Capítulo 9

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Makima y Gojo Satoru tomaron el tranvía desde Colegio Técnico hasta el distrito comercial de Tokio.

En el camino, Yaga Masamichi, quien finalmente ha descubierto que se derrumbó la casa, les llamó. Tan pronto cuando Gojo Satoru cogió la llamada, recibió la interrogación. Él le respondió casualmente con "sí" y "ah" varias veces, luego dijo: -Estamos en el tranvía, Makima va a comprar necesidades diarias.-

Yaga Masamichi: -.....Sabía que ya te huiste. Si esto sigue así, aunque yo te ayudo a encubrir, muy pronto el mundo entero de Jujutsu lo sabrá.-

Gojo Satoru sostenía el teléfono con una mano y sacudía la otra: -Imposible imposible, lo de hoy solo fue un accidente, porque era la primera vez que Makima usaba Juryoku, así que no controló bien el poder. Absolutamente, ¡no habrá próxima vez!-

-Más os vale.....¡la tarifa de mantenimiento se deducirá de tu salario!-

Gojo Satoru aulló: -Eh——, no puedes hacerme esto.....-

Makima estaba sentada a su lado con ojos cerrados para meditar, y de paso escuchó toda la conversación de ellos dos. No la pueden culpar por esto, solo se puede decir que su audición es tan buena que es difícil no oírlo.

Después de bajarse del tranvía, los dos caminaron uno al lado del otra, hombro por hombro, por las bulliciosas y ruidosas calles de Tokio. En estos tiempos, Japón tocaba vacaciones de verano, oleadas de personas venían una tras otra, haciendo que la insoportable temperatura alta fuera aún más abrasador.

Sin saber en qué momento, Gojo Satoru tocó el hombro de Makima con su dedo índice, ella volteó la cabeza, le preguntó: -¿Qué ocurre?-

Ella vio que el hombre de cabello blanco sacaba sin prisa una billetera negra de su bolsillo, cogió una pequeña pila de billetes dentro de la billetera, se la entregó y preguntó: -¿Son estos suficientes?-

Makima echó un vistazo, había alrededor de seis o siete billetes, asintió diciendo que eran suficientes.

Gojo Satoru empujó las gafas de sol en el puente de su nariz, aprovechó su altura, palmeó la parte superior de la cabeza de Makima y dijo: -Muy bien, entonces me voy. El clima es demasiado caluroso, iré a buscar un lugar refrescante para esperarte, recuerda llamarme cuando termines de comprar.-

Makima: -......-

-Ah es verdad, el dinero sólo te lo he prestado. Como veo que ahora no tienes mucho dinero, te lo he prestado con generosidad. Recuerda devolvérmelo cuando te paguen. ¡Chau!-

Seguidamente, Gojo Satoru dio la vuelta y entró en la tienda de postres que no se situaba muy lejos.

Resulta que este era su propósito, aprendido.

Makima tampoco pensó que él sería tan confiable como para seguirla todo el rato. Sería mucho más relajado para ella ir de compras sola, pero estaba sospechando que Gojo Satoru pensara en los billetes y las monedas que se usaban en los dos mundos eran diferentes, por eso le prestó dinero.

Pues en eso estuvo equivocado. Makima contó el dinero que llevaba encima ella, más los 70.000 de Gojo Satoru, eran aproximadamente unos 100.000 yenes. Eran definitivamente suficientes para comprar algunas necesidades diarias.

Había un centro comercial en Tokio donde Makima iba a menudo, y descubrió que en este mundo también existe, así que lógicamente fue a comprar allí.

Pero lo que no esperaba, era que aunque la apariencia y el nombre no cambiaron, el interior sí que hubo algunos cambios en comparación con su mundo original.

El tercer piso del centro comercial originalmente era un piso dedicado a las necesidades diarias. Pero Makima al dar una vuelta por allí descubrió que todas las tiendas en este piso estaban relacionadas con artículos deportivos.

Makima san no quiere ser Jujutsushi | Gojo Satoru x Makima |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora