Te amo, Deidara..
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. Alerta...
[Lemon].
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– Narrador omnisciente.
El Rubio había salido de su habitación, ya listo para irse a su misión con el jashinista.
Como era de esperarse, no se hablaban o dirigían la mirada.
Deidara tenía ganas de hablar con Hidan pero este solo desviaba la mirada. El jashinista quería hacer la Misión rápido para no tener que ver la cara del rubio.
Para el problema que habían tenido, era algo grave, y el ojiazul iba a hacer algo obviamente.- ¿Por qué nos estamos ignorando y no enfretamos las cosas como adultos, y compañeros que somos?- le dijo el rubio derepente.
- No lo sé... Será porque un rubio enojon jamás escucha a los demás. -le respondió de golpe el jashinista.
- Sería más fácil si dejaras tu rencor por eso, yo quería y quiero cambiar para demostrarte que puedo ser diferente.. Que tú no quieras verlo no es mi problema. - dio un paso adelante el artista del jashinista, molesto por todo el tiempo que había pasado sin hablar y él querer hablar las cosas.- Creo que sería más fácil si no fueras alguien inmaduro emocionalmente... - dijo el peliplateado en voz baja mirando la espalda del rubio que tenía por delante.
- Escuché lo que dijiste y no hablemos de personas inmaduras, porque sales perdiendo, Hidan.
- Si claro, si tú no hubieras sido alguien antipático, incompresivo e ignorante, nada hubiera pasado. Tienes razón en que ninguno de los dos tiene madurez suficiente, pero tú bien sabes lo que hiciste... - Le dijo seriamente el peliblanco.
- Puede que lo que hice estuvo mal, pero tienes que aprender a superar las cosas, porque iremos para casi 3 meses y la verdad yo te he pedido perdón y, he querido hacerlo hasta de rodillas si es posible, pero tú... pareces no entenderlo.- le respondiera aún más serio el serio acelerando el paso a su destino.
Hidan se había quedado sin palabras, tratando de reflexionar lo ocurrido y quería decir algo después pero mejor decidió quedarse callado.
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.Llegaron hasta un pueblo cercano, pasaron desapercibidos porque no había tanta seguridad en la entrada y salida, por ende podían ir a donde quisieran. Hidan quién llevaba el mando de la misión y el equipo había indicado al Rubio, pero este a regañadientes le obedecía. Yendo de lugar a otro tratando de buscar un pergamino oculto entre lugares de mala muerte y no tan seguros.
Tanto tiempo pasara que se hiciera tarde y al rubio le gruñia el estómago, sin negar que el peliblanco también deseaba comer algo. Ambos se miraron sabiendo los deseos que tenían y asintieron ambos con la cabeza, aceptando irse a cualquier lugar donde hubiera comida.
Llegaron hasta a un lugar donde había comida exótica por así decirlo.
Ya que en las muestras de comida había distintos tipos, de comidas de otros lugares más allá del externo hasta a los más artesanal.Se sentaron en una mesa y una muchacha algo joven les tomó la orden, la chica le estaba coqueteando al peliblanco y mirando mal al rubio pensando que era su novia.
Que gracioso que pensara que era mujer por su coleta larga.
Deidara le devolvía la mirada y en el fondo sentía celos de aquella chica, que esta les terminó de tomar la orden y dejándole una servilleta a Hidan.
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Corta distancia - [Hidan x deidara]
Fanfiction𝑼𝒏 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒓𝒖𝒃𝒊𝒐 𝒚 𝒖𝒏 𝒑𝒆𝒍𝒊𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐, 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒊́𝒂𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒍𝒂𝒓𝒈𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 𝒔𝒆 𝒉𝒂𝒓𝒂𝒏 𝒎𝒂𝒔 𝒄𝒆𝒓𝒄𝒂𝒏𝒐𝒔, 𝒚 𝒉𝒂𝒓𝒂́𝒏 𝒖𝒏𝒂 "𝑪𝒐�...