Capítulo 27.

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—... Y así es como el patriarca Yiling muere, devorado por sus propios zombis —me explica Sam, poniendo una carita triste—. Pobre Lan Zhan, saber que su amado murió de una forma tan triste y dolorosa, seguro sufrió mucho por eso...

Yo solo puedo asentir, sintiéndome consternado.

—¿Qué hubieras hecho tu si algo así me hubiera sucedido? —me pregunta Sam, curioso.

Me volteo en su dirección, con mi rostro serio y molesto ¿Qué clase de pregunta estúpida era esa?

—¿Qué hubiera hecho si te comieran los zombis?

—Sí, exactamente eso.

—Nada —respondo sincero, mientras continuamos nuestro camino—, ni siquiera se disparar. Probablemente me alejaría, pero no demasiado, lo suficiente como para que no me coman a mí pero que si pueda ver como mueres.

Ahora es Sam quien me mira enfadado, antes de ponerse a reír, muy feliz, abrazándome mientras caminamos.

—Rayos, eso fue aterrador y molesto ¿En serio no harías ningún esfuerzo por salvarme de los zombis? —me cuestiona.

—Te quiero y todo eso —digo sincero—, pero no quiero morir, así que no te salvaría.

Nos encontrábamos caminando por el centro comercial, después de la escuela Sam me había arrastrado hasta aquí, ya que supuestamente su madre estaba por la zona y pronto nos veríamos para comer.

"Que miedo..." Pienso algo asustado.

—¿Pero si te quedarías a verme morir? —me pregunta ofendido.

—Claro, porque puedo dejarte morir, pero nunca te dejare morir solo. Yo no moriré, pero estaré junto a ti mientras te mueres —le aclaro.

Sam vuelve a reír, negando con la cabeza, mientras se pega más a mí. Yo distraído, miro un puesto de helado cerca de nosotros, que me hace pensar en lo hambriento que me encuentro justo ahora, bastante pensativo sobre que iríamos a comer en el centro comercial junto a su madre.

—¡Mami! —dice Sam de pronto, sorprendiéndome.

Girándome hacia la derecha, siento como Sam se separa de mi mano, y puedo ver como comienza a correr entre la multitud. Bastante asustado, miro entre las personas en la misma dirección en la que corría Sam, buscando identificar a su madre.

"Dime que no es cierto..." Pienso mirando con seriedad a la mujer hacia la que Sam corría.

Frente a mí, tengo a la que posiblemente sea la mujer más enorme de todo el condado, tal vez de todo el país... Su cabeza se nota entre la multitud, con un moño despeinado de cabello rubio y rizado, aun mirándola a la lejanía, puedo calcular que es más alta que yo, y también mucho más robusta.

—¡Sammy! —dice la mujer feliz, mirando a su hijo en medio de la multitud.

Sus brazos eran grandes como los de un leñador, y su cuerpo también era muy grueso, como si tuviera un ligero sobrepeso. Llevaba un sucio mono de trabajo, junto con una gruesa chamarra de piel sintética; en su espalda podía ver una mochila de campistas, muy grande, pero que en su espalda se veía de tamaño normal.

"Mierda, mi padre no bromeaba, esta mujer parece un gigante" Pienso sin dejar de mirarla, sintiéndome algo asustado.

—Mi bebe, te extrañe mucho —dijo la mujer, abrazando a Sam ni bien lo tuvo cerca, besando su rostro con cariño.

—Yo también te extrañe mucho mami, mucho... —dice Sam.

Al principio, siento una extraño instinto inmediato de querer escapar, de querer alejarme de esa mujer gigante. Pero pensando solo en Sam, mi Sam, que se pierde entre los grandes brazos de esa señora, decido acercarme y comportarme como el novio que él desea que yo sea.

Enamorando al psicópata (Versión corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora