Durante las aclamadas vacaciones de verano, Cellbit de la noche a la mañana se mudó, fue una gran sorpresa para él ya que no había prestado atención a sus padres cuando le notificaron de ello. Al llegar conoce a Roier, un joven de su misma edad que...
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Cellbit POV
- Y, eso es lo que pasa. - Aclaro, alargando la "y", siento su mirada clavarse en mi como dos dagas afiladas, hasta que toma aire.
- Hmm, lo supuse. - Soltó naturalmente, colocó sus manos detrás de su cabeza, completamente relajado.
- Te pregunto. ¿Cómo? - Estaba incrédulo, este niño tiene seis años ¿Cómo carajos puede adivinar algo tan rápido?
- El día que saliste en la madrugada, tenías un brillito raro en los ojos, y te noté bastante nervioso cuando te mencioné a Roier, y así fue el resto de las veces. ¿De verdad crees que soy tan tonto para no darme cuenta? Tienes suerte de que me importe tu felicidad, porque si no no te dijera lo que estoy a punto de decirte.
- ¿Qué cosa? - En ese momento mi hermano dudó, completamente callado, sabiendo que la ansiedad me estaba matando en ese instante. - ¡Richas, dime!
- Hmmm, no se ¿Qué ganaré yo?
- ¡Ni me has dicho que quieres hacer!
A este punto sabía que me estaba molestando a propósito, pero el pequeño no recuerda que yo también tengo cartas para jugar.
- Vamos Richitas, ¿O quieres que le diga a mamá lo que pasó ese día?
En ese momento ambos recordamos como fue que salimos de la peor circunstancia.
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Flashback.
- ¡Esto es tu culpa Cellbit!
- ¿Mi culpa? ¡Es la tuya!
Estábamos frente a un marco roto, con la imagen de nuestra hermana mayor, Bagi, el día que se graduó de la universidad.
