mi nombre con tanto deseo que es imposible no abrir mi boca y decir lo que estaba evitando.
—Móntame Seji, móntame y córrete encima de mí —antes de que pueda retractarme de mis palabras él ya está sobre mi regazo desabrochando el pantalón en busca del órgano que da un brinco apenas es liberado de la tela del bóxer.
Me ayuda a sacar la camiseta sobre mi cabeza y la tira lejos de la cama, veo su intención de cumplir con mi deseo, pero lo detengo al darme cuenta que no está preparado y no quiero lastimarlo y así, con todas mis ganas de entrar en él me obligo a girar dejándolo abajo de mi cuerpo boca abajo, intenta darse la vuelta, pero mi peso impide que lo haga.
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Seducción [En proceso]
Ngẫu nhiênEl deseo carnal es más fuerte que la moral. Es la frase que está perfecta para Juwon y Suk Ji que luego de volverse a ver sus deseos carnales regresan con mayor intensidad entre ellos.