Capítulo 1

4.3K 218 75
                                    

En el lugar todo era de un color blanco y puro, sin ruido y sin otros ángeles los cuales llamaran la atención del lugar, el cielo tenía una imagen tan simple, sin alguna idea imaginativa de realidad pues solo era un piso en blanco. Mientras todo el silencio se acumulaba, unas pisadas se hicieron presentes al ir pasando por el lugar, tranquilas y al mismo tiempo rápidas.

Los pasos se detuvieron y con una actitud semi agresiva, Miguel miraba de arriba hacia abajo al nuevo arcángel Aziraphale.

- Tu plan acerca de solucionar la guerra contra los demonios no es el adecuado ni el más cercano a al plan divino - la expresión de Miguel era amargada y segura de que podía tener la razón, más aparte su tono era rencoroso. No le agradaba la idea de que no tuviera el puesto que tuvo Gabriel.

- No podemos tomar decisiones tan simples - indicó Uriel mientras monitoreaba pantallas.

- Bueno, meternos en una guerra tampoco es simple - dijo Aziraphale mirando seriamente a sus compañeros
- Los demonios solo requieren un empujón para esto y con suerte podrían redimirse - movía sus manos al unisono de sus palabras, todos los arcángeles lo miraban con ojos juzgones.

Aziraphale había conseguido el puesto de arcángel después de que Gabriel renunciara, y una ligera emoción permanecía siempre y a cada segundo en el cielo, ya que ser alguien con poder dentro de los arcángeles es maravilloso.
S

us ojos de haber sido azules claros, habían pasado a un color más oscuro, un azul marino que resplandecía, su cambio de aspecto había estado desarrollándose durante todo el tiempo que había pasado, por lo que no parecía el ángel que alguna vez fue.

- Tendríamos que comprobar aquella teoría con un demonio - solicitó Saraqael mirando fijamente a Aziraphale, él volteó a verla y asintió - Aunque podríamos solicitar al infierno para esto, se negarían por la idea de redimirse, sería más sencillo encontrar a algún demonio que se encuentre en la tierra, habrá bastantes - dijo sin quitar esa expresión seria de su rostro.

Él abrió los ojos, mostró una sonrisa forzada haciendo una expresión desentendida, acomodó su suéter miró nuevamente a Saraqael, asintió manteniendo aquella sonrisa en su rostro.
Algo que le había arrebatado el cielo era la capacidad de sonreír como el quería, dentro de este no había una buena razón por la cual hacerlo, todos siempre con una expresión seria y egocéntrica.

- Mandaremos a uno de nuestros ángeles para encontrarlo - Miguel solo miraba hacia otro lado sin fijar los ojos en Aziraphale, en su mente solo pensaba en los errores que había hecho dicho angel y la atrocidad de que el mismo Metatron lo hubiera escogido a él como arcángel y no a ella, era ridículo y por más que hubieran pasado ya 5 años, seguía sin aceptarlo.

Uriel escogió, entre toda la categoría de angeles, al ángel indicado para esta tarea, el cuál tendría que buscar, encontrar y traer al primer demonio que detectara a ellos. De pronto una alarma comenzó a sonar por todo el cielo, poniendo una luz roja parpadeante a modo de alerta, todos se miraron incrédulos ante tal alarma.

- ¿Qué ocurre? - Aziraphale miró a Uriel borrando esa sonrisa, esperando una respuesta, mientras ella buscaba en su pantalla que había ocurrido y porqué sonaba de tal forma aquella alarma, Miguel se tapó los oídos desesperada por aquel sonido - ¿A quién mandaste allá afuera? -.

Saraqael negó con la cabeza, con notorio fastidio hacia todos a su alrededor - ¡Por todo el cielo! ¡Apaguen esa alarma! - exclamó Miguel haciendo que Uriel llamara a configuración y aquel ruido se detuviera abruptamente, Miguel tenía una expresión de fastidio la cual no le agradaba a nadie. Uriel rebuscó en su pantalla, después de unos rápidos movimientos, con un suspiro cerró los ojos.

Good Omens 3 - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora