CAPITULO 17

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- Hay un café a una cuadra de aquí, dicen que tiene ricos capuchinos, además le echan una deliciosa crema, yo invito.

Ella se levantó saco de su bolso de cuero cuadrado unos billetes y los dejo sobre la mesa, me levante por inercia y por no ser descortés ante sus intenciones, intento sonreír pero mi vista se nublo, antes de irme di una mirada a aquella mesa, Steven reía pero al percibir mi mirada paralizo esta, ella giro a ver el motivo cambio su expresión, Emily tomo mi mano y jalo hacia afuera, la brisa hacia estremecer mi cuerpo , pero creía que era más el dolor de aquello, negué mientras limpiaba mis lágrimas.

- Alexander lo siento, de verdad, se por lo que has pasado, y odio verte así.

- Como puedes decir eso, no me conoces.

- Eres un cabeza dura - dijo dándole golpes a mi cabeza. - ya te dije que trabaje para ustedes hace algún tiempo, yo ayudaba con el vestuario.

Mi mente aunque se negaba a recordarla hacia una imagen de ella tiempo atrás y así encontré una vieja imagen de una chica risueña cabizbaja ajustando las las botas de los pantalones de Mike con una mirada triste y luego varias imágenes sonriendo cuando yo le hablaba, otras varias respondiendo con sonrisas mis comentarios, y otras tantas trayéndome café, mis ojos volvieron a ella de manera sorpresiva.

- La pequeña Emily

Ella afirmo con ojos apagados y sonrisa afligida, mire a la puerta y Sasha salía girando su cabeza a todas las direcciones cuando nos encontró mi único reflejo fue acercas a Emily de un tirón y besarla, sus ojos estaban anonadados, le indique con mis ojos que mirara furtivamente a la puerta al instante sus manos rodearon mis mejillas , fue un beso con sabor a frio y mucho resentimientos luego de un tiempo nos separamos ella tiro de mi conduciéndome hasta el auto , ella tomo las llaves y nos marchamos, por más que mis instintos quisieran girar a verle no podía, nada en mi reaccionaba, solo quería desaparecer del mundo entero .

- Debo irme.

Dijo Emily apoyada en la puerta de mi apartamento, estaba tirado en el sofá mirando fijo la pared.

- Muchas gracias por el café.

- Emily.

Dije corto y bajo, ella seguía mirándome.

- Perdón por lo anterior, no sé qué paso por mi mente.

- No te preocupes - dijo sonriendo- yo hubiera hecho lo mismo.

- No aun así, no se justifica mi comportamiento.

Me levante y camine a ella, le tome la mano y la mire fijo.

- Eres una buena chica, no mereces alguien como yo.

Sus ojos se invadieron de lágrimas, ella negó.

- Te diré un secreto Alex, ese beso, lo había soñado por muchos años, creo que estamos a mano.

- ¿Cómo a mano? No entiendo.

- Tú me hiciste Feliz el tiempo que estuve trabajando con ustedes, no se quizás suene estúpido , me enamore de ti en silencio, cuando supe que estabas saliendo con Sasha fui feliz porque sabía que lo eras y decidí renunciar, seria doloroso para mí , pero debía hacerlo. - sus lágrimas caían en nuestras manos, luego sonrió nuevamente era sorprendente como alguien con tanto dolor pudiera sonreír, seco algunas lágrimas con su mano libre

- Luego, cuando supe que ella se había ido quise ver que estuvieras bien y fue esta mañana que me decidí, pero no importa, Sasha regreso, y creo que lo esperas, solo se feliz Alex.

- No - que no lo vistes, tiene un hijo.

- Quizás solo sea su sobrino.

- Esther tiene hijos grandes, debe tener 2 años, el mismo tiempo que tiene de haberse marchado del país - replique enojado zafe sus manos y le di la espalda.

- Alex, Siempre hay una razón para todo, no crees que fue algo maravilloso que viera y me invitaras a salir, y luego verlo, creo que por algo debía pasar eso.

- No - Grite- volví mi mirada a ella, la amo Emily ese es mi maldito problema, la amo y no puedo estar con ella, el me olvido y olvido todo lo que vivimos, todo gracias a ese maldito accidente.

Emily bajo su vista, luego la subió aun sonriendo.

- Yo creo que debiste decirle eso antes que se fuera.

- Porque siempre tienes algo bueno que decir.

- Porque sufrir no vale la pena. - rodeo mi torso con sus brazos, fue un abrazo cálido, sonreí y la rabia se había aplacado, ella se alejó.

- Si me necesitas, ya tienes mi número, suelo hacer unas buenas sopas de fideo.

Ella camino a la puerta, al abrirla se detuvo y me miro, camine a ella, Esther estaba en la puerta mirando fijamente a Emily.

- ¿Es cierto entonces? Pregunto desconcertada.

All Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora