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Un infierno completo el qué park Jimin vivía desde que su ex novio había cortado con él por una hermosa rubia; una chica de piernas largas y sonrisa encantadora, hermosos ojos azules y un cabello rubio con mechones rosas: Lisa Manoban.

—¡debiste patearle las bolas al hijo de perra!—la voz gruesa pero con una mirada tierna era lo qué tenía él amigo de park: Lee Félix. Un chico extrovertido y travieso con voz de camionero, pero gustos homosexuales.

—no vale la pena Félix—dijo una castaña de cabellos cortos. La hermana menor de Park: Park Rose. Además de ser compañeros en la universidad con distintas aulas.

—ya déjenlo, qué no ven que está mojando mis sábanas—se quejó un castaño con su rostro distraído: Mín. Yoongi.

Después de la dura ruptura con su ex pareja, Jimin no había soportado el dolor que sentía, y lo primero que hizo fue correr en ayuda de sus amigos. Los antes mencionados no podían creer lo que el menor contaba con tanta irá y dolor qué apenas sus lágrimas lo dejaban hablar. Al principio se quedaron extasiados, y luego rieron, pero la voz y sollozos de park provocaron qué los tres se mirasen y lo llevasen a un lugar apartado de la universidad.

La casa Min.

—¡y-yo lo amo!—gritó contra su almohada. Dolía tanto ese corazón roto que no sabía cómo respirar. Su hermana puchereo mirando a Yoongi. Félix simplemente se acercó hacía su amigo para abrazarlo y darle palabras de ánimos; pero los tres sabían que Jimin no pararía de llorar por más terapia qué le dieran.

—jimin, ya no llores—dijo Min. Sus manos se apretaban y sus ojos negros, y filosos brillaban de la ira—escucha, qué tal si vamos y quemamos su casa.

Rose lo miró obvia—ya no somos niños Yonki—el aludido se encogió de hombros—deberías descansar.

Jimin negó apartándolos, sentía que se asfixiaba por los abrazos que no calmaban su dolor. Félix suspiró levantándose decidido, pero Rose lo sentó de nuevo.

—¿si lo despedazamos? Digo nadie se daría cuenta…—mencionó Rose carcomida por la ira—¿si?

Jimin respiró mirándoles. Sus ojitos estaban hinchados, en ese momento ninguno de sus amigos podía hacer nada más que sentir tristeza. Le dolía y las palabras resonaban en su cabeza, aquella imagen de la persona que amaba tanto se acercaba a una mujer besándola como si él no hubiera caído a un precipicio. No tenía idea de qué hacer ¿y si le hablaba y arreglaban todo? Negó pegándose en la frente. Sus amigos se miraron preocupados. No podía hacer tal ridículo, no podía solo imaginarse no despertar con un mensaje de texto, de una llamada o de sus labios. Sus deditos temblaron cuando tocaron sus labios recordando el último toque cálido.

—¡Jimin ya!—rose le detuvo los deditos mirándole suplicante. Jimin sollozo abrazándola.

—¡me quiero morir!—gimoteó. Félix y Yoongi se miraron, estaban por levantarse…pero entonces la madre de Yoongi entro al cuarto.

¿madre?

—¿ah pasado algo?—los cabellos rubios y sedosos se movieron por la suave brisa entrando por la ventana de su hijo. Los menores hicieron una leve inclinación ante él doncel qué había dado un paso preocupado por los llantos—¿Jimin?.

—mamá—Yoongi quiso explicarle a su madre, quién en realidad era un hermoso doncel de altura y complexión suave.

—mami—Jimin elevó su vista. Seokjin cubrió su boca al ver lo terrible que se miraba su pequeño ángel. Rose y Félix se apartaron dando lugar al mayor en la cama. Min, no podía creer lo terrible que estaba el menor, y lo roto que se sentía—¡ Yeongguk termino conmigo!—el mayor le miró sorprendido.

KARMA (kookmin gemelos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora