Nota: todos los personajes, animes, imágenes, música que aparezcan en este video no son de mi propiedad créditos a sus respectivos creadores, y lo único que me pertenece es el fic ósea que el dueño del fic es PEPO DBZ. Fin de la nota, comencemos.
Pasaron dos semanas desde que Goku llegó al Reino Champiñón, y a pesar de su búsqueda constante, no había logrado encontrar ninguna casa en todo el reino que sea de su comodidad y tuve que tomar la necesidad de irse a las lejanías del reino.
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El horizonte comenzó a iluminarse suavemente, tiñendo el oscuro manto de la noche con pinceladas de color pálido. El sol aún estaba oculto bajo el horizonte, pero su promesa de un nuevo día estaba presente en el suave resplandor que se extendía por el cielo.
Los primeros rayos de luz comenzaron a acariciar las nubes dispersas, pintándolas con tonos rosados y dorados.
Un nuevo día comenzaba en el tranquilo Reino Champiñón. Los primeros rayos de sol teñían el cielo de tonos dorados mientras los pájaros cantaban melodías alegres desde los árboles. Goku se encontraba en un claro rodeado de frondosos árboles, el aire fresco llenando sus pulmones mientras sostenía un hacha con manos fuertes y callosas.
Con una gracia natural, Goku cortaba leña con movimientos precisos y poderosos. Cada golpe era un eco rítmico en la mañana serena, acompañado por el suave crujido de la madera al romperse. Estaba inmerso en su tarea, encontrando satisfacción en la labor física después de tantas batallas épicas.
En un momento, mientras balanceaba el hacha una vez más, mientras dirimía su mirada a un lugar encontró algo inusual. Un huevo, su superficie moteada y suave, yacía escondido entre el montón de leña. Goku se detuvo en seco, su expresión de sorpresa mezclada con curiosidad.
—¡Vaya, esto es inesperado!— Dijo levantando el huevo y mirándolo con asombro.
El huevo era de tamaño moderado, con tonos crema y manchas más oscuras que lo adornaban. Goku lo sostenía con cuidado, preguntándose cómo había llegado allí. Los pájaros seguían cantando, ajenos al descubrimiento del guerrero.
—Bueno, no puedo dejarlo aquí. ¡Espero que no haya un polluelo adentro que me llame "papá"!— Este dio una leve carcajada por la insinuación que se la pasó a la mente.
Con una sonrisa juguetona, Goku continuó su labor de cortar leña, ahora con el misterioso huevo reposando cerca. Mientras los primeros rayos del sol doraban el paisaje.
Un rato después.
El Son estaría en una cabaña pequeña pero a la vez acogedora a su gusto. Este estaría picando algunos frutos que habría comprado en el reino Champiñón y algunas semillas para la huerta que haría más adelante.
—¡Uffff! Esto si que es aburrido, desde hace tiempo me pregunto porque hay energías raras— Diría el sayan quitándose algo de sudor.
Este miraría el huevo posicionado en una pequeña cama improvisada.
—que cosas…. Bueno será mejor que vaya por algo de pescado— Dijo goku saliendo de su cabaña no sin antes dar un último vistazo al huevo.
Goku caminaba con paso seguro a través de un bosque frondoso, sus ojos fijos en el horizonte. La brisa llevaba consigo el aroma fresco de la naturaleza mientras avanzaba, su determinación reflejada en su expresión seria. Aunque generalmente estaba acostumbrado a batallas épicas y desafíos cósmicos, en este momento buscaba una tarea más tranquila y personal: la pesca.