Capítulo 5

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Mientras Galadriel bajaba por el elevador, en otro de estos Muriel y Gabriel subían rápidamente en busca de sacar al otro ángel de lugar - ¿Por qué la buscan? - preguntó Muriel saliendo del elevador mirando a todos lados esperando no encontrarse con nadie, Gabriel miró el cielo de una forma melancólica y sonrió al ver el lugar.

- No lo sé - alzó los hombros y siguió a Muriel, ella volteó a verlo y no buscó insistir la pregunta - Hm.. tengo una idea - tomó a Muriel del hombro y se dirigieron hacia lo que fueron las partes bajas del cielo.

Mientras que por otro lado del mismo sitio, se encontraba Aziraphale tomando su boca nervioso, mirándose y tocando su ropa - ¿Por qué me pongo cuello de tortuga? - se estiró un poco, tratando de quitarse aquello, se miraba en uno de los espejos a los que había ido y ver su imágen le ocasionaba muecas de incomodidad, Uriel lo encontró y se acercó a él.

- Aziraphale, ¿Ocurre algo? - se acercó a su lado y el arcángel se volteó con una sonrisa nerviosa.

- Puedes...-se acomodó ligeramente el suéter - ¿Puedes traerme unas tijeras? - sonrió un poco y Uriel alzó una ceja, asintió y se retiró en busca de dicho objeto, Aziraphale se quitó la gabardina y se concentró para crear un milagro con respecto a su ropa.

Chiflaba por el camino dirigiéndose hacia la librería sin perder de vista el hecho de que escapó nuevamente del cielo, entró a la librería sin problema y rebuscó en su bolsillo para colocarse los lentes negros que Crowley le había dado.

Miró a todos lados y notó que no había exactamente una vibra tranquila, al acercarse a la sala, Beelzebub y Crowley estaban sentados esperando a que Galadriel se sentara con ellos - Estás molesto - el ángel se dirigió al sofá y se sentó sin quitar su mirada del demonio.

- ¿Por qué Barachiel te seguía? - junto sus manos - ¿Cómo es que te atreviste a mentir? - se quitó sus lentes y golpeó la mesa - ¡Y ni se te ocurra mentir otra vez! - exclamó con notoria ira en sus ojos.

La habitación quedó en silencio, Galadriel se mordió el labio y soltó un suspiro - No tenía un permiso para salir - su mirada se dejó ver gracias a qué se quitó los lentes - Nunca lo tuve - sonrió fingidamente - Jamás me mandaron a buscarte -.

Dentro de si, sintió un golpe en el pecho, al darse cuenta de que Aziraphale jamás lo había buscado como creyó, frunció el ceño y tomó aire molesto.

- Gabriel nunca le dijo a nadie sobre mi castigo divino, nadie sabía que yo estuve encerrada y nadie me liberó jamás - continuó mirando a otro lado, dicho esto el mencionado había llegado junto con Muriel, ambos parecían sorprendidos al ver a Galadriel ya en la librería. Ambos angeles se miraron nerviosos y se acercaron - Mira, perdón -.

- No - Crowley tomó sus lentes y se los puso rápidamente - No quiero oír acerca de disculpas - le dió la espalda y caminó hacia la salida - Menos de un ángel -.

- ¡Crowley! - Galadriel se levantó de su asiento - Escúchame, por favor -.

- Ya te oí una vez - tomó la puerta y la abrió.

- Hace 4 años fue que Aziraphale me pidió ayuda - aclaró apretando sus manos fuertemente, Crowley se detuvo soltando un suspiro - Jamás te mentí cuando te mostré aquellos sentimientos - dió unos pasos hacia él - Jamás mentí con respecto a Aziraphale -.

El demonio apretaba sus dientes y soltó un quejido - ¿Qué carajos tienes que decir? - se volteó a verla aún sosteniendo la puerta.

Galadriel sonrió ligeramente y tomó aire - Estuve encerrada durante mucho tiempo, sin nadie con quien hablar, sin oír absolutamente nada - aclaró moviendo sus manos - Solo que un día escuché que alguien caminaba hacia donde yo estaba -.

Todos miraban la sonrisa de Galadriel, era una cálida - Aziraphale habló conmigo durante mucho tiempo, sin saber quién era y sin haberme visto -  - Él quería confiar en alguien, y me habló de ti -.

Todos miraban la sonrisa de Galadriel, era una cálida - Aziraphale habló conmigo durante mucho tiempo, sin saber quién era y sin haberme visto -  - Él quería confiar en alguien, y me habló de ti -

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Cada palabra que salía del ángel, causaban millones de sensaciones en la cabeza de Crowley, que le ocasionaba sensaciones en su estómago que no sabía cómo interpretar.

- Su manera de hablar sobre ti, era triste y al mismo tiempo melancólica... Él solo quería volver a verte - Beelzebub tomó sus manos y sonrió ligeramente, mirando a Gabriel con ojos de amor mientras oía la historia - Me pidió ayuda, y no podía hacer nada, un día solo comenzó a dejar de bajar como lo hizo Gabriel, su voz se volvía más mecánica y sus sentimientos se apagaban - se abrazó a si misma - Cuando dejó de ir, solo sentía aquel vacío que abundaba en el cielo, era insoportable - apretó sus brazos y miró a la nada - Tal vez lo hice por mí, pero el hecho de ver cómo ambos se sentían de maneras tan fuertes... Fue espléndido - sonrió mirando hacia abajo - Perdón si te mentí Crowley -.

El demonio apretaba sus manos fuertemente, tratando de no pensar de más aquello que sentía, apretó su nariz y miró a otro lado - No importa - soltó una risa - De todas formas tu plan no funcionaba -.

- Si lo hizo - contestó abruptamente con seriedad, todos la observaron incrédulos - Le entregué uno de estos - mostró la caja de dulces que tenía en la mano y Crowley se acercó rápidamente, tomó uno y alzó una ceja - Son Anti Milagros - sacó uno, le sopló y el dulce rojizo se transformó en una figura brillante que relucía fuertemente.

- ¿Los hiciste tú? - Beelzebub se levantó con curiosidad ante aquello.

- No - tomó nuevamente el dulce y lo metió a la caja, Crowley hizo lo mismo - En la guerra de ángeles y demonios, Lucifer creó estas cosas para evitar que los angeles atacaran con tal poder, Gabriel me mandó a robar estas cosas pero jamás me las pidió así que las conservé - contó mirando a Gabriel que la miraba tratando de recordar aquello.

- Esas cosas nunca se probaron, no sabemos si siquiera servían - dijo Gabriel acercándose y tomando la caja.

- Sea lo que sea, funcionó para hacer que vomitara un color divino - explicó, Gabriel miró a Beelzebub, mientras que Muriel y Crowley la miraron a ella.

- El color de un milagro...- el demonio se tapó alzó las cejas, sorprendido de que aquella idea hubiera funcionado - ¿Y qué se supone que hagamos ahora? - miró a Galadriel que mantenía su postura firme sin preocupaciones.

- Encontrar a Aziraphale - alzó los hombros y salió de librería sabiendo que los demás irían atrás de ella, era tiempo de un encuentro.

Good Omens 3 - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora