Suk Ji
Bajo de la terraza a toda velocidad, ignorando los llamados de la nana, cruzo la sala donde se encuentran hablando de algo que es silenciado por mi presencia.
—Hijo —llama mi padre y me causa tanta repulsión escucharlo llamarme de esa forma, daría todo por no ser su hijo —. ¿A dónde vas?
<<Que te importa>>
Quiero responder, pero no lo hago, aunque el enojo que siento en estos momentos tampoco hace que pueda controlar mi lengua y responder con otra pregunta grosera.
—¿Desde cuándo te importa a dónde voy? —mantengo la mirada fija en la puerta principal, sé que mis ojos están rojos y no quiero que vea que estuve llorando, solo le estaría dando más poder.
—Siempre me has importado, hijo —dice con tanto descaro que no tiene vergüenza alguna.
Esta vez volteo solo para darle una mala mirada, que se esté burlando no ayuda en nada a lo que estoy sintiendo en estos momentos.
No digo nada, no tengo nada que decir así que solo comienzo a caminar hacia la salida, no quiero escucharlo en mi puta vida otra vez llamarme hijo, me da repulsión el simple hecho de llevar su misma sangre por mis venas que si fuera posible me las arrancaría por lo contaminado que estoy por llevar su sangre.
—Mi niño —escucho a mi nana a mis espaldas. Me giro solo para sentir mis ojos arder y mi vista volverse borrosa.
<<No es mi abuela, no lo es>>
Me digo para dejar de seguir en una ilusión que solo mi mente hace para no sentirme solo desde que mi madre murió. Por creer qué si aJuwonlo trataba con cariño, si le demostraba lo que sentía se iba a quedar a mi lado, pero al final se va a casar con alguien más, entonces:
¿Qué diferencia existe con ella? Al no ser parientes puede decidir irse en cualquier momento y dejarme solo como todos lo han hecho.
Sigo caminando, ignorándola, lo que menos quiero es hablar. Escucho llamarme varias veces hasta que pongo en marcha el auto y salgo a toda velocidad de la mansión donde solo recibo sufrimiento de mi propia familia.
<<Un juego de seducción>>
Eso se suponía que iba a ser, eso debía ser y terminé amándolo, terminé cayendo en mi propio juego donde yo di mi corazón hasta que lo pisaron. La impotencia me consume, muerdo mi labio inferior hasta que sangra.
Caí, caí en sus ojos, sus besos, sus abrazos, sus palabras, caí en él sin paracaídas, creí que debía protegerme y de cierto modo lo hizo, pero no de él, no me protegió de lo más letal que es amarlo como yo lo hago.
Llego al pent-house y voy directo a mi habitación, ignorando a las dos personas que están en la sala que por sus risas puedo saber de quién se trata. Escucho a Seo Hwanllamarme tres veces, pero deja de insistir cuando ingreso a mi habitación.
<<Estoy mal>>
Estoy de la puta madre que parece que mi corazón no podrá soportarlo más y explotará dejando rastros de aquel dolor en las paredes. Esta vez no contengo las lágrimas y lloro por ese hombre que ahora debe estar festejando alegremente su compromiso con Kathya, con esa mujer que ahora comienzo a envidiarla.
<< ¿Por qué lo haría? >>
Tal vez sería la pregunta que me haría antes, sin embargo, ahora lo hago porque tiene a la persona que amo a su lado, la envidio porque tiene el apoyo de mi padre que, aunque no me importe por lo menos no se interpone. Lo tiene todo, todo lo que ahora quiero que es él, mi Juwon.
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Seducción [En proceso]
De TodoEl deseo carnal es más fuerte que la moral. Es la frase que está perfecta para Juwon y Suk Ji que luego de volverse a ver sus deseos carnales regresan con mayor intensidad entre ellos.