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-¿!GEMELOS!?-Hoseok y Yoongi estaban en shock. Félix miraba a Jimin paralizado, o más bien en la luna.

Antes de ir a la cafetería habría ocurrido lo siguiente.
Cito:

-Me trata muy bien, de echo vine solo para obtener los permisos de mis padres, y si es posible poder obtener permiso en emigración.

El mayor sonrió asistiendo por las buenas noticias.

-Me alegra escucharlo. Además, escuché que es posible que puedas obtener una clínica en México.

Había una conversación normal entre un profesor y ex estudiante. Jimin no había dado un paso, ni siquiera respiraba; estaba pálido y confuso, perdido, extasiado.

Jungkook se acariciaba la nariz con una suave sonrisa divertida por el castaño. El mayor le platicaba, y le decía que debía dar su mayor esfuerzo para continuar sus estudios en el extranjero.

-¿!Jimin!?-Félix se había acercado a la puerta en busca de su amigo, pues irían a la cafetería como de costumbre. No obstante, Lee, encontró a su amigo ido en un punto muy fijo.

Jeon...

Su ira le provocó un suave temblor, sus manos se apretaron al ver la espalda de Jeon. Jungkook dio una reverencia a su ex profesor, y le dejo salir dejándolo solo con park y Félix, mirando airado en la entrada. Claro, Félix estaba por entrar y darle una paliza al imbécil que había lastimado a su amigo. Pero lo que Félix no comprendió fue ver a Jeon subir los escalones hasta detenerse enfrente de su amigo.

-¿Acaso seguiría molestándolo?-

Lisa esperaba recargada en la pared cerca de la entrada. Todos la miraban en el pasillo, la chica típica y oxigenada de cabellos rubios, la chica era odiada y amada. Todo el centro de atención para chicos.

-¿Hola?-jungkook miró al menor con su pose relajada.

Jimin reaccionó mirándole. Pero nadie espero el sonido y el eco de una cachetada. Jeon abrió sus labios para mover su mandíbula.

Vaya, ese niño tenía una mano muy pesada. Ya eran dos veces que lo abofeteaba.

-¡Hijo de perra!- Jamás había maldecido, ni siquiera sabía esas palabras en su vocabulario. Pero en ese momento el odio y dolor le gano para decir una maldición

-¡Maldito!-

Jungkook elevó una ceja mirándolo entre divertido y molesto. ¿tanto se había pasado su hermano?

-¿Por qué me recibes a si? ¿al menos un beso no?

Aquellas palabras provocaron asco en park, no solo por presentarse de una manera vulgar y extraña ante el, si no por su risa y ojos cínicos qué parecían burlarse de su dolor.

Tal ves para el mayor solo era un juego, pero para el era lo más duro que podría vivir.

-¡Aléjate de mí!-su voz fría provocó que Jungkook soltar una sarcástica risa. Jimin se detuvo al bajar los escalones

-¿Y te ríes de mí? ¡Desgraciado!

-¡Oye, oye!- en parte le parecía divertido, pero ya pasarse de maldiciones no lo era para Jungkook. No esperaba esa reacción, eso quería decir que Jimin no perdonaría a su hermano

-Creo que te confundes bebé...-

-¿Bebé? Escucharlo de ti me provoca asco- escupió sus palabras el menor. Jungkook empujó su lengua como disgusto y gesto de molestia ante la mirada fría del castaño

-¡Piérdete!-

-¡Ya lo escuchaste, aléjate de el!- intervino Félix tomando del brazo de su amigo. Jimin le agradeció con la mirada, sus ojitos estaban apunto de llenarse de lágrimas.

KARMA (kookmin gemelos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora