Capítulo 6.

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La primera y única vez que me había obsesionado con alguien fue con mi hermano menor, Christian.

Mis padres nunca fueron "buenos" en mi infancia, ambos eran el tipo de personas que ponen por delante su carrera a cualquier cosa, incluso a sus hijos. Y tener padres ausentes, con un montón de hermanos, y problemas intrafamiliares que no se solucionaban terminaron en una familia muy disfuncional.

No quiero ser dramático, pero mi infancia fue una verdadera porquería. La mayoría de mis problemas venían de casa, cuando era más joven mi hermano mayor solía molestarme mucho, hasta el punto de hacer cosas verdaderamente traumáticas. No digo que no me le devolví todo lo malo a mi hermano, pero solo lo menciono porque mis padres nunca pusieron límites, ni siquiera entre nosotros antes.

Christian nació en un momento complicado, mis padres estuvieron al punto del divorcio y papá se fue de casa por un par de meses. Y por alguna razón, buena o mala, ellos no se separaron, y su forma de reconciliarse fue tener un nuevo hijo, así nació mi hermano menor, Christian.

No era una buena época, con mis padres saliendo de una crisis matrimonial, mis hermanos mayores sin hacernos caso, y yo entrando a la secundaria. En ese ambiente, con el último ápice de empatía que me quedaba, decidí cuidar a Christian yo mismo. Si, fue una terrible decisión.

No confiaba en las niñeras que contrató mi madre, tampoco en mis hermanos mayores, en cierto punto deje de creer incluso en mis padres. Solo yo podía cuidar a mi hermanito menor, todo comenzó de manera simple, lo peinaba, bañaba, le daba de comer; todas las cosas que hacia mi madre con nosotros y había visto hacer con Clarissa. Era algo obsesivo y un poco... Enfermo...

Nunca pensé que estaba enamorado de Christian o algo así, sabía que no era normal hacer eso, pero la obsesión de un psicópata es algo peligroso, poco a poco, me convertí en su mundo, pero de una manera obligada. Cuando Christian tenía 6 años, era sumamente posesivo, no dejaba que ni mi madre se le acercara, dormía con él, seguía dándole sus baños, revisaba su comida, revisaba su ropa, e incluso llegue a interrogar a sus maestros y compañeros, todo para asegurarme de que mi preciado hermano estuviera a salvo en la escuela.

—Se le llama obsesión —me explicó una de las terapeutas en el hospital—, te obsesionaste con tu hermano menor.

Cuando sucedió el "incidente número 1", Christian tenía 8 años, y dependía de mí de todas las maneras imaginables, no podía ir al baño si yo no estaba a su lado, y no dejaba que nadie preparara o le diera su comida si no era yo, era algo extremo que terminó cuando entre en el hospital.

En los meses que estuve internado en ese psiquiátrico, me "curaron" de esa obsesión, porque mis doctores me explicaron que ese tipo de obsesiones no era normal, y causaban daño. No sé si fue empatía, pero al saber que podía dañar a Christian por eso, decidí no hacerlo nunca más.

Pensar en lo que le hice a mi hermano ahora me parecía ridículo, sabía lo que era estar obsesionado y acosar a alguien, lo había hecho.

Pero nunca nadie lo había hecho conmigo...

Así es como llegamos a este punto de decaimiento, en el que me encuentro confundido, observando 23 notas en mi cama, escritas por la misma persona, mi acosador obsesionado.

---"Hoy te vi en la clase de deportes, corres muy rápido Vincent. Aprendí como abrir tu casillero del gimnasio, espero que no te moleste el hecho de que me haya llevado tu ropa interior, me gusta realmente mucho. Es el tercer objeto personal tuyo que tengo, junto a tu cepillo de dientes y tu IPod. Escuchas mucha música extraña, ¿no es verdad? Me encantó observarte mientras te duchabas hoy por la tarde, no dónde vives para ir a tomar recuerdos de ahí también, pero lo voy a descubrir muy pronto Vincent, quiero besarte y tocarte mientras duermes.

Enamorando al psicópata (Versión corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora