Momo ( SAMO )

Capitulo XIII

- ¿Quieres ser mi esposa?- preguntó de verdad ilusionado, pensando tantas cosas que con el tiempo se consumirían en ninguna.

Momo miró el precioso anillo que estaba en el pequeño estuche y no podía retener sus lágrimas. Sus ojos se dirigieron a los de su novio, y sonreía al pensar cómo sería su vida de casada ¿Más feliz de lo que se encontraba en ese momento, quizá? Sería Kim Momo, la esposa de Kim Heechul. Tomó una decisión al verlo expectante con ese brillo en sus ojos verdes, el color que tanto amaba gracias a él, el color que dejaría de ser su favorito tiempo después.

-Si -asintió sin dejar de sonreír, sintiendo que sería feliz el resto de su vida con el hombre que amaba, sintiendo que las únicas lágrimas que derramaría de ahora en adelante serían de felicidad como en ese momento.

Heechul sonrió ampliamente mientras sacaba el anillo del estuche y tomaba la mano de su ahora prometida. En el momento en que el anillo se posicionó en el dedo anular de Momo, no solo selló su compromiso con Kim Heechul, también selló un futuro lleno de lágrimas, y ninguna, ni una sola era de felicidad.

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Momo estaba tan concentrada besando a Sana, que quizá dejó pasar el hecho de que estaba casada y que su esposo no era precisamente la persona más comprensible del mundo, sin embargo, lo que sentía en ese momento era inconfesable, era algo entre su corazón y ella.

Sana estaba tan concentrada besando a Momo, que quizá olvidó que tenía novio y que su novio era la persona con quien vivía y a quien supuestamente amaba, sin embargo, lo que sentía en ese momento era algo que había dejado de sentir hacía mucho tiempo atrás.

Cuando ambas se separaron y por ende abrieron sus ojos, al verse la una a la otra no pudieron evitar reír suavemente.

- Vaya... -susurró Sana con una sonrisa- tengo que decir que fue mi primera vez besando a una chica-Momo se encogió de hombros.

- La mía no... -susurró Momo casi inaudible, sorprendiendo en realidad mucho a Sana. Momo lo notó e inevitablemente se sintió nerviosa-solo fue una vez, no quiero que pienses que beso a todas las chicas que conozco, yo solo, quise, perdón... -Decía rápidamente. Sana rió un poco.

-Me gustó -confesó haciendo sonrojar aún más a Momo - sí, fue maravilloso, casi tanto como tú - Momo al no saber qué responder concretamente debido a lo nerviosa que estaba, sólo pudo reír suavemente - ven -dijo tomando sus manos provocando que se levantaran juntas-siéntate aquí -señaló el escritorio. Momo sin entender, pero sin cuestionar, como ya tenía claro, obedeció. Sana se acercó a ella, a centímetros de su rostro con su vista fija en sus labios y al detallarlos tan cerca se dio la libertad de tocar su herida permanente con suma delicadeza- tus labios saben a sangre-susurró un poco dolida.

-Perdón -suspiró. Sana negó con su cabeza.

-No lo dije por eso, lo dije porque tienes tu boca maltratada - respondió sinceramente -y a pesar de que me haya gustado el beso, no puedo evitar preocuparme por ti y más ahora que...

-Me gustas -interrumpió Momo sonrojada, volviendo a sonreír -oh, lo siento -bajó su mirada un poco avergonzada dejando de sonreír. Sana solo sonrió un poco al ver cómo Momo se dejaba ver tan inocente- no quiero hacerte sentir incómoda-habló avergonzada.

-No -respondió Sana encogiéndose de hombros- me besaste -Momo asintió- y yo te volví a besar, me gustó hacerlo. No tienes que disculparte.

-Yo solo besé a una chica una vez hace años, la noche en que conocí a Heechul-suspiró al recordar- fue en una fiesta, donde conocí a Heechul-repitió-No quería ir, nunca habría querido ir-miró a Sana a los ojos, pidiéndole con ellos que le creyera-él tocaba el piano y yo canto un poco, las cosas solo se dieron- Sana asintió-perdón.