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—Entonces, ¿rompió contigo porque ahora está poseído por un demonio malvado llamado Fox? —preguntó Danny, agitando una cuchara vacía como para enfatizar sus palabras. Estaba sentado en la cama de Baby, con la espalda apoyada en la cabecera y un litro de helado de chocolate en su regazo. Baby asintió con un suspiro y, enojado, sacó otra cucharada de su helado de fresa. 

—Sí. Cree que me está protegiendo con esto —murmuró mientras se metía la cuchara en la boca. El helado estaba frío y dulce en su lengua. Lo sorbió y parpadeó para contener las lágrimas—. Estúpido. ¿Por qué lloro tanto? Soy un vampiro sin corazón, por el amor de Dios. No puedo seguir llorando. —Miró fijamente el helado.

Danny exhaló profundamente. "Fue tu primera relación, tu primera relación de verdad", recordó. "Te conozco desde que tenía doce años y nunca antes habías salido con alguien ni habías hecho tanto por él. No sin razón. No tienes que guardártelo todo. Puedes preocuparte por la gente, nena. Y sí, eso causa dolor y sufrimiento. Pero nena, no todo es malo".

El bebé sorbió y se secó los ojos húmedos con la manga. "No estoy acostumbrado a esto. Estoy muy preocupado por él. No puedo estar allí con él, no me quiere allí. Está encerrado y en peligro por culpa de un ser que vive en su cabeza. Y no puedo hacer nada".

Danny tarareó y le ofreció el chocolate a Baby. Cambiaron de tarrina y siguieron comiendo. "¿Scott y la manada no están haciendo algo?"

—Lo son —murmuró Baby con la boca llena de chocolate—. Scott me dijo que me llamaría si necesitaban mi ayuda. —Echó un vistazo a su teléfono, que estaba sobre la mesilla de noche. Estaba quieto y en silencio. La pantalla estaba negra.

"Hablas como si no fueras uno de ellos", señaló Danny.

Baby lo miró con sus grandes ojos oscuros. "No lo sé. Tengo un tratado tácito con ellos. Cosas de vampiros y hombres lobo", agregó con un gesto ante la mirada confusa de Danny. "Un vampiro y un hombre lobo alfa pueden reclamar territorio. Yo he reclamado la escuela y los vecindarios circundantes como mi territorio. Porque Scott y yo somos amigos, y estoy saliendo, o estaba saliendo", tosió y se lamió los labios. "Bueno, mis vínculos con la manada comenzaron por Stiles. Sin él, no estoy seguro de cuáles son mis vínculos con ellos. No sé si soy de la manada o no".

Danny sorbió por la nariz y soltó un hipo mientras se metía más helado en la boca. Las lágrimas brotaban de sus ojos y se las secó. Danny suspiró y dejó el helado y la cuchara en la mesita de noche. Se acercó y abrazó a Baby. "Te advertí que pasan cosas alrededor de esos dos", bromeó sin convicción. Baby soltó una risa húmeda.

—Sí, lo hiciste. Por cierto, ¿cómo van las cosas con Ethan?

Danny le dio un codazo y ambos rieron levemente. Baby apoyó la mejilla en el hombro de Danny. "Gracias por estar aquí".

—Oye, te quedaste conmigo cuando lloré por mi primer amor —sonrió Danny mientras se apartaba—. Bien podría estar aquí para el tuyo.

El bebé se quedó paralizado y abrió mucho los ojos. "El primer amor", repitió. Danny captó su mirada y suspiró suavemente.

"Mierda. ¿Te acabas de dar cuenta? Amigo, era obvio".

"Supongo que sí", resopló Baby. "Mierda. ¿Así es como se supone que debe sentirse el primer amor? Sabía que estaba sintiendo algo, pero no quería ponerle una etiqueta todavía".

—Está bien —lo tranquilizó Danny, observando los ojos enrojecidos de Baby—. Vamos a comer más helado y a ver películas de acción de mierda. Baby soltó una risa húmeda. Se secó las lágrimas de la cara y sonrió levemente. Estaba contento de tener un amigo como Danny.

𝗕𝗔𝗕𝗬 - 𝘚𝘵𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘚𝘵𝘪𝘭𝘪𝘯𝘴𝘬𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora