Juwon
Admiro a Suk Ji desde el borde de la cama, se encuentra completamente desnudo con las manos amarradas a la cama permitiendo que yo haga con él lo que desee, sus ojos recorren todo mi cuerpo clavándose en mi entrepierna que no dudo que esté completamente erecto por el dolor que siento, quiero hundirme en él, pero me contengo para seguir admirándolo desde aquí.
Su piel pálida, sus cachetes rojos, se muerde el labio al sentir mi mano rozarle la erección dura. Comienzo a quitarme la ropa ante la mirada devoradora de Suk Ji, juego con el borde del bóxer disfrutado como sus ojos ruegan que lo baje para ver mi virilidad.
—¿Quieres verlo? —asiente, le doy una cachetada en el pene recibiendo un gemido ahogado de su garganta —. ¡Habla! —ordeno.
—Si —Es una súplica tan excitante que podría ser capaz de dejar este juego y enterrarme hasta el fondo en su precioso culo que me vuelve loco.
—Tendrás que bajarlo con tu boca —subo a la cama y me pongo a un costado de él quedando cerca de su rostro para que haga lo que le pedí.
Estira su cuello marcando los huesos de su clavícula y la loca idea de ver como mi pene se ensancha en su garganta hace que la erección crezca más de lo normal. Su lengua traza una línea húmeda en el inicio de la V que se marca en mi abdomen bajo, contraigo el estómago al sentir esa sensación de un cosquilleo mezclado con la lujuria.
Sus labios rozan la piel de una manera sutil apoderándose del elástico de la ropa, baja lentamente haciendo que la tortura sea más grande al sentir su barbilla rozar con mi órgano duro, bajo la mirada dándome cuenta que me observa mientras sigue bajando el bóxer.
—Hazlo desde aquí —tomo su mentón y posiciono sus labios en el bulto marcado.
—Caliente —susurra sacándome una sonrisa.
Con los dientes atrapa la tela y de un solo tirón hacia abajo libera completamente la erección que brinca dejándose ver en su total plenitud que hasta yo me sorprendo del gran tamaño, las venas se marcan alrededor y puedo escuchar a Suk Ji tragar en grueso al tratar de besar mi pene, pero lo impido volviendo a la orilla de la cama sacando por completo el bóxer, lo escucho quejarse pero hago caso omiso a su petición de acercarme.
—Tendrás que suplicar que te coja y que te deje tener un orgasmo —rodeo la cama ante su mirada suplicante.
—Juwon —se sacude como si con eso fuera capaz de liberar las manos.
—Te ves tan...bien —me arrodillo en sus pies disfrutando de la buena vista.
Camino a horcajadas sobre mis rodillas hasta llegar a sus muslos y mi glande rosa el suyo, reprime las ganas de rogarme y eso solo me da más poder para jugar con él, sin despegar mi mirada de sus ojos bajo hasta que mis labios rozan la cálida piel de su pierna derecha, succiono hasta que creo que le va a quedar una señal, subo un poco más y repito la acción hasta quedar cerca de su intimidad y me detengo para hacer lo mismo en el otro muslo, succiono la piel delicada y suave. Se sacude un poco y tensa los músculos cuando me detengo cerca de su órgano que crece más, de seguro debe dolerle.
Se siente tan bien verlo vulnerable a pesar de su carácter fuerte.
Con mala intención cruzo cerca de su pene chocando mi aliento contra su virilidad, lo escucho ahogar un gemido y no evito sonreír por lograr lo que tanto deseo, paso mi lengua por la V que se forma en su abdomen definido, contrae el estómago provocando que su pene roce mi cuello al tensarse por la necesidad de ser liberado.
—Te estas portando mal —digo con voz ronca —, solo súplica y me tendrás solo para ti —subo hasta su pecho, succionando, lamiendo, mordiendo el pezón izquierdo hasta dejarlo completamente sensible, hago lo mismo con el otro pezón.
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Seducción [En proceso]
عشوائيEl deseo carnal es más fuerte que la moral. Es la frase que está perfecta para Juwon y Suk Ji que luego de volverse a ver sus deseos carnales regresan con mayor intensidad entre ellos.