Capítulo 25.

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¿Cuál es el primer paso para conocer a una persona?

Ya se había vuelto una costumbre que Sam y yo nos viéramos después de la escuela. Aunque él era un año menor que yo y salía ligeramente más temprano de la escuela, porque su curricula era más liviana, siempre solía esperarme, y pasábamos juntos el tiempo hasta que llegaba la niñera.

Eso era así todos los días, excepto los jueves.

Los jueves Sam tenía clases de gimnasia, así que salía casi al atardecer; al contrario de mí, que salía prácticamente al medio día.

Entonces, ¿Cuál es el primer paso para conocer una víctima? Rayos, no era así.

La mañana del jueves de esta semana, ya tenía un plan claro para no atraer la atención de mi familia al no llegar a tiempo a casa, ya que si simplemente desaparecía, sería demasiado obvio.

—Papa, ¿Puedes darme dinero? —le pregunte a mi padre de frente, mientras desayunábamos en familia.

—Claro Vincent, ¿Para qué? —pregunto mi padre sorprendido. No era usual que yo pidiera dinero, para nada.

—Sam quiere que lo lleve a ver una película —respondí con calma.

Al otro lado de la mesa, mi hermana soltó un bufido, mascullando cosas en silencio, mientras comía su desayuno de mala gana.

—¡Eso es muy bueno Vincent! —dijo mi mamá feliz, mirándome con una sonrisa— Me agrada mucho Sam, es un chico que te hace mucho bien.

Yo solo la mire en silencio, aun me parecía hipócrita que a ella le agradara solo por saber que podía curarme. Mi padre me miro en silencio, pensativo.

—Bien Vincent, un hombre siempre debe invitar a la chica al cine —dijo tras un par de minutos, tomando su cartera de su pantalón—. Bueno, disculpa, "al chico"; aún no se cómo funciona tu relación con Sam, cuál de los es la niña en la relación.

—Papá, en una relación gay no es siempre necesario que alguien tome el papel de una mujer —le reclamo Margge molesta.

—No siempre es necesario, pero Vincent será el niño —dijo mi padre seguro, entregándome un solo billete.

En silencio, yo tome el billete de sus manos ante la atenta mirada de todos mis hermanos en la mesa, que se quedaron sorprendidos.

—¿Le estas dando 100 dólares para que lleve a su novio al cine? —pregunto Ivan.

—A nosotros nos dabas 10 dólares, y en california —reclamo Leo, su gemelo.

—¿A ustedes les da dinero? —pregunto Clarissa realmente molesta.

De cierta manera, entendía su molestia, literalmente habían cambiado sus vidas por mí, y ahora era el preferido de nuestros padres. Pero no es como que yo vaya a quedarme este dinero, probablemente lo guardare hasta navidad para comprar obsequios, o hasta que Sam realmente me pida ir al cine.

—Niños basta —dijo mi madre molesta—, es la primera vez que su hermano lleva a su lindo novio al cine, así que no quiero quejas.

Mis hermanos solo miraron a mis padres molestos, excepto Margge, que pasó uno de sus brazos por mis hombros de forma cariñosa.

—Qué bueno que lo invites a salir, Vince, ¿Qué verán? —me pregunto.

Mierda, no había pensado en eso.

—Bueno... —dije aparentando calma, pensando en que responder— Me dijo que había una película de superhéroes que quería ver, le gustan esas cosas.

—¿Y estas emocionado?

No puedo evitar sonreír sincero. Obviamente no iba a llevar a Sam al cine, pero si me emocionaba ir a su casa.

Enamorando al psicópata (Versión corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora