Durante las aclamadas vacaciones de verano, Cellbit de la noche a la mañana se mudó, fue una gran sorpresa para él ya que no había prestado atención a sus padres cuando le notificaron de ello. Al llegar conoce a Roier, un joven de su misma edad que...
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Cellbit POV
Miré como Roier se fue a su casa por un momento, y luego caminé hasta la parte de atrás de la mía, encendí mi celular por un pequeño momento para ver la hora, 5:40 A.M, pasé por la cocina midiendo cada uno de los pasos que daba, procurando no llamar la atención de nadie, hasta que escuché un tick seguido de la luz amarilla de la cocina encenderse.
Estoy muerto.
Eso hubiera pensado si el que estaba parado al lado del encendedor no fuera mi hermano, que me veía con una expresión decepcionada mientras movía ligeramente su cabeza de lado a lado, mantuvimos un incómodo contacto visual, aunque su cabello cubriera sus ojos, y un silencio aun más incómodo, un par de grillos cantaban al fondo, acompañados de un par de pájaros y las gotas del grifo del lavaplatos a medio cerrar, hasta que él tomó la palabra.
- ¿Estabas viéndote con el vecino? - Me preguntó con la misma expresión seria, me puse nervioso al instante.
- No, ¿Cómo crees? - Fingí indignación, pero él adivinó.- ¿Tú que haces despierto a esta hora, jovencito?
- Tengo música a las 7, ¿Se te olvida? - Abrí los ojos como platos, había olvidado sus clases de música del verano que le encantaba tomar, son temprano y con la mudanza es lógico que se despierte a estas horas y mi madre era la maestra de estas, así que ella siempre lo llevaba y lo traía a casa. - Tienes suerte de que mamá se está bañando ahora, ve a dormir ya si no quieres que le diga que te estabas besando con tu noviecito del que no paras de hablar desde que llegamos. - Comenzó a sonreír burlón, suspiré intentando disimular mis nervios con enojo.
- Como digas.
Me dirigí a mi habitación, me quité los zapatos, y me recosté en mi cama, mirando al techo, las cortinas sobre la ventana hacían que hubiera un ambiente frío, pero reconfortante, y para mí estaba bien, aunque tuviera a mis amigos siempre al tanto de como estaba, la soledad nunca la tenía de más, tenía esa mirada color avellana atorada en la memoria, en la que vi reflejada el hermoso cielo del amanecer.
Lo que mencionó Richarlyson no era tan falso, desde que lo vi no hay una sola charla que tenga con él en la que no mencioné algo como "a Roier le gustaría estar aquí" o un "me recuerda a algo que Roier hizo", pero solo es la emoción de conocer a alguien nuevo, y nada más, si no podía parar de pensar en él debería ser cosa de esta semana, pero si se extiende más allá tal vez, pero tal vez sea algo más.
Repitiendo eso una y otra vez en mi cabeza conseguí conciliar al sueño, pero no soñé nada, probablemente por el cansancio, no tardé mucho en despertar porque a las ocho en punto de la mañana en pitido constante de mi alarma comenzó a sonar sin cesar, toqué un botón, y con apenas casi tres horas de sueño me levanté como si nada hubiera pasado, salí de mi habitación, y mi casa estaba completamente vacía, no había nadie, mi madre llegaba al medio día con mi hermano, y mi padre se la pasaba trabajando hasta tarde, y durante las vacaciones la mañana era completamente mía, si estuviera en mi hogar anterior hubiera invitado a Forever a pasar el rato, pero eso ya no es posible ahora, así que me limité a iniciar mi mañana como cualquier otra.
