VIII

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El celular se le habia caido, siendo pisoteado de paso por esos hombres "quien sabe quienes eran".

-¡JIN!-

-¡QUE CORRAS-!- Lo abrazaron por la espalda lanzandolo a la pared fuertemente.

Este se desmayó.

-¡NO!- Gritó. Pero antes de poder acercarse vió como otros hombres se dirijian a él, así que con desgarro en su corazón bajó por las escaleras.
Agarró una de las maderas rotas que habia en el piso y comenzó a golpear a dos de esos hombres, llegó a la puerta que se encontraba tirada y salió a la calle.

-¡AYUDA! ¡POR FAVOR!- Pero nadie lo ayudaba. Era como si los vecinos no estuvieran.

Un disparo hizo que se detenga a mitad de la calle. Se dió vuelta y pudo ver al hombre siniestro que estuvo mirando desde su ventana, con el arma apuntando arriba. Seguia mostrando esa sonrisa... sonrisa sin expresión, ojos vacios, pesadas ojeras encima de esa pálida piel...

¿Quién era?

-Mira en las cosas que te mete tu novio- Nego con la cabeza, fingiendo estar decepcionado- Todo lo que les ocurra a partir de ahora, especialmente a ti- lo señaló con el arma, esto lo hizo temblar. Y tembló más cuando vio que sacaban a sus amigos inconcientes, arrastrandolos como si no fueran nada.- TODO ESTO, será por su culpa. Ahora- Guardo el arma en su cintura y detras de él apareció la camioneta a la cual no habia prestado atención pero que recordaba- Entra en la camioneta.

Se negó. Estaba muy demente si creia que le haria caso.

-Hazme caso, no compliques las cosas. Te arrepentiras, te lo juro-.

Ya no sabia que hacer. Sus amigos...

CORRE JIMIN! ¡BUSCA A JUNGKOOK!"

No queria dejarlos. Era demasiado obvio que ese hombre no estaba bien de la cabeza, si no obedecia estaria seguro que los lastimaria o incluso podria matarlos.
Dios, que hizo Jungkook para que este hombre esté asi de furioso.

"Yoon... Kook... ¿Donde están?"

El extraño hombre que al parecer estaba al mando de todos ahí, no espero más al ver que Jimin no queria entrar a la camioneta. Agarró a Nam, que estaba en el suelo inconciente como los otros, del pelo y lo golpeó en el rostro haciendo que este se levantara con un quejido de dolor para posteriormente patearlo en el estómago e hiba a continuar de no ser por el gritó que dio Jimin.

-¡Espera! ¡Detente!- El otro hizo caso y se quedó mirandolo- ¡Esta bien, iré! Pero por favor ya no lo golpees- Le suplicó.

El peligris lo dejó, se enderezó acomodando su traje.

-Menos mal, creí que haria esto por un buen rato...- Miró sus uñas con desinteres- Bueno... en realidad no. Se que los quieres mucho- Le señaló la camioneta detrás de el. Obedeció subiendose con miedo, angustia, tristeza y desesperación. Habia uno de esos hombres del lado de la ventana asi que dudó un poco.

-¡Oigan!- Gritó el extraño señalando a Nam - Suban a ese también, capaz nos sirva de algo- Rió.

-¡E-espera! Solo era yo! No ellos!-

-No a todos, no a todos.- Vano intento de tranquilizar a Jimin, quien ya le parecia estar todo alterado- Solo a él- Lo empujó adentro.

Cuando se sentó, le tiraron a Nam al lado, seguido de otro de sus hombres. No tardo en abrazarlo, comprobando que estuviera bien.

-Nam...- Le susurró con la voz quebrada y lagrimas - ¿Me escuchas? Por favor.

Y el los escuchó.

-¡OIGAN!- Ese era Jungkook!

Sacrifice for you- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora