Durante las aclamadas vacaciones de verano, Cellbit de la noche a la mañana se mudó, fue una gran sorpresa para él ya que no había prestado atención a sus padres cuando le notificaron de ello. Al llegar conoce a Roier, un joven de su misma edad que...
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Forever POV
Estaba sintiendo aquella mirada azul profundo clavada en mi como un millón de cuchillas, que iban profundizando sus cortes cada vez más, matándome lentamente.
- ¡Fue sin querer, sabes que no puedo evitarlo! - Alcancé a formar, sintiendo bastante pavor de lo que este chico era capaz de hacerme.
- Primero que nada, no vuelvas a materte con MI vida de esa forma, sabes que ODIO los chismes, y más cuando eres tú el que los riega ¿Entendido? - Casi me toma del cuello de la camiseta, pero solo golpeteó mi pecho con su dedo índice.
- Si, yo también te quiero, Cellbo. Ahora ven, se nos hace tarde.
El timbre sonó a los pocos minutos, al llegar al aula de clases Pac hablaba con Felps en sus respectivos asientos, ambos llegamos y tomamos asiento también, mientras estaba despejando un poco la mente escuché risillas por parte del moreno hacia el de mecha blanca, que solo se burlaba de sus burlas, algo un poco extraño a simple vista, pero que entre nosotros era normal.
El maestro entró con sus ánimos habituales, una cara serena pero autoritaria, y comenzó su clase, más específicamente, física.
Después de la hora con veinte minutos que duraba la primera clase, se retiró dando paso a la que era un completo amor para casi todos los que estudiaban en este colegio.
La maestra de artes.
Todos la recibíamos con el amor con el que un hijo recibiría a una madre, hoy teníamos manualidades en parejas, pero como Mike se había ausentado, Pac fue el único en trabajar por su cuenta aunque le hayan ofrecido integrarse a un equipo.
Yo, por mi parte, solo trabajé con mi cómplice en los trabajos, no era Cellbit, no, era un amigo aún más viejo que los cuatro de siempre, tomé asiento, encontrándome con aquella mirada azul como el cielo y ese cabello rubio como el sol.
- ¿Listo para ensuciarte las manos?
- Claro, Bruninho.
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