Un día lluvioso en una enorme ciudad, un par de hombres corriendo entre los techos de los edificios hasta detenerse viendo su destino, entre los edificios destacaba uno en particular, Empresas Gates, en el cual estaba de celebración por alcanzar sus metas en cuanto a ventas y acciones, los dos hombres se miraron asintiendo pues habían llegado en un gran momento en donde están los directivos más importantes.
– ¿Listo, Smoke? Hoy nos pego la suerte por tenerlos a todos ahí - Decía uno de ellos, que aunque cubría su rostro con una máscara blanca sonriente, era bastante destacable su cabello oscuro con ese particular flequillo rojo y puntas rosadas en su nuca.
– Yo siempre lo estoy, Ghost, es hora de cumplir con nuestro encargo - Decía un joven Smoke que cubría su cara con una mascarilla parecida a las máscaras antigas dónde se dejaban ver ambos ojos cafés mientras se recostaba en el techo preparando su rifle de largo alcance - Tú preparas, yo disparo.
– No existe otra manera, compañero - Aún con la máscara se notaba en su voz algo de alegría, le emocionaba trabajar a la par, tomaba algo de distancia para poder correr y lanzarse de un salto a Empresas Gates dándose un impulso extra usando unas flamas oscuras en sus botas.
Se terminaba de agradecer un brindis entre los ejecutivos, celebrando el éxito en sus ventas hasta que en un momento abrupto el chico de la máscara sonriente, que se hacía llamar, Ghost, rompía una de los paneles de cristal y giraba mirando a los ejecutivos usando los vidrios para reventar las luces del salón y así dejarlos a oscuras para tomar ventaja entre la oscuridad a la que estaba acostumbrado.
– ¿Quién demonios eres? - El presidente de la empresa exaltado sacando una pistola de debajo de su saco y apuntando al chico a la cabeza.
– Uno muy poderoso... - De un momento a otro había pateado la mesa levantandola bloqueando el disparo y luego agarrarla con una brutal fuerza para arrojar a varios de los ejecutivos cerca de los paneles.
Levantarse a todos les resultaba inútil pues en cuanto lo hacían volvían a caer pues sus cabezas y pechos eran atravesados por disparos desde el otro edificio por Smoke, quedando solo el presidente quien estaba espantado por lo que ocurría, era levantado por el cuello de su camisa por Ghost.
– ¿Qué es lo que buscan? ¿Dinero? Puedo darles mucho - Espantado buscaba alguna manera de seguir vivo, aún si era sobornando.
– No, nos pagarán bastante bien cuando partas... Tus extorsiones y sobornos terminan aquí.
El presidente de la empresa ni siquiera se pudo defender, ni argumentar, pues ya había sido lanzado atravesando uno de los paneles y cayendo al vacío para terminar estrellado sobre un auto en la calle dejando a las personas impresionadas. Mientras Ghost observaba desee ese decimoquinto piso el como se armaba un alboroto en la calle, volteaba al edificio del frente viendo a su compañero, extasiado por otro trabajo bien cumplido.
Un fuerte estallido saca a Smoke de su lucido recuerdo de su vida volviendo a levantarse, esos estallidos solo significaba una cosa, el chico estaba dando pelea, sonrío pues sabía que podía salir de este combate, lograría hacerlo de muchos más, mientras en el coliseo se oían gritos de abucheos y ovaciones, claras para quienes iban pero ninguno de los dos prestaba atención, para ambos solo estaban ellos dos y no existía nada más, Nicolás y Jorgundr, miles de años de experiencia como un gladiador temido contra un niño que usaba ahora el fuego para impulsar su fuerza poniéndose a la par, irónicamente el niño estaba ganando.
– Es mucha fuerza y energía para un simple niño, déjame ver de qué eres capaz pequeña basura - Enbozaba una sonrisa junto esa grave voz, realmente se notaría que es de un Demonio, pero en este momento eran más que contrincantes, eran rivales en ver quién resultaba victorioso.
– Y eso haré, ¡He hecho una promesa que cumpliré aunque me tomé una eternidad! - Una enorme llamarada salía por detrás del brazo de Nicolás dándole más impulso, en cuanto quitó de su camino el puño de Jorgundr se daba un giro para con ese mismo impulso acertar un puñetazo en su rostro que lo lanzaba del otro lado del coliseo.
Al caer al suelo Nicolás notaba esa falta de energía, posiblemente se haya excedido en cuanto a su uso pero quería exprimirlo al máximo y así sacar lo más posible, su motivación, una eterna promesa de ver la Tierra junto a Smoke, el instante que veía como Jorgundr empezaba a levantarse, Nicolás se preparaba para intentar algo que de fallar, sería aplastado hasta morir.
– En una semana a conseguido incrementar su fuerza y unos momentos antes de entrar supo crear fuego... Ahora lo maneja como si fuera parte de su cuerpo desde siempre, ¿Algo que decir, hermano? - Dijo el segundo hermano, Belcebúb, viendo como el más joven, Astaroth, veía incrédulo el combate debido a que en la última, le habían dicho que parecía que ese niño era su hijo.
– Déjalo en paz, Belcebúb, si el niño resulta ser realmente su hijo y es tan fuerte o puede ser incluso más, tenerlo de nuestro lado sería lo mejor - Dijo con indiferencia el mayor, Lucifer, pues sabía que un hijo podía heredar lo mejor de sus padres, ¿Acaso consideraba a Nicolás un posible obstáculo?
Justo en el momento que Jorgundr corría hacia Nicolás, este expedia una gran flama desde sus pies para impulsarse, aunque sería inútil pues en un instante había sido atrapado por Jorgundr hasta empezar a estrujarlo tanto que casi se podían por sus huesos casi rompiéndose. Uno de los guardias había entrado al balcón de los hermanos junto con un pergamino en mano, Lucifer enbozo una sonrisa juntando sus manos, pues él mismo había pedido algo al guardia.
– ¿Averiguaste lo que te pedí? - Dijo casi extasiado ya imaginando el resultado, pero una conjetura no es suficiente, necesitaba que fuera verídica.
– Si, mi Lord, conseguí el nombre completo del niño y su procedencia - Dijo el guardia asintiendo y alzando la hoja, mientas los otros dos hermanos se miraban con intriga.
Mientras se desataba una revelación en el balcón, Nicolás buscaba la manera de poder soltarse, sus brazos y piernas estaban sujetos en el agarre aún cuando su pecho estaba descubierto junto con su cabeza, hasta que entre sus forcejeos oye sutilmente desde su mente.
Los Dragones, expulsan fuego de su boca
Esa era su respuesta, exhalar fuego, era una peligrosa idea pero no había otra manera, así Nicolás tomo todo el aire que podía inflando su pecho, Jorgundr se impresionaba al ver qué el pecho del niño brillaba como si contuviera fuego desde adentro que subía a su boca, sabía lo que seguía pero esa impresión no lo dejo reaccionar.
– ¡Aliento de Dragón! - Grito con fuerza seguido de expulsar una enorme y estridente llamarada que envolvía a Jorgundr, aún siendo un Demonio, este estaba siendo calcinado vivo.
– El nombre del niño es Nicolás Astaroth Rose, hijo de la Reina de los Sombra Elisa y... - Se detenía el Guardia para bajar el pergamino mirando a los hermanos - el Duque de los Abismos, Daemon Astaroth.
Lucifer se había levantado extasiado por completo, lo que había imaginado desde el primer combate, y ahora uno segundo ganado tras ver ese niño parado en la arena de combate frente a un calcinado cadáver de Demonio, por lo que alzó un brazo con una sonrisa.
– Y el ganador es... ¡Nicolás Astaroth Rose! El hijo de Daemon Astaroth - Grito haciéndose notar en todo el coliseo, todas las voces se callaron, todos estaban impactados por lo dicho, incluso Nicolás había volteado a ver a Lucifer lo que llevo a su primer encuentro visual, no había nadie quien no fuera impresionado en ese momento.
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El Caballero de la Rosa Negra
RandomAmor, odio, orgullo, ambición, poder, tantas son las emociones y anhelos que trastornan a cada persona en camino de sus propios ideales, el bien y el mal siendo tan distintos y conflictivos, más no pueden existir por separado ¿La familia son aquello...