Juwon
El brazo me duele de la puta madre, intento moverlo pero algo pesado impide que lo haga, giro mi rostro viendo el de Suk Ji completamente relajado durmiendo sobre mi brazo que siento amortiguado por las largas horas de encontrarse bajo la cabeza de mi hermano. Evitando hacer movimientos bruscos trato de retirar el brazo adolorido.
Refunfuña adormecido por la falta de la almohada que se supone que era yo, inconscientemente mi mano traza una línea sobre su labio inferior que me provoca morder, observo sus pestañas largas, me contengo por no tocarlo para no despertarlo, se ve tan tierno durmiendo con su rostro totalmente relajado y un pequeño brillo escapa por la cobertura de sus labios, sonrío al descubrir que se trata de su saliva.
<<Precioso.>>
—No me quiero ir —habla abrazando mi brazo para evitar que me vaya, me pega a su pecho y se acurruca contra mi brazo.
—No me voy a ir —acaricio su melena enredada por la noche anterior.
Observo por la ventana la oscuridad de la madrugada, suspiro con nostalgia al recordar todas las veces que mi madre solía contarme un cuento para luego terminar con la frase: Debes cuidar siempre a tu hermano, debes amarlo y proteger. Siempre me decía lo mismo antes de que me duerma ¿Qué hago mamá si lo amo como es indebido y lo protejo como si me perteneciera? De pequeño entendía lo que mi madre quería decirme, pero ahora no entiendo la razón por la que mis sentimientos crecieron a tal grado de odiar compartir la misma sangre con la persona que tanto deseo tener a mi lado por el resto de mi vida.
La calidez de su cuerpo me envuelve y desearía tanto abrazarlo y dormir, pero la sed que tengo es más fuerte, me libero de su agarre con cuidado para no despertarlo, planteo un suave beso en su frente y salgo de la habitación dirigiéndome a la cocina y calmar esta sed insoportable.
—Hola hijo —escucho a mi padre a mis espaldas.
—Hola padre ¿Qué hace despierto? —pregunto, son cerca de las tres de la madrugada.
—Debo salir de viaje —observo la maleta en sus pies —, voy a estar fuera todo el fin de semana, cuídate de Suk Ji —pide.
Frunzo el ceño sin comprender sus palabras ¿Por qué debo cuidarme de Suk Ji? no es como que sea un mafioso o un psicópata a punto de asesinarnos.
—Que dices padre —me río —. ¿Qué puede hacerme Suk Ji?
—No quiero que se te pegue sus mañas —hace una mueca de asco que me revuelve el estómago por el enojo, sin embargo, me tranquilizo para no tener problemas.
<<Si supieras que ahora lo tengo durmiendo en mi cama luego de darle el mejor orgasmo de su vida.>>
Todo este sacrificio valió la pena porque por lo menos Suk Ji pudo vivir la vida que quiso sin tener a mi padre encima de él obligándolo hacer lo que quiera para quedar bien frente a las cámaras.
<<Valió la pena, él vale toda la maldita pena.>>
<<Valió su odio.>>
—No digas eso padre —finjo reír —, no va a pasar nada.
—Eso espero no quiero decepcionarme de ti.
<<Si supieras la verdad me odiarías más que Suk Ji.>>
—Nunca me atrevería a decepcionarte —miento, todas las veces que fue capaz de hacer lo que sea por su maldita ambición dejó de importarme si lo decepcionaba o no, pero debía al menos ser discreto no podía solo mandar todo a lo mierda luego que sacrifiqué la unión que tenía con mi hermano.
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Seducción [En proceso]
DiversosEl deseo carnal es más fuerte que la moral. Es la frase que está perfecta para Juwon y Suk Ji que luego de volverse a ver sus deseos carnales regresan con mayor intensidad entre ellos.