La verdad

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Ella camino a la puerta, al abrirla se detuvo y me miro, camine a ella, Esther estaba en la puerta mirando fijamente a Emily.

-        ¿Es cierto entonces? Pregunto desconcertada.


-        ¿No estabas en tu país? – pregunte más desconcertado aun.

-        Debo irme – dijo Emily haciendo reverencia y se marcho, Esther entro en la sala.

-        Bueno, sí pero regrese esta mañana, de hecho hace algunas horas.

-        Siéntate por favor – le sugerí el sofá, ella señalo a la puerta.

-        Emily, es una amiga.

-        Una amiga con la que te besas – dijo riendo-

-        No, eso fue un impulso, ¿Sasha conto? – ella afirmo-

-        Creo que necesitan hablar y dejar todo claro, esto no puede seguir así, ambos se hacen daño.

-        No fui yo quien se fue fuera del país con su novio y ahora tienen un hijo, no fui yo quien rompió mi corazón de una manera insensible, Esther, casi hacemos el amor esa noche si no es por Steven eso hubiera ocurrido y luego en la cama que ¿lo hubiera dicho?

-        Alex  – Grito Esther – Escúchame de una buena vez, Ese hijo no es de Sasha, es de Steven.

Cerró los ojos y trago en seco.

-        No soy yo quien debería de decirte esto pero ...

-        Esther no lo hagas – la voz de Sasha nos llevó a mirar a la puerta la cual estaba abierta ella estaba con él y con el niño fije mis ojos en el pequeño, de ser su hijo al menos hubiera heredado sus hermosos labios, pero estos eran delgados como los de Steven y de ojos oscuros y no azules como los de ella, Esther miro a mi y luego a ella, camino cerca de la puerta.

-        Lo siento eres mi hermana  pero no puedo ver como destruyes tu vida, ni la de él.

Señalo a mi estaba un poco más confundido que antes, en los ojos de ella se avecinaban lágrimas, negaba mientras bajaba la cabeza.

-        Este problema es mío solamente.

-        Te equivocas Sashi – camine al mientras evadía mi mirada-  me has hecho más daño del que podía soportar.

-        Sasha, deberían de hablar, ya basta.

Decía Steven  puso su mano en el hombro y sonrió corto.

-        Lo siento Alex - Dio media vuelta, Esther tomo de la mano al pequeño y Steven la otra, luego ambos salieron cerrando la puerta-

Quede con la mirada fija en su cara pero el solo veía abajo, me acerque y ella retrocedió, tome su mano y la jale con fuerza hacia mi cuerpo , sus labios me daban la invitación a besarlos aunque fuera por última vez, mi mirada estaba intranquila, y la ella igual, una  vez más nuestros ojos se encontraron decidí besarla, al principio se negó luego cedió, sus besos sabían a dolor y salado de sus lágrimas pronto sentí que las mías acompañaban las suyas, me separe apenas para que pudiera respirara ella rodeo mi cuello con sus brazos.

-        Perdóname – susurro para mi cuello.

Negué y me aparte por completo de ella, si era un tonto porque permitía que jugara conmigo, y si permitía que usara mis labios como desahogo matinal, y si ella lo pidiera le daría mi cuerpo sin dudarlo un segundo, y luego la vería marchar, si eso lo permitiría, y esta vez era yo quien estaba dispuesto a permitirle que me negara ante el mundo y ante sus pensamientos, siendo su secreto.

-        Alexander  estos años...

-        Éramos novios, tú eras todo para mí, todo, ¿entiendes eso? – dije cortando sus palabras ella afirmo llorando y con la boca apretada.

-        Una noche antes, habíamos hecho el amor como si fuera la última vez, ¿El destino nos advertía?, luego estas con Samuel en la habitación, Sashi, TODOS LOS CHICOS LO SABIAN Maldición, aquella vez que te bese en mi casa fue algo grandioso que no podía guardarlo para mí solo, jamás me avergoncé de ti, eras mi orgullo y luego tus memorias se dan el lujo de irse, ¿sabes lo que he llorado por ti? ¿Sabes que siento yo? – golpes de pecho, llanto, rabia e impotencia mezclados en un solo exhalo- Maldición Sasha.- Grite pateando al otro extremo la sala un pequeño taburete Sashi salto del sonido producido, camine  a ella y la tome de los hombros sacudí un par de veces.

-        Dime quien soy, di mi nombre como lo solías hacer para que no me fuera de tu lado ¿Di algo por el amor de Dios? Dilo.

Mi voz estaba partida mi corazón desvanecido y mi orgullo lejos, en sus ojos solo había lágrimas, pero seguía viendo aquellos ojos vacíos de la chica del hospital, aparte mi cuerpo del  de ella completamente y le di la espalda.

-        Necesito escuchar de ti que no soy nada, ni en tu vida ni en tus recuerdos, necesito una razón para olvidarte, solo una Sasha Luna, anda dilo.

-        No puedo – dijo con voz quebrada- No puedo.

Grito, gire a ella  y estaba arrodillada con una mano en el pecho y la otra en el piso esa imagen derrumbo todo sentimiento frágil viviente en mí.

-        Alex te amo demasiado para hacerte daño.

Mis piernas cedieron no sin antes dejarme dar un paso adelante cayendo a su lado.

-        Me fui buscando tu olvido, que hicieras tu vida de nuevo, te enamoras de una linda chica, pero no pude por eso regrese.

-        Eso es imposible, para olvidarme de ti tendría que morir primero.

All Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora