Capítulo cuarenta.
Maratón 4/5
Tomás.
Estaba feliz. Había planeado esto con los pibes por la tarde y me alegraba que saliera bien. No era joda que Homer había hecho el pastel y que yo lo decoré... Sé que es demasiado cursi, pero bue, me dejé llevar.
Hice esto por Nahia, sabía que no la estaba pasando tan bien y era consciente de que su cumpleaños había sido una mierda, así que quería que supiera lo importante que era para nosotros y que podía pasar esta fecha tan importante con gente que sí la quería.
─¿Te gustó?─ Le pregunté a Nahia refiriéndome al pastel.
─Está muy rico.─ Dijo mientras asentía.─ No sabía que Homer cocinaba tan bien.
Me reí.─ El hijo de puta tiene cara de todo menos de cocinero.
Ella rió.─ Tenés razón... ¿Así habrá enamorado a Sara?
─Supongo.─ Contesté mirando hacía donde ella estaba.
Hace una semana que estaba aquí. Homer estaba más feliz que nunca con la presencia de ella y bueno, de Gabriela no tenía ni idea, me sorprendió no verla aquí, porque esas dos se la pasan juntas en todo lado.
─¿Gabriela viene?─ Me preguntó Nahia de la nada.
─No sé... No creo.─ Le respondí.─ Igual, no importa.
Ella asintió y se levantó a dejar el plato en una mesa.
─Voy al baño.─ Me avisó.
Yo sólo asentí y mire hacia donde estaba Sol, ¿la razón? Estaba hablando entretenidamente con Duki, estaban así desde que se saludaron. Me causaba gracia ver al duko así, porque cuando vió a Sol lo primero que hizo fue pedirme que se la presentara.
─Hola.─ Me saludó Sara sentándose a mi lado.
─Eu, ¿todo bien?─ Le pregunté.
Ella asintió.─ Sí... Yo quería preguntarte algo.
─Decime.
─Ehh... ¿Te incomoda si Gabriela viene?─ Preguntó.─ Es que necesito entregarle algo y─
─No pasa nada.─ Dije interrumpiéndola.
Ella sonrió.─ Bien.
Después de unos minutos ella abrió la puerta y entró Gabriela llamando la atención de todos. Saludo rápidamente y se fue con Sara por el pasillo, así que supuse que iban hacia una habitación.
Pensé que al verla sentiría algo, pero no fue así. Ni siquiera sentí asco o algo por el estilo. Me hizo sentir bien eso, saber que ella ha no causaba nada en mí. Sólo esperaba que no se mandara ninguna cagada con mi novia, no quiero que ella la siga haciendo dudar con sus boludeces. Espero que su presencia no cause nada.
Nahia.
Iba saliendo del baño y sin querer me tropecé con alguien.
Justo la persona que menos creí ver. Gabriela.
─Feliz cumpleaños.─ Dijo al verme.
Sonreí a medias.─ Gracias.
─¿Podemos hablar?─ Preguntó.
Hundí mis cejas.─ Dale.
Con ella y Sara entramos a una habitación. Al ver una foto, supe de quién era; Homer.
─Entonces...─ Dije sentándome en una silla.
─Quería disculparme.─ Habló ella.
─No tenés que hacerlo.─ Le dije cruzándome de brazos.─ La persona que tenía que hacerlo, ya lo hizo.
─Igual creo que debo hacerlo.─ Siguió.─ No debí entrometerme.
─Vos... Lo hiciste y ya, Tomás también tiene la culpa por permitirlo.
─¿Me tenés rencor?─ Me preguntó sentándose frente a mí.
Negué.─ No. Sé lo que causa Tomás y a mí también me gustaría recuperarlo, así que de cierta manera te entiendo, capaz y siendo vos lo hubiera hecho... No sé, pero no siento ningún mal sentimiento hacía vos.
─Yo te odiaría si hicieras eso.─ Susurró Sara.
─¿Por qué perdonaste a Tomás?─ Me preguntó Gabriela.
─Porque lo quiero y se ganó mi perdón.
Ella levantó sus cejas.─ Él me habló de vos...
Antes de que dijera algo más, me levanté.
─¿Posta venís a pedir perdón?─ Pregunté confundida.─ Si no es así, deberías comenzar a madurar.
Ella se rió.─ ¿Vos te sentís tan poco para estar con sobrados míos?
─Mira que tenemos un concepto muy diferente sobre Tomás. Pensé que lo querías.─ Le dije sorprendida.
─Lo quiero.
Rasqué mi frente.─ Con lo que haces no parece... Mira, yo no quiero bardos, así que prefiero que dejemos esto hasta aquí.
─Sos muy ingenua.─ Me dijo ignorando lo que le había dicho.
─Lo sé.─ Respondí para luego salir.
¿Qué le pasaba a esa piba?
Antes ella me causaba inseguridad porque de alguna manera creía que se encontraba encima de mí, ya sea por el cariño de Tomi hacia ella o por el simple hecho de ser más linda que yo, pero ahora que la veo y la escucho, ya no pienso lo mismo. Por la forma en la que se refirió acerca de la persona que tanto dice querer, creo que al fin le ganó en algo y es precisamente en eso, en el amor y cariño hacia ese alguien que ambas tenemos en común; Tomás.
─¿En dónde estabas?─ Me preguntó Sol llegando hacia mí.
─Estaba hablando con la ex de Tomás.─ Le expliqué.
─¿Es esa piba morena con aires de superioridad que acabó de entrar?
Asentí.─ La misma.
─¿Y qué pasó?
─Todo bien, quería volverme hacer dudar de mí y de Tomás, pero no lo permití.
Sol me dió una sonrisa.─ Esa es mi chica, genia.
Me reí.─ ¿Tomás dónde está?─ Le pregunté mientras miraba por todos lados.
─Se fue a comprar trago con los pibes.
─¿Te dejó sola duko?─ Le pregunté levantando las cejas.
Ella se echó a reír.─ Me cae bien Mauro.
─Yo creo que eso va por otro lado...─ Dije moviendo su hombro.
Ella negó.─ Eu, lo acabo de conocer.
─Pero hay conexión.
Ella nuevamente se echó a reír.─ Ni ahí.
Entrecerre mis ojos.─ Como vos digas.
Ella rodó sus ojos.─ Vos y Tomás andan fumando de la misma. Ese gil también me estaba jodiendo una banda.
Me reí.─ ¿Querés de la que nos fumamos?
─Ni a palo.
Ambas reímos y minutos después llegó Tomás con Duki y Homer.
Rápidamente fuí hacia Tomi y lo abrace por detrás. Estaba en la cocina dejando lo que habían comprado.
─¿Por qué tan cariñosa?─ Me preguntó.
─Nada, porque sos mi wacho y puedo demostrarte que te quiero siempre.─ Respondí.
Escuché su risa.─ ¿Por qué te demoraste tanto en el baño?
─Estaba tocándome mientras pensaba en vos.─ Le dije en joda.
─¿Y por qué no me llamaste para ayudarte?─ Preguntó volteándose para quedar frente a mí.
Me encogí de hombros.─ Más tarde te llamo si querés.
─Si querés los saco a todos del apartamento.
Me reí.─ Nah, aguántate.

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Solo tú;; C.R.O
FanfictionSin imaginarlo, en un mes llegaron a sentir mas de lo que habían sentido en toda su vida.