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Crowley se encontraba sentado, mirando como Aziraphale ponía una venda en su cuello, para cubrir la herida que le había ocasionado la lanza, lo miraba como si fuera la primera vez en mil años en verlo, después de todo seguía para él como siempre había sido.

Muriel estaba sentada a un lado con el cuerpo de Galadriel que se encontraba inconsciente, por otro lado Gabriel tarareaba su canción mientras miraba hacia enfrente con Beelzebub en sus brazos, todos por fin obtenían una paz serena después de tanto caos, habían pasado unas horas en lo que se hacia aquella pelea.

Por lo que no faltaba para que comenzara el amanecer, pero antes de tiempo una luz se hizo presente del cielo y de esta, descendieron tres arcángeles, que caminaban hacia los traidores, al llegar no era más que Miguel, Uriel y claramente Metatron que era el que tenía una expresión molesta, al acercarse Aziraphale se levantó dejando de lado a Crowley, volteó a verlo preocupado y regresó su mirada los arcángeles, tratando de encontrar una explicación ante Metatron, este alzó la mano para que evitara hablar - Aziraphale, te ordeno que vuelvas a tu puesto - indicó estricto mirándolo, Aziraphale se encontraba nervioso.

Tragó saliva y se posicionó aún con aquella sensación en el cuerpo - No, señor - alzó la barbilla, Metatron alzó una ceja y se acomodó enfrente suyo.

- Hace 5 años, Aziraphale - puso ambas manos enfrente suyo - Yo te otorgue el mejor puesto del cielo, te apoye - se señaló a si mismo, con la misma expresión seria - No puedes dejar lo que te causó felicidad en algún momento -.

Metatron sonrió al ver el rostro pensativo de Aziraphale, que miraba hacia otro lado con los ojos perdidos, pronto reaccionó - Tiene razón - su expresión denotaba igual seriedad y seguridad, dió un paso hacia atrás y colocó su mano en la cabeza de Crowley suavemente - No volveré a dejar ir lo que me causa felicidad ahora - el demonio miró hacia él, con un rubor en sus mejillas observando al seguro ángel que él había amado todo ese tiempo.

Metatron frunció el ceño, Miguel detrás de él sonría sin vergüenza alguna, sabía que ella sería la escogida para el nuevo puesto - Si es así, no podremos dejar un registro tuyo, Aziraphale - inclinó su mirada y abrió los brazos - Serás borrado del libro de la vida - exclamó serio. Aziraphale cambió de un rostro decidido a uno temeroso, hasta que Crowley se levantó rápidamente y haciendo una mueca por su herida.

- No tienen el permiso de Dios para eso - dijo señalando hacia arriba.

- Soy el maldito Arcángel Metatron, mi decisión es la misma que haría Dios - movió sus brazos molesto, a lo que Crowley alzó las cejas, de pronto una luz los alumbró a todos y de esta solo se podía escuchar una voz proveniente del señor todo poderoso.

- Metatron, ¿opinas que tú cómo arcangel, eres igual a mi como Dios?-

Metatron se paralizó, y miró hacia arriba - No señor, sigo las reglas - tosió ligeramente - No podemos permitir más registros de arcángeles que escaparon con demonios - explicó mirando a Gabriel que lo miraba con una ceja alzada.

- Aziraphale -

Resonó la voz ante el ángel, que soltó un quejido y volteó hacia arriba nervioso - Hola...-

Crowley de igual forma miro para arriba y alzó un brazo - Hey -.

- No se te será permitido volver al cielo, ni a vivir como ángel si decides dejar de ser un arcángel, ¿Estás seguro de que quieres eso? -.

Aziraphale, entrecerró los ojos abrumado por la luz, pensativo, dudó si debía aceptar - Eh..- se relamió los labios - Significa... ¿que me convertiría en un humano? -.

Ante esta pregunta, Dios calló y Crowley volteó a ver a su ángel temeroso de que tuviera que perderlo de una manera cruda. Todos miraban hacia arriba esperando la respuesta de Dios.

- No es así Aziraphale, vivirás toda la vida que tú desees, más ya no a mi lado o al del cielo -.

En definitiva, era difícil pensar en que no podría volver al cielo, pues siempre había sido su lugar después de todo y siempre mantuvo su fé y lealtad a la voluntad de Dios aún cuando le era fatal. Aún así aquel Dios misericordioso, le daba el perdón y la oportunidad de escoger - Yo..- miró hacia arriba - Yo elijo quedarme aquí - tomó la mano de Crowley, mirándolo con una sonrisa, el demonio lo miraba sin entender bien el porque había una sonrisa en su rostro - Agradezco que me de ese permiso, señor - volvió a mirar hacia arriba.

Dios sin decir nada más, se fue haciendo que la luz que abundaba arriba de ellos, se fuera inmediatamente regresandolos a la oscuridad de la noche, Metatron acomodó su saco molesto, miró a Crowley y asintió, volteó a ver a los arcángeles que tenía detrás - Desde ahora quien ocupará el lugar que tuvo Aziraphale, serás tú Uriel, vámonos - Metatron hizo un ligero salto y su cuerpo se desintegró en una luz blanca.

Uriel se tapó la boca sorprendida mientras que Miguel la volteaba a ver sin nada que decir, Crowley soltó una risa extravagante que hizo que el arcángel Miguel lo volteara ver con enojo. Uriel con una sonrisa alzó los hombros y luego dió un salto y ocurrió lo mismo que con Metatron, Miguel miró hacia la nada molesta para proseguir con lo mismo.

Al dejarlos a todos solos, Muriel mantenía una mirada perdida, era la primera vez que escuchaba la voz de Dios en mil años, nunca había tenido ese privilegio y por fin había experimentado tantas cosas, Aziraphale volteó a verla y recordó que no se había entablado un final para Galadriel - Ay Dios - se acercó a ella y revisó su estado, recordando que se encontraba bien después de todo, Crowley se acercó a él y lo tomó del hombro.

- Va a estar bien, se ha liberado de más veces - sonrió y Aziraphale suspiró, se levantó a su lado y se miraron - Espere 6000 para estar contigo de esta forma - lo tomó de la cintura y lo acercó hacia él.

- ¡Crowley! - exclamó con una sonrisa apenado, puso sus manos en su espalda, compartiendo aquel abrazo.

- Y ahora... Estamos los dos, solo tú y yo - junto su frente con la del ángel, y cerraron los ojos tranquilamente, era una paz que deseaban desde hacía siglos, y por fin la tenían.

Por fin se tenían.

- Vas perfecto para mí, Crowley - abrió los ojos y se acercó a él dándole un beso tierno en los labios, que Crowley aceptó contento de por fin tener libremente el sabor de aquel ángel en su boca.

Era encantador.

Muriel miró hacia otro lado apenada por aquello, mientras que la otra pareja solo sonreía volteando hacia otro lado, felices de que haya terminado.

Mientras el amanecer llegaba en el cielo, los ojos de Galadriel se abrían ligeramente y un ruiseñor comenzaba a cantar a lo lejos en una de las tantas ramas que abundaban en los árboles del lugar.

Dejando por fin un paisaje bellísimo a los ojos de cualquiera, y más a los ojos de quienes por fin se miraban mutuamente coincidiendo con su propio cariño.

- Por el mundo - dijó Aziraphale sonriendo.

- Por nosotros - respondió Crowley acariciando su mejilla.

- Por lo nuestro - susurraron al unisono, mirándose y dándose nuevamente un beso que los unía finalmente


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Y ya, fin
Muchas gracias
Se les quiere<3

Good Omens 3 - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora