Solo tú;; C.R.O

Capítulo 32.

Capítulo treinta y dos.

Tomás.

Llevaba casi toda la noche mirando a Nahia como un pelotudo, ¿la razón principal? Se ve muy linda, demasiado a decir verdad. Ese rojo le sentaba muy bien. La otra razón, un pibe llevaba banda de tiempo hablando con ella y yo no podía acercarme porque su vieja llevaba hablándome hace banda.

─Entonces Tomás,─ Continúo hablando ella.─ yo a Nahia la amo mucho, es mí única hija.

Ella ya estaba algo ebria.

─Lo sé, ella también la ama mucho a usted.─ Contesté tratando de sonar respetuoso.

─¿En serio?─ Me preguntó mientras los ojos se le aguaban.─ Es que a veces no parece, la hija de puta esa es muy fría.

Trate de no reírme al escuchar eso.

─Es posta, Nahia la quiere mucho.

Ella sonrió ampliamente y me abrazó.─ Estoy muy feliz de que estés con Nahia.─ Dijo al separarse de mí.─ Sos el único que ha sido capaz de hablar conmigo y con Andrés, ¿de verdad la quieres?

Asentí, capaz y antes lo hubiera dudado, pero ahora no era así.

─Sí, de verdad espero que Nahia y yo podamos continuar con nuestra relación por más tiempo, quiero aprender junto a ella.

Mi ahora suegra, palmeo mi espalda.

─Me gusta mucho escuchar eso...─ Ella hizo una pausa y luego se cruzó de brazos.─ Espero sinceramente no tener que odiarte después.

Negué con mi cabeza.─ No va a pasar.─ Le respondí con firmeza.

Ella sonrió y antes de que pudiera decir alguna otra cosa, llegó Julián y se la llevó. Sólo pude sonreír, todos ellos se veían como unas buenas personas y me sentía raramente cómodo aquí, me agradaban.

─Eu, Tomi.─ Llegó Sol a saludarme.

Sonreí.─ ¿Qué onda, todo piola?

Ella asintió.─ Sí, aunque Nahia se ve un toque incómoda con ese pibe, ¿no?

Voltee a mirarlos y era verdad, ese pibe estaba muy cerquita a Nahia y ella tenía una expresión que aún no podía descifrar bien.

─Ya vengo.─ Le dije a ella para comenzar a caminar hacia donde estaba ella.

Al llegar, me hice al lado de Nahia y pase mi brazo sobre sus hombros. El pibe me miró con una ceja arqueada y una pequeña sonrisa en los labios, ¿qué le causaba gracia?

─¿Todo piola?─ Le pregunté a Nahia.

─Sí.─ Respondió mientras asentía.

─¿Sos su novio?─ Me preguntó el pibe.

Asentí.─ Lo soy, ¿vos qué?

Él se encogió de hombros.─ Soy un buen amigo de Nahia... ─ El hizo una pausa y la miró fijamente.─ Muy buen amigo a decir verdad.

Me dió rabia escucharlo decir eso y más por el tono tan desafiante en el que lo decía. Sólo pude mirar a Nahia, pero ella no pudo sostenerme la mirada.

─¿Verdad, Nahia?─ Le preguntó el pibe.

Ella soltó una pequeña risa nerviosa.─ No, yo creo que es mejor ir a tomar algo, tengo sed.

¿Por qué desviaba el tema?

Quité mi brazo de sus hombros y me quedé mirando al pibe.

─Voy al baño.─ Dijo él y sin más, se fue, dejando más preguntas que respuestas.

Nahia me miró.

─¿Es muy buen amigo tuyo?─ Le pregunté cruzandome de brazos.

Ella negó.─ No, Manuel es así, lo dice en joda.

Fruncí mis cejas, no me convencía.─ Y mira que es muy gracioso, me cagué de risa.

Nahia rodó sus ojos y tomó mi mano para comenzar a llevarme a no sé dónde, terminamos en la cocina.

─Mejor tomemos algo,─ Dijo sacando una botella de vodka.─ y relájate.

No entendía por qué estaba actuando así, pareciera como si quisiera evadir cualquier tema referente a ese pibe y todo esto me hacía sentir incómodo.

─¿Qué te pasa?─ Le pregunté cuando me ofreció trago en un vaso.

Ella me miró confundida.─ Nada, sólo quiero que nos relajemos.

Recibí el vaso y me lo tomé casi todo de una.

─Ya estoy relajado, ¿me podés responder?─ Insistí.

Ella se rió y tomó de su vaso.─ Es mi amigo, nada más. Ponele que es como si fuera tu ex, Gabriela.

Ese comentario me incómodo banda. Ella comenzó a reírse y al ver que mi reacción no fue la misma, sirvió otro vaso y me lo paso.

─Se nota que no te gusta que la nombre.

─No estamos hablando de ella, estamos hablando de vos y yo. No me gustó tu respuesta.─ Dije devolviéndole el vaso.

Ella suspiró y tomó del vaso que le devolví.

─Deja de tomar así.─ Le dije intentando quitarle el vaso, pero no pude.─ Nicolle, es en serio.

─¿Por qué te enojas?─ Preguntó algo enojada.

─Por tu cinismo y porque no estás siendo sincera conmigo.

Ella nuevamente tomó más vodka y tiro el vaso.

─Pensá lo que querás, yo sólo quiero pasarla bien hoy, con o sin vos.

Y sin más, salió de la cocina tambaleándose ligeramente con la botella de vodka en la mano.

Suspiré y me fuí detrás de ella mientras la llamaba por su nombre, pero ella seguía caminando y tomando mientras me ignoraba. Cuando estaba a punto de alcanzarla, me tropecé con un pibe.

─Eu, Cenfe.─ Me saludó un pibe que en mi vida había visto.

─Eu, ¿nos conocemos?

Él negó.─ No, pero he escuchado tu música y está tremenda, tenés mucho futuro.

La amargura que tenía, se me bajo un toque al escucharlo decir eso.

─Que bueno que te haya gustado, no sabes cómo me la sube escucharlo.

Él me dió una sonrisa.─ ¿Mi prima Nahia es tu novia?

Asentí.

─Sos el primer pibe al que presenta a la familia.─ Me dijo.

Levanté mis cejas sorprendido. Iba a contestarle, pero la música paró y toda la atención se centro en los bafles que habían sido desconectados por una Nahia bastante ida.

─¿Qué pasa, Nahia?─ Le preguntó Julián.

Ella sonrió ampliamente, pero esa sonrisa no transmitía del todo felicidad.

─Es que no puedo dejar pasar esta noche, este momento e irme sin antes decir unas palabras a todos los invitados.

Su voz se escuchaba rara, las palabras se escuchaban arrastradas, la mirada de Nahia se veía perdida... ¿Estaba drogada?

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Perdón por no haber subido nada.