prologo.

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—lo siento Jimin, tú, ya no me gustas. Simplemente eres como un niño mimado, no eres maduro, de echo no creo que seas lo que aparentas, se te me hace qué eres hipócrita. A si qué, lo siento, pero tú y yo ya no podemos tener nada.

—¡ pensé, que me amabas!.

—¡tal ves lo hice, en su tiempo, pero ahora sólo me pareces un estorbo más. A si qué lo siento, solo tómalo con calma, y cortemos de una ves!

Él sonido roto de su corazón, sus mejillas se tiñeron de un rojo natural por las lágrimas, sus manitas temblaron mirando asombrado al chico qué había amado por tres años. Park Jimin miraba a Jeon Yeongguk; un chico alto, guapo, y el hombre de sus sueños: sueños rotos.

—¡p-por que ahora…!—su voz salió como un hilo ahogado. Sentía la ansiedad subiendo a su pecho. Jeon le miró sin ninguna culpa en su rostro.

Era lo que más le dolía.

—Jimin, sólo se acabó. Se terminó, simplemente te veo como un niño, eres sencillo, pero aburrido, y llego la etapa donde, umh…—el mayor suspiró mirándole tranquilo, sin embargo, park derramaba lágrimas.

Ambos estaban en el estacionamiento de la universidad. Nadie podía ver al menor temblar en agonía, y al mayor parecer tranquilo.

—¿dejaste de amarme, por qué hay alguien más?—sus ojitos no soportaban, dolía tanto su pecho.

Yeongguk  asintió mordiéndose los labios. Park soltó un jadeó con una sonrisa débil, era lo qué temía—lo siento, ella es…

—¿ella? —sus ojitos se abrieron. Cómo era posible, si creía que su ex novio era homosexual—¡pero, tú, tu dijiste que eras…!

—mentí—el menor quedó extasiado—la verdad, cuando te conocí hubo atracción, por eso te dije que fuéramos novios. Tu rostro es muy femenino, y me gustas te por el simple echó de ser bonito—Jimin quería golpearlo, pero simplemente la fuerzas estaban cayendo cada ves más.

—¡ósea qué, fingiste por tres años, fingiste ¿!amarme?!—el menor no entendí, quizás el mayor pasaba por algo que el no podría comprenderlo. Pero terminarlo de la nada. Claro, entonces se golpeó mentalmente, pues había dicho que tenía a una chica, eso era muy obvio.

—no lo hice, solo que me parecías lindo y ya. Además, como te dije, espero que con esto no me odies. Solo quiero dejar claro que ya no quiero nada contigo. Espero me entiendas.

—claro—el menor sonrió quitando sus lágrimas. Yeongguk sonrió extendiéndole la mano. Jimin no podía creerlo ¿es que pensaba que era una piedra? Una basura para él.

—por favor, se feliz con alguien más, pero no conmigo—sonrió sin culpa alguna. Park tomó la mano sintiendo por última ves la calidez de su lugar favorito.

El lugar que el creía sería hermoso por mucho tiempo, pero en ese momento era oscuro y frío.
Sus deditos se sintieron vacíos cuando Jeon le soltó. Sus ojitos se apagaron, y el deseo de sus pies por dar un paso le quemaba. Podía verlo apartarse para salir del lugar y dejarlo a él en un círculo lleno de dolor y soledad.

—imbécil—susurró escondiendo sus ojitos en sus cabellos castaños. Lloró jadeando, no podía y simplemente se dejó caer quedando sentado en el piso. No podía dejar de llorar, lloraba como un niño suplicando aire.

Le había dolido, su primer amor lo había abandonado.

Jeon no había sentido culpa, no cuando al salir del estacionamiento una hermosa  rubia lo esperaba con brazos abiertos, sin embargo, para él, esa rubia solo sería el inició de su infierno.

KARMA (kookmin gemelos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora