Capítulo once.
Nahia.
No recuerdo muy bien a qué hora me levanté, lo que si recuerdo es el dolor de cabeza tan tremendo que tenía, ¿había tomado mucho ayer o qué pasó? A parte estaba en una habitación que no era la mía, lo que me asusto un toque más, pero al echar cabeza recordé que ayer Tomás me había traído a su casa, y acordándome de eso, terminé recordando otras cosas.
Estaba muerta de la vergüenza ahora, ¿cómo iba a mirar a Tomás después de que me quedé en ropa interior en frente de él? Definitivamente siempre termino como una pelotuda cuando tomo de más.
─¿Nahia?─ Preguntó Troca entrando a la habitación.
Al verlo le sonreí, el también hizo lo mismo.
─¿Cómo estás?─ Me preguntó sentandose en un borde de la cama.
─Bien, sólo me duele un toque la cabeza, pero estoy piola.
Troca se rió.─ Menos mal, donde tu viejo vea la cara que tenés nos echa.
Me reí, ¿me veía muy mal?
─¿Mi viejo los ha llamado?─ Le pregunté, había buscado mi celular pero no lo encontré.
─Si, bueno, llamo a Tomás pero todo bien, no está preocupado ni nada.
Hablando de Tomás...
─¿Y Tomás?─ Le pregunté tratando de sonar lo menos interesada posible.
─En la cocina haciéndote el desayuno, muy tierno el pibe.
Me reí.
─Bueno, me voy, nos vemos más tarde.─ Se despidió.
─Chau.
Cuando Troca salió suspiré, Tomás estaba afuera, lo que significaba verlo. Dios, ¿por qué me tengo que acordar tan claramente de las cosas? Recuerdo que hasta le dije que me gustaba.
Quería esconderme en un caja y quedarme encerrada toda la vida.
En ese momento entró Tomás y al verlo sentí mi cara arder, probablemente ya tenía las mejillas coloradas. Nos quedamos viendo por un momento hasta que el habló.
─Troca me dijo que te duele la cabeza, ¿quieres una pasta?─ Me preguntó.
Asentí con mi cabeza.─ Sí.
Él me la paso.─ Te la tomas después del desayuno, ¿bueno?
Nuevamente asentí con mi cabeza y él salió sin decir nada más. ¿Por qué Tomás actuaba como si no hubiera pasado nada? Aunque es mejor, ¿No?
•••
Había desayunado con Franky, Chulu y Tomás, ellos hablaban de sus cosas mientras yo solo los escuchaba con atención, Tomás ni siquiera me miraba.
Ahora estaba en el baño. Cuando me mire al espejo hice un gesto de desagrado, me veía muy mal, tenía unas ojeras terribles y el cabello hecho mierda. Con razón Troca dijo eso.
Me metí a bañar y me cambié con la misma ropa de ayer, no estaba sucia así que no había problema. Al salir me encontré con Franky y Chulu, ambos se despidieron de mí, tenían que ir a grabar unas cosas con mi viejo.
Cómo no ví a Tomás, supuse que se había ido, así que fui a la sala a buscar mi celular, no me demoré mucho en encontrarlo, estaba en el sillón detrás de una almohada. Lo malo es que se había descargado, suspiré.
¿Tomás tendrá un cargador en su pieza?
No perdía nada yendo, así que eso hice. Cuando entré me arrepentí, ahí estaba Tomás escribiendo algo en una libreta. Claramente notó mi presencia porque de inmediato me miró.
Él arqueó una ceja.─ ¿Todo bien?
Asentí con mi cabeza.─ Sí... Pensé que te habías ido.
─No,─ Me dijo dejando su libreta en su cama.─ te estaba esperando a vos.
Hundí mis cejas.─ ¿A mí?─ El asintió con su cabeza.─ ¿Para qué?
─Para llevarte a tu casa, tú viejo me pidió el favor.
Ladee mi cabeza. Sentía ganas de decirle muchas cosas pero de mi boca no salía nada.
─¿Tenés un cargador?─ Le pregunté luego de un momento.
Él no dijo nada y comenzó a buscarlo, cuando lo encontró me lo paso.
─Gracias.
Dios, ¿por qué sentía tanta tensión en este momento? Es que no puedo mirarlo igual después de haber Sido tan pelotuda, ¿le digo algo sobre eso?
─¿Posta estás bien?─ preguntó de nuevo.
─De hecho...─ ¿Lo decía?─ ¿Te acordás de lo que pasó ayer?
Tomás se rió.─ Depende.
Me reí.─ Hablo en serio, Tomás.
Él me miró y luego palmeo la cama indicando que me sentará a su lado, eso hice.
─¿Vos te acordás de lo que pasó?─ Me preguntó está vez él.
¿Decía la verdad? Bueno, si algo sale mal, puede defenderme diciendo que estaba ebria y no sabía lo que hacía.
─Si,─ Dije asintiendo con mi cabeza.─ ¿te incómodo lo que hice?
Él negó con su cabeza.─ No, admito que si fue un toque raro, pero no me incómodo ni lo hace ahora, ¿a vos sí?
─Mmm... Sólo me da vergüenza.─ Admití, ambos nos reímos.─ Es que después de haberme casi desnudado en frente tuyo, no sé, es raro.
─No debería darte vergüenza, estabas borracha y bueno.
─Igual me da pena,─ Le dije haciéndolo reír.─ a parte también te dije cosas y─
─Yo también te dije cosas.─ Me interrumpió.
Si las recordaba.
─¿Vos estabas borracho?─ Le pregunté en joda, sabía que no lo estaba.
─Depende.─ Respondió en un susurro haciéndome reír.─ No, no lo estaba, no me puedo defender con nada.
Que lo admitiera me sorprendió, parecía estar siendo honesto.
─Sos muy fácil de conquistar.─ Le dije, a veces no podía tomarme las cosas tan en serio.
Él sonrió.─ ¿Ah, sí?─ Preguntó mirándome fijamente.─ Según vos ya me conquistaste.
Asentí con mi cabeza.─ Y si, te gusto siendo pelinegra.
Vi como mordió sus labios ligeramente.
─Capaz.
─¿Capaz?─ Le pregunté acercándome un toque a él, para quedar más cerca de su rostro.
En ese momento comencé a sentir esa tensión, esa típica que se genera al querer besar a alguien.
─¿Ahora no te da vergüenza?─ Preguntó luego de un momento.
Negué con mi cabeza.─ ¿A vos te da vergüenza?
Sus labios formaron una pequeña sonrisa.─ Me da más vergüenza admitir que me gusta una pelinegra.
No pude evitar sonreír.─ Hoy estás bastante chistoso vos.
Él no respondió nada y nos quedamos mirando durante un tiempo que en ese lapso se me hizo casi eterno. De vez en cuando el miraba mis labios y yo hacía lo mismo, ¿era la única que sentía esas ganas de besarnos? No sé, capaz y era una competencia para ver quién aguantaba más.
─Nahia, ¿puedo besarte?
👽👽👽👽👽👽👽
AAAAAAH!!
Si no se besan, me muero.

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Solo tú;; C.R.O
FanfictionSin imaginarlo, en un mes llegaron a sentir mas de lo que habían sentido en toda su vida.