Capítulo IV

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Te conozco de otra vida...

- Hidan.

Le plante un beso en los labios y para mí ser fue lo mejor que pude hacer. Estaba confundido y con este beso creo que me está gustando el rubio. Besarlo no fue lo mejor para descubrir lo que sentía por él, ya que estas pocas semanas de tiempo con él fue algo dulce y espero que lo haya sido para él también. A él yo le caigo mal y lo sé.. Espero que con esto no me odie.

Exploraba su boca a medida que pasaba el tiempo, su boca se abría para que yo entrara junto con mi lengua. Me tomó por atrás de la cabeza para ir más profundo, yo agarré su cintura para acercarlo más a mi y ponerlo encima mío mientras bajaba de sus labios hasta su cuello y mi contrario se mordía esos labios carnosos que había probado recientemente para evitar que saliera algún tipo de sonido erótico. Suspiraba para calmar su ganas de gemir pero pronto mordí su cuello soltó un gemido que nos hizo parar de lo sorprendido que estábamos ambos. Él se dió cuenta ya conscientemente y me apartó con delicadeza, yo permití que lo hiciera y solo me quedé mirando su figura viendo que no hubiera nadie que nos haya escuchado o visto.

— Tranquilo, Sasori y Kisame ya se fueron.-Le dije acercandome y vi que él me apartó rápidamente.- Lo sé pero estoy confundido, hace días te odiaba y ahora me das un beso, y yo te lo correspondo sin saber que pudo llegar a algo más.. -Me respondió sonrojandose, vaya que era linda su cara con sus mejillas ruborizadas.

— Oye lo siento, pero no te enojes, disculpame si te he incómodado porque créeme que yo igual estoy confundido de lo que acabo de hacer.... Y creo que me gustas, Deidara. -Dije sin vergüenza alguna y sin darme cuenta de lo que había dicho, al parecer mi corazón había respondido en vez de mi cerebro.

Deidara.

— "Y creo que me gustas, Deidara."- ¿Lo cree o es verdad? Me quedé loco cuando oí eso, mi mente daba vueltas y pensaría que estaba a punto de desmayarme.

— Espera un momento... Creo que me voy a desmayar... ¿Como?, ¿por qué te atraería?, ósea tu en un momento si pensé que eras muy guapo pero hasta ahí... No se si corresponderte esos gestos fue por impulso o otra cosa... Me tienes algo confundido y creo que tengo que irme.- Apresuradamente me fui de ahí caminando antes que el jashinista pudiera decir algo.

El jashinista había hecho lo mismo, se marchó de ese lugar hasta su habitación a ponerse a pensar en lo que hizo.

Yo en mi caso estaba en mi habitación tomando un descanso y pensando en lo que había ocurrido, me sentía confundido por el beso que me habían planteado, tanto pensar en eso me hizo quedarme dormido en la almohada de mi cama empezando a tener una especie de sueño...

— El sueño de Deidara.

Amor, ¿estás listo?- Preguntaba el jashinista mientras esperaba a que el Rubio bajara para así poderse ir a su misión. Deidara iba terminando de arreglarse su cabellera para bajar hacia donde estaba su novio.

— No tienes que hacer tanto alboroto hum. - Respondió el rubio hacia el peliplateado mientras se iba acercándo.- Lo sé lindo pero, hay que apresurarnos o si no, no hay paga por las misiones.- Dijo el peliplateado abrazando al rubio y acariciando su larga cabellera, el ojiazul solamente se dejó dar mimos para tener suerte en su misión, ambos habían escuchado que estaban matando a cualquier persona que estuviera afuera a altas horas de la noche y madrugada. Pero ambos se sabían cuidar y proteger, por lo cual eso los hacia más fuerte como pareja.

Corta distancia - [Hidan x deidara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora