Capítulo 4

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- ¿Por qué me tiemblan las manos? Siento que mis labios se derriten y no sé porqué - se escuchaban pasos rápidos y continuos, era alguien escondiéndose, apoyó su mano en una pared - ¡No! Escogiste bien... ¿Verdad? -.

- ¿Por qué dudas? - escuchó una voz al otro lado, dió un brinco y se separó de la pared.

Se acercó y colocó su oído en la misma, esperando escuchar otra vez - ..¿hola? -.

- Hola -.

Se separó rápidamente y abrió los ojos asustado, miró a todos lados esperando que nadie más lo viera - ¿Quién eres cariño? - preguntó agachándose para acomodarse en el suelo.

- ¿Quién eres tú? -.

- Oh, bueno... Soy el nuevo arcángel - una sonrisa se dibujó en su rostro.

- ¿Nuevo arcángel? - la duda abundó dentro del otro lado de la pared - ¿Cómo te llamas? - se escuchó un ruido que asimilaba con que lo que estaba del otro lado, se volteó.

- Aziraphale, querida - mencionó con una sonrisa amable.

En la tierra, se iba haciendo de día y el sol alumbraba la casa en la que el demonio se encontraba, estaba en su sofá recostado de una manera poco cómoda y con la boca abierta, de pronto comenzó a sentir unos piquetes en su mejilla, se movió y soltó un bufido, volvió a sentir aquellos piquetes y se volteó bruscamente hacia donde los estaban haciendo.

Al ver hacia enfrente notó que el ángel estaba ahí, parado y mirando fijamente hacia él - ¿Qué quieres? - se acomodó ligeramente y se talló los ojos que ardían un poco.

- Mi aroma volvió - indicó sin quitar su vista de él - Necesito encontrar la forma de esconderlo - miró hacia otro lado caminando para la cocina.

- ¿Para qué quieres ocultarlo? - se levantó y se dirigió al baño en dónde se miró al espejo y lavó sus dientes rápidamente.

- Nada en especial, ¿Conoces algún basurero? - se asomó a la puerta del baño, Crowley volteó a verla e hizo una mueca al recordar el olor con el que llegó la primera vez, salió del baño sin responder y caminó hacia su habitación de ahí sacó su ropa y con un chasquido se cambió, luego sacó otra y se la lanzo a Galadriel.

- El aroma demoníaco te va a ayudar, no necesitas apestar - acomodó su corbata roja y su camisa.

Galadriel fue al baño y permaneció ahí durante unos minutos, en dónde se escuchaba la tasa del baño sonar a cada segundo ser jalada.

Después de salir, Crowley estaba tomando un café amargo y notó que Galadriel se acomodaba los lentes - Ah no, no, no - se dirigió a ella y le quitó los lentes - Los lentes no - los lanzo hacia atras y salieron de la casa, al meterse dentro del Bentley, el demonio sacó unos lentes oscuros y se los entregó - Estos son mejor que esos lentes que llevabas -.

El ángel miró los lentes y se los colocó sin más remedio, Crowley arrancó hacia dirección en dónde se encontraba la librería, era hora de formar el plan que había propuesto el ángel anoche, Queen sonaba a todo volumen mientras manejaba, movía su cabeza a la par de esta misma.

Al llegar, ambos bajaron y se dirigieron a la tienda, en dónde directamente que entraron vieron a Muriel limpiando la mesita que se había manchado de café - ¡Oh! Galadriel - levantó la mirada alegremente, dejó las cosas en su mesita y llegó a ellos.

- ¿Puedes ayudarme con algo? - Muriel asintió sin haber oído el pedido de Galadriel - ¿Qué es lo que dicen los datos históricos de Metatron? - ambas se dirigieron a un escritorio en dónde Muriel buscó varios libros para comenzar a contarle todo.

Por otro lado, Crowley comenzó a caminar por el lugar, su mirada tapada por los lentes mostraba melancolía, no quería dar a notarlo así que solamente daba una que otra vuelta, vió un libro y lo tomó sin ningún interés en abrirlo, giró su cabeza a la derecha y vio a Gabriel - ¡Ay Jes- Satán! - puso su mano en su pecho y miró a otro lado.

- Crowley, ¿Qué haces aquí? - preguntó Gabriel con una sonrisa.

- No, nada, solo necesitaba algo - balanceó sus brazos y lanzó el libro hacia atrás - ¿Y tú? -.

- Oh, me gusta venir aquí, cuando Aziraphale estaba a cargo era bueno venir a este lugar - dijo tomando un libro para leer su sinopsis, Crowley asintió y miró a otro lado - Además Beelzebub dijo que quería ir una cafetería y está reservando... Con eso de que ya no somos del cielo o del infierno, ya no podemos beneficiarnos de milagros - hizo una mueca señalando hacia arriba.

Crowley miró a Gabriel - ¿Qué fue lo que les hizo pensar que iba a funcionar? -.

- Hm, no lo sé, ni siquiera creímos que iba a pasar algo - dijo sin darle rodeos a la pregunta hecha por el demonio, este miró hacia abajo y se dirigió a otro sitio dentro de la librería.

Llegó a la sala en dónde todo había ocurrido y terminado, suspiró pensativo y observando cada parte del lugar, se quitó sus gafas y las miró un buen rato, hasta que escuchó su nombre y se los puso nuevamente. Al llegar Galadriel se acercaba a él - Bueno, lo que tendrían que hacer sería que ocasionaran algo lo suficientemente llamativo para llamar la atención de los arcangeles pero no de Metatron - dijo Muriel con una sonrisa inocente, Crowley miró a Galadriel y ella apretó los labios.

- El plan es no ser llamativos - el ángel asintió sin mirarlo, de pronto escucharon que Beelzebub entraba a a la librería con una sonrisa.

- Crowley - saludó y notó como Gabriel llegaba hacia ella saludando - Encontré la reserva a la vuelta - sonrieron mutuamente.

Crowley miró a otro lado, Galadriel dió dos pisadas al suelo mirando hacia la ventana, tomó al demonio del hombro y se tiró al suelo.

Directamente después de esto, un ser con una armadura blanca, rompió está ventana con una lanza gigante que terminó clavada en uno de los muebles que abundaban en la librería, todos quedaron inmóviles observando aquella lanza y la armadura que ya se había marchado luego de haber hecho aquello, Muriel tenía un rostro de preocupación por el mueble, Beelzebub y Crowley miraron fijamente la punta y Gabriel solo pudo pronunciar una palabra.

- Barachiel -.

Good Omens 3 - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora