Capítulo 12.

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Mantener a Sam como un secreto era lo más importante, tanto para él como para mí...

Si mis padres o cualquier otra persona de mi familia que no sea Margge se enteraban de lo que estaba pasando, podrían regresarme al psiquiátrico, porque todos me recuerdan todo el tiempo que yo sigo siendo un riesgo para los demás.

No sé si eso es completamente cierto, hasta ahora Sam ha estado a salvo en nuestra relación, él es peligroso. Mi tarea era simple, mantener a Sam en la escuela y mi vida solitaria en casa, si mantenía esa barrera nada malo podría ocurrir, mi vida iba a continuar con normalidad, la "normalidad" es lo más importante.

"Aunque aún no sabía lo difícil que iba a ser mantener esa normalidad por más tiempo..."

Era el final de la segunda semana desde que descubrí a mi acosador, y lo impensable ocurrido, de alguna forma Sam consiguió mi número de teléfono, e hizo una de las cosas más irritantes que alguien jamás había hecho conmigo.

Sam no podía dormir, descansaba 5 o 6 horas diarias a lo mucho, y si él dormía poco yo también lo iba a hacer. El jueves "alguien" me llamo al móvil a las 4 am. Yo estaba más asustado que cansado, así que me levanté de un salto, tomando mi teléfono y contestando, quedándome en silencio al igual que la persona al otro lado de la línea.

"¿Qué mierda es esto?"

—¿Sam? —pregunté tras unos segundos, poniendo los ojos en blanco.

—Hola Vincent... —me dijo Sam con un extraño tono de voz.

—¿Qué estás haciendo? Son las 4 am, ¿Por qué me llamaste? No, más importante aún, ¿Cómo demonios conseguiste mi número?

—Dime algo lindo Vin...

—Vuelve a dormir Sam —le ordeno fríamente, colgando la llamada.

Volví a acostarme en la cama, maldiciendo entre dientes y odiando a Sam, escuchando como él volvía a llamar poco después. Solté un suspiro de ira, considerando no responder, pero sintiéndome obligado a hacerlo en poco tiempo, dándome cuenta de que él no iba a parar hasta no obtener lo que quería de mí.

—¿Qué?

—¿Qué crees que estoy haciendo? —me preguntó con la voz más agitada.

—No lo sé, ¿Estas cagando? —pregunté furioso.

—Dime algo lindo Vin... Por favor...

—Jódete Sam, son las 4 am, ¿Qué mierda haces despierto?

—¿Recuerdas que tengo tu ropa interior? ¿Para qué crees que la uso a las 4 am?

Estaba por responder, cuando escuche un suave gemido de su parte, finalmente dándome cuenta de lo que estaba pasando, sentándome en mi cama incrédulo.

—¿Te estas masturbando, Sam? —pregunté de la forma más firme que podía.

—Si... Vin... Por favor... Dime algo lindo... —me suplicó.

"No, de verdad no puedo hacer esta mierda ahora."

Siempre tuve problemas para dormir, no tengo idea si eso es algo importante o está relacionado con mi enfermedad, pero desde que inicie la terapia tomo unas pastillas para dormir. No son pastillas para muy fuertes, de las que una persona usaría para intentar acabar con su vida, si las tomo con mi demás medicación puedo quedarme despierto por más tiempo, pero siempre me dejan atontado.

Así que esta noche, como todas las demás, tome esas pastillas hace solo un par de horas antes de acostarme en la cama, por lo que no es mi mejor momento para lidiar con Sam y sus locuras.

Enamorando al psicópata (Versión corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora