𝗕𝗔𝗕𝗬 - 𝘚𝘵𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘚𝘵𝘪𝘭𝘪𝘯𝘴𝘬𝘪

02

"La salida estaba bloqueada. El sueño nublado parecía conducir bajo un cielo inmenso, que conducía a la oscuridad", leyó una mujer mientras entraba en el salón de clases. "Esta es la última línea del primer libro que vamos a leer. Este es también el último texto que recibirás en esta clase". Era una mujer joven y delgada con rizos color caramelo. Baby pensó que era un poco rara.

Era inglés y Baby estaba sentado detrás del niño con el olor increíble. Fue solo su suerte. Por supuesto que el chico iba a estar en esta clase, junto con sus amigos hombres lobo, cazadores y banshees. Hizo que Baby quisiera golpearse la cabeza contra la mesa. En cambio, simplemente se hundió en su asiento, con el objetivo de atraer la menor atención posible.

"¿Baby Spencer?" La Sra. Blake estaba llamando a la registradora. Eso arrojó su plan por la ventana. "Aquí dice que eres nuevo. ¿Por qué estás en esta clase?"

"¿Um clases avanzadas?" Respondió Baby, sintiendo los ojos de todos sobre él. "Vengo de Inglaterra. Así que estoy un poco adelantado en algunas materias".
Algunas de las chicas se rieron, susurrando de alegría por su acento. Baby se puso la capucha sobre la cabeza y trató de no gemir.

"Bueno, no me decepciones o tendrás que reincorporarte a las clases bajas", advirtió severamente antes de ponerlos a trabajar. El hombre lobo, que aparentemente se llamaba McCall, fue llamado. Baby levantó una ceja. Las cosas parecían emocionantes.

"Hola, Lydia", el chico le estaba hablando a la pelirroja banshee. Baby siguió escribiendo, sin hacer ningún esfuerzo por no caer de noche. Para él, prácticamente estaban gritando, era solo parte de tener audición vampírica. "¿De dónde sacaste eso?" Señaló el vendaje en su tobillo.

"Prada me mordió", tarareó, claramente sin interés. Se pasó un mechón de pelo por encima del hombro y anotó algo en su libro.

"¿Tu perro?"

"No mi bolso de mano de diseñador, sí mi perro". Había ese olor a sarcasmo. Olía similar a un dulce agridulce. Amargo pero no horrible. También estaba mezclado con irritación, Lydia obviamente no estaba feliz de que la conversación siguiera.

"¿Te ha mordido alguna vez?" El chico estaba más agitado, claramente pensando en algo. Se inclinó más cerca de ella. "Y qué si es lo mismo que el venado. Ya sabes cómo los animales actúan de forma extraña antes de un terremoto o algo así. Tal vez signifique que algo se avecina".

"¿Qué dices de tres? Una vez, dos veces", un golpe cortó el resto de la oración de Lydia.

Un pájaro había golpeado la ventana, dejando una mancha de sangre en el cristal. Baby se sentó, mirando por la ventana con horror por el ruido repentino. A través del cristal se podía ver un gran enjambre de pájaros negros, que se dirigían directamente a las ventanas. La Sra. Blake caminó hacia el vidrio cuando otro pájaro golpeó. Luego otro.
"¡Bajar!" Ella gritó.
El vidrio se hizo añicos y pronto el salón de clases se llenó de estudiantes que gritaban cuando los pájaros irrumpieron, arañando y picoteando todo lo que entraron en contacto.

Baby se agachó, enterrando su cuerpo en una bola mientras las garras de los pájaros arañaban su piel. Por supuesto, debido a la dureza de los vampiros, su piel no se rompió. Sin embargo, la sangre era un asunto diferente. Cada estudiante fue arañado, su sangre expuesta al aire. Una mezcla de olores llenó la habitación, despertando su hambre. Baby se mordió el labio, sintiendo que sus colmillos de vampiro se endurecían y sus ojos brillaban. Apresuró el rostro contra las rodillas y se cubrió la cabeza con las manos, conteniéndose más que protegiéndose.

Finalmente, los ataques cesaron y todos los pájaros yacían muertos en el suelo. La habitación estaba destrozada. Las plumas cubrían todo a lo largo y la sangre salía a raudales de donde los pájaros se habían empalado en los objetos. Uno se había roto los sesos contra el escritorio de Baby, su libro de trabajo estaba cubierto de sangre. Lentamente, con cautela, los estudiantes comenzaron a ponerse de pie. Baby permaneció temblando debajo de su escritorio. Quería morder, alimentarse. Todo era demasiado para él, demasiado abrumador.

Una mano cayó sobre su hombro haciéndolo saltar. "Oye, ¿estás bien?" era el chico del olor apetitoso. Baby apenas podía contenerse de estirar la mano y hundir los dientes en la carne pálida y deliciosa del niño. El mero pensamiento le hizo lamerse los labios. "¿Necesitas ayuda?"

"¡Alejarse de mí!" Baby chilló, su pánico aumentando. Empujó al chico con tanta fuerza que se tambaleó hacia atrás. Trepando hacia atrás, se puso de pie y huyó del salón de clases.

"¿Stiles estas bien?" Baby escuchó una voz preguntar mientras entraba al corredor. Así que ese era el nombre del niño. Estilos. Por un momento, Baby quiso detenerse y se disculpó, pero primero necesitaba alimentarse. Acelerando, dobló la esquina y salió de la escuela.

"Allison, ¿viste eso?" La voz de Stiles estaba sorprendida. "Sus ojos resplandecían plateados".