Capítulo 60

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Ha pasado una semana desde la muerte de Makima, Gojo Satoru originalmente pensaba que lo había dejado un poco, pero ese no parecía ser el caso.

Esta fue una semana particularmente larga para él, se podría decir que era la primera vez desde su nacimiento donde sentía que el tiempo pasaba tan lento, claramente sólo fue una corta semana, él en cambio sentía como si hubiera pasado varios siglos en solitario.

Y durante esta semana insoportable, cuando él cerraba los ojos, emergía la apariencia de ella, cuando dormía por la noche soñaba con ella, a la mañana siguiente empezaba a preocuparse por las sábanas.

No esperaba que él ahora incluso después de regresar a hogar después del trabajo, también vería alucinaciones.

¿Pero eso de verdad es una alucinación? Es que es demasiado real.

La mujer de cabello rosa anaranjado tenía el pelo suelto, vistiendo por todo el cuerpo ropa hogareña ligera y cómoda, rodeada por cinco perritos juntos, esta escena se veía muy acogedor.

Si decimos que esto es una alucinación, Gojo Satoru probablemente no vería el flujo del Juryoku en el cuerpo de ella, ¿entonces Makima de este momento es real existiendo de verdad?

Gojo Satoru se paraba en la puerta, sus pestañas de color blanco plateado temblaban levemente, como alas batiendo, sus delgados labios abrían y cerraban, veían pareciendo un poco que no supiera qué decir.

Antes de que Gojo Satoru hablara, Makima ya miró hacia él con una sonrisa, en las comisuras de sus labios eran aún ese arco gentil y superficial, lo cual hizo que Gojo Satoru no pudo evitar sentir nostalgia.

Las cejas de Makima se curvaron, dentro de sus ojos dorados contenían llenos de expresión risueña: -Has vuelto, Satoru.-

Ya sea la voz o el tono, es exactamente la misma voz que ha estado resonando en su cabeza durante estos días, ella parece no haber cambiado, era como si nada hubiera pasado.

Él intentó abrir la boca: -......¿Makima?-

Dudó en hablar porque él temía que esto fuera sólo una alucinación, una vez que sea interrumpida por él, se disiparía inmediatamente y nunca más volvería a aparecer.

Incluso si sólo fuera una alucinación, él también desea que podría aparecer un poco más de tiempo.

Él la echa mucho de menos.

Él tiene muchas ganas de verla, muchas ganas de querer ver su apariencia de nuevo, muchas ganas de querer escuchar su voz nuevamente, muchas ganas de querer sentir la sensación en el momento donde tocarla una vez más.

Tan pronto cuando Gojo Satoru dio voz, los perritos que rodeaban alrededor a Makima comenzaron a ladrar. Aunque los perritos habían estado solos con él durante una semana, igual le tenían mucho menos cariño que a Makima.

Pero él no podía atender a otras cosas, acercaba caminando cautelosamente, paso a paso, sus pasos dejando muy ingrávidos, pareciendo tener tanto miedo de hacer un poco de ruido, de que si una vez ella fuera asustada, se disiparía del mismo modo que las burbujas.

Makima ladeó la cabeza, todavía con la sonrisa que nunca cambia: -Sí, ya he vuelto.-

Las pestañas de Gojo Satoru se movieron levemente, frunció las cejas, su rostro era una expresión de como si estuviera a punto de llorar en cualquier momento.

Ella no es falsa.

Esta es la Makima real verdadera.

Justo cuando Gojo Satoru de repente se detuvo en el lugar para digerir las informaciones, Makima ya había levantado del sofá, de una estrelló hacia los brazos del hombre, los dos delgados brazos rodearon alrededor de la amplia cintura de él.

Makima san no quiere ser Jujutsushi | Gojo Satoru x Makima |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora