Aún no es momento

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Aragón y Harry llegaron a la habitación estaban cansados pero no dijeron nada, con una sonrisa cada uno camino por la habitación Aragón fue a la habitación donde estaba el clóset para cambiarse (Ya avían enviado la ropa de Aragón al clóset de Harry)  mientras Harry se cambiaba en el cuarto.

Harry no estaba nervioso ni mucho menos, lo único que pasaba era que aún no terminaba de cambiarse por completo cuando Aragón salió encontrandolo con el torso desnudo, el cabello suelto y los ojos muy abiertos.

-Yo... Perdona mi apariencia- Dijo Harry sonrojado

Aragón sonrió y camino hasta Harry tomo sus mejillas.

-Mi amor, estaremos casados en unos meses... No debes ocultar tu cuerpo- Dijo Aragón acercándose más a Harry

Harry lo miro aún sonrojado, accediendo sin saber a la silenciosa petición de Aragón, viendo que Harry no se alejaba se inclino ligeramente y beso con delicadeza los rosados labios de Harry.

El beso empezó como una suave danza, dulce e inocente, pero las manos de Aragón bajaron hasta la cintura y espalda de Harry, y las de Harry a los hombros de Aragón, en algún momento Aragón recostó a Harry en la cama.

Leves besos fueron a su cuello y hombros, Harry por su parte subía y bajaba por la espalda de Aragón.

Los besos pararon Aragón miró a Harry y una sonrisa le regaló, que fue le fue correspondida.

-Aun no es tiempo, pero cuando lo sea prometo ser amable- Dijo Aragón mirando a Harry

-Eso espero Aragón- Le dijo Harry

Aragón abrazo a Harry, ambos se acomodaron en la cama abrazados, una vez que Morfeo abrió las puestas de su Reyno y ambos entraron a el.

Fua cuando los cuatro guardias entraron con a la habitación y los encontraron así, abrazados, con el cabello suelto extendido por las almohadas y las pijamas mal puestas.

Todos sonrieron pues lo que veían era el amor que se cultivo por 11 largos años, siendo vigilado para que las hormonas nunca tuvieran destruyeran lo que se creaba.

Tomaron su posición y esperaron con una sonrisa.

Pero... Sin percatarse del hechizo que estaba en la habitación y mucho menos de la carta que apareció en el clóset.

Pero eso sería algo que después descubriría el príncipe Harry.

Perdon por hacer lo tan corto pero mi cerebro está un poco quemado y trabado.

El príncipe elfoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora