Prólogo.

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Nahia.

─¿Te piensas quedar todo el día en la cama?─ Me pregunto mi vieja entrando a mi pieza.

─Son mis vacaciones ma, dejame descansar─ Le dije cansada, ya era la tercera vez que me lo decía.

─Ya sé, pero me estresa verte ahí sin hacer nada, mínimo invita a Sol, capaz y te saca de aquí... Deja que le entre aire a tu pieza.─ Dijo caminando para abrir la ventana.

Rodé mis ojos.─ Sol esta con sus viejos viajando, no llega hasta la otra semana.

Mi vieja puso sus manos en su cintura.─ Entonces anda a la plaza, escuche que hay unos pibes haciendo lo que te gusta.

La mire confundida.─ ¿A que te referís?

─Se están tratando mal, lo que te gusta ver a vos, cantantes, como se llamen.─ Dijo encogiendose de hombros.

─Raperos.─ La corregí y ella asintió con su cabeza.

─Si, eso.─ Dijo y luego miro mi pieza de rincón a rincón. ─Si no vas te pongo a organizar tu habitación y a que me ayudes a organizar la casa.─ Me dijo levantando una botella de un energizante que estaba en el piso.

Rápidamente negué con mi cabeza, odiaba esos planes que a mi vieja se le ocurrían, siempre se estresaba porque no limpiaba como ella quería, luego colocaba una música rara y durabamos horas en eso, no sé porque a mi vieja le gustaba tanto limpiar la casa.

─Bien, voy a ir.─ Dije levantándome de la cama.

La vi sonreír.─ Perfecto, pero peinate, tenés ese cabello como un nido.

Asentí con mi cabeza.─ Dale, en un rato bajo.

Ella salio y cerré la puerta. Suspire y busque que ponerme, termine poniéndome esto:

Busque una campera rápido, tome mi celular y baje las escaleras, mi vieja estaba barriendo

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Busque una campera rápido, tome mi celular y baje las escaleras, mi vieja estaba barriendo.

─¿Cuando compraste esos pantalones?─ Me pregunto mi vieja acercándose.

─La semana pasada, mi papá me dio la plata.─ Mentí y ella asintió no tan convencida.

Sabía que mi forma de vestir le disgustaba, pero ya habíamos tenido conversaciones sobre eso y había logrado que "entendiera" mis gustos.

─Bueno, capaz llegue a las diez.─ Le avise acercándome a ella para despedirme.

─¿Y por qué tan tarde?─ Pregunto.

─Ehh... No sé, de pronto me encuentro con Santi.

Ella entre cerro sus ojos, Santiago no le agradaba.

─Vos sabes lo que pienso de ese pibe, Nahia.

Asentí con mi cabeza.─ Lo sé, pero la semana pasada lo conociste y se porto muy piola, no lo podes negar.

─Si, pero igual ten cuidado, no le aceptes drogas a ese pibe.

Asentí con mi cabeza.─ Vos tranquila, todo va a estar bien.

─Bueno,─ Dijo para luego darme un beso en la frente.─ cuidate.

Le di una sonrisa y ahora si salí de casa, tome el camino a la plaza y cuando llegue me sorprendí al ver que habían unas treinta personas, no estaba tan lleno como pensé. Camine hacia donde estaban y me senté cerca a escuchar a los pibes que estaban. Duramos un buen tiempo ahí, los pibes que estaban rapeando no lo hacían para nada mal, pero de un momento a otro se comenzó a llenar.

─Wacha, no puedo creer que vaya a venir cenfe.─ Le dijo una piba que estaba mi lado a su amiga, parecía bastante emocionada.

¿Cenfe? ¿Quien era ese?

─Y si boluda, eso dijeron, pero quien sabe.

Ignore lo que decían y seguí mirando a los pibes que rapeaban, luego de casi media hora escuche gritos detrás de mi y vi a unos pibes caminando hacía acá, todo el mundo se corrió y ellos llegaron con los otros pibes que ya estaban rapeando.

─Boluda, si vino.─ Le dijo la piba de antes  emocionada a su amiga.

Los mire y uno de ellos llamo mi atención, tenía el pelo pintado de un verde casi desgastado y banda de tatuajes, cuando miro hacía el lado en el que yo me encontraba levante mis cejas, que lindo era... De la nada sonrió, ¿me sonrió a mi?

─¡Por Dios, me sonrió!─ Dijo la rubia que estaba a mi lado con voz chillona.─ Me va a dar algo.

Rodé mis ojos, obviamente esa sonrisa no era para mi, que ingenua que era...

El grupo de pibes que llego comenzó a tirar free. Primero empezo uno al que le decían Homer, lo hizo muy piola, luego paso Lil Troca, así dijo que se llamaba o bueno, su a.k.a y por último c.r.o, el pibe de pelo teñido... Me sorprendió su flow, la tranquilidad que transmitía su voz, no era agresivo ni violento, tampoco tan dulce, simplemente estaba en el punto medio y perfecto, transmitiendo paz.

No puedo negar que esos tres pibes tenían banda de talento y aún me preguntaba por qué no los conocía.

Pasaron dos horas mas y esa pequeña "exhibición" se termino, la gente se comenzó a ir y yo me espere a que la mayoría de la gente se fuera para levantarme, el culo me dolía de estar tanto tiempo sentada, pero había valido totalmente la pena.

Mire mi celular y vi que eran las 20:34, se supone que Santiago ya tenía que estar por acá, lo llame y me dijo que iba a venir. Lo busque con la mirada pero entre tanta gente se me hizo difícil encontrarlo.

Comencé a caminar hacia una especia de "tarima" que había en la plaza, capaz si me subía ahí lo encontraba, aunque lo dudaba. Cuando llegue ahí vi a todos los pibes que rapearon hace un rato pero ninguno me vio así que me hice a un costado para no molestarlos y comencé a buscar al pelotudo ese, pero mi celular comenzó a sonar haciendo que todos me voltearan a mirar, tenía el volumen a 100.





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Solo tú;; C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora